Cualquier tiempo pasado suele ser mejor cuando hablamos de los dinosaurios del rock. Estrellas que antaño rompían la pana hoy reaparecen con evidentes síntomas de decadencia únicamente perceptibles por aquellos con cierta veteranía en esto de los conciertos.

Pero ese no es el caso de los australianos AC/DC, que en la que muchos consideran su última gira, siguen exhibiendo una energía incuestionable que enrojecería a algunos de sus coetáneos.

Crónica de Alfredo Villaescusa de MariscalRock.com

Por eso, personal de todo pelaje agotó el papel para el estadio bilbaíno en pocas horas y pasadas las diez de la noche aquello se convirtió en un hervidero de griterío y cuernecillos rojos en el que apenas cabía un alfiler.

 

Antes, Los Perros del Boogie calentaron a la afición con una actuación entretenida de rock setentero a lo M-Clan, a la que incluso se apuntó el frontman de los murcianos, Carlos Tarque, que les ayudó con su tema bandera “De nada sirve hacerse mayor”. Un buen aperitivo.

Los que hayan estado en la última visita de Angus y compañía por la península ya conocen la existencia del video de la locomotora y también el repertorio casi inamovible en el que no se preveían cambios significativos, pero aunque uno sepa hasta el mínimo detalle, la magia de AC/DC reside en que son capaces de hacerte disfrutar durante cerca de dos horas a pesar de que el factor sorpresa no juegue un papel relevante.

El viaje se inició con “Rock N’ Roll Train” y no faltaron todas las piezas que cualquier fan exigiría en un recital de los australes: “Back In Black”, “Shut Down In Flames”, “Thunderstruck”, “Shoot To Thrill”, ¿hace falta seguir? Además, sustituyeron el “Anything Goes” del ‘Black Ice’ por el clásico “High Voltage”, que seguro agradó a buena parte de los asistentes.

Momentos reseñables en el espectáculo hubo unos cuantos. Por ejemplo, durante “The Jack” la cámara enfocaba a las chicas y un par de ellas se atrevieron a mostrar sus encantos ante la ovación general. Para presentar “Hell Bells”, Brian pegó un pedazo salto hasta conseguir colgarse de la consabida campana y en el solo de “Let There Be Rock” Angus se revolcó en su reducida plataforma mientras cuatro cañones escupían confetti. Muy grande.

La vuelta para los bises fue también espectacular, pues un ligero humo rojo iba tomando protagonismo en el centro del escenario hasta que desde las profundidades emergía Angus, cual ave fénix, para un incontestable “Highway To Hell”. Y, por supuesto, no faltaron los cañonazos retumbantes en “For Those About To Rock” y una traca final de fuegos artificiales sirvió de epílogo para una despedida que esperemos no sea definitiva.

Desde luego, pocos veteranos son capaces de justificar un sueldo a la manera de AC/DC y ofrecer un recital digno e intachable que avergonzaría a los músicos más jóvenes y pondría en evidencia a los sexagenarios. Sería de locos que se retiraran en este momento de su carrera.

Set list:
Rock N’ Roll Train
Hell Ain’t a Bad Place to Be
Back in Black
Big Jack
Dirty Deeds Done Dirt Cheap
Shot Down in Flames
Thunderstruck
Black Ice
The Jack
Hells Bells
Shoot to Thrill
War Machine
High Voltage
You Shook Me All Night Long
T.N.T.
Whole Lotta Rosie
Let There Be Rock

Bises:
Highway to Hell
For Those About to Rock (We Salute You)

Alfredo Villaescusa de MariscalRock.com

Angus Young durante el concierto de Bilbao