Con la apariencia de mini festival en sala, teníamos esta más que interesante gira ideal para los amantes del metal más agresivo con cuatro de los integrantes más interesantes y jóvenes en la escena norteamericana y europea en estos momentos.

Acorde a la calidad del cartel, la sala Caracol estuvo a unos tres cuartos de su capacidad, nada desdeñable para un día entre semana, como fue el pasado miércoles veintiséis de abril.

Tengamos en cuenta que, además, la temprana hora de inicio hacía que muchos tuviéramos dificultades para poder llegar a la apertura de puertas debido al solape con el horario laboral, motivo por el cual, sólo pude presenciar uno de los temas de EXMORTUS.

Los oriundos de Alaska estaban dando un grandísimo concierto con todos los allí congregados entregados a la causa de ese metal extremo combinado con la excelencia técnica de la que hacen gala sobre todo en cuanto a los pasajes exigentes a nivel técnico de la pareja guitarrística formada por Jadran y David. ¿Es posible combinar el estilo de Yngwie con el thrash metal? EXMORTUS llevan años demostrando que sí. ¡Y que ambos no casan nada mal!

De esta manera, “Metal is King” pondría un rotundo sello a una corta actuación de poco más de media hora -según el horario propuesto oficialmente- que fue el perfecto inicio para la gran velada que vivimos.

Desde tierras galas nos visitaban GOROD, subiendo varios peldaños en la escala sonora en cuanto a propuesta extrema se refiere. Su actuación fue otra pasada a nivel técnico, con ritmos y cambios sobre éstos de lo más interesantes, aderezados por una propuesta vocal más gutural que sus predecesores.

“State of Secret” abriría la caja de los truenos de una manera brutal, dejándonos con la boca abierta. “Here die your Gods” sería aún más brutal, mientras que “Being a Jerk”, incrementaría la velocidad hasta límites insospechados.

“Birds of Sulphur” sería idónea para poner a prueba las excelsas habilidades del batería Karol Diers, quien pasó la prueba con nota. Por su parte, “Disabow your God” pondría la rúbrica dejando constancia de que son una de las bandas punteras dentro del death metal técnico dentro del Viejo Continente.

Llegaría el momento de presenciar la actuación de la que, para muchos, era la banda principal de la noche, ya que por trayectoria y méritos WARBRINGER se han labrado un nombre dentro de la escena thrash.

Los de San Buenaventura -estado de California- venían con la intención de no hacer prisioneros y dieron un señor recital que encantó a los allí congregados, por lo que para una buena parte del público, salieron vencedores del lance frente a los cabezas de cartel.

Poco tardaría el quinteto en estar sobre las tablas haciendo las delicias de todos, enganchando a su público con la potente “Silhouettes”, tirando de ese estilo clásico americano, potente y deudor de las viejas bandas de la Bay Area. “Woe to the Banquished” constataría que aquello iba a ser un no parar de mover nuestras cabezas desde la primera canción a la última, consiguiendo incluso el apoyo de Julien Deyres, vocalista de GOROD como apoyo en los coros para este tema en particular.

“Remain Violent” sería lo próximo en venírsenos encima, con ese riff dinámico entrando perfectamente mientras gritábamos, puño en alto “violence, violence”. Y para que no nos pensáramos que todo iba a ir a medio tiempo, pronto “Shellfire” pondría el pie sobre el acelerador, mientras que “Prey for Death” nos llevaría a su influencia por los geniales Testament y esos riffs tan definidos tanto en ejecución como en el cambio de ritmo entre ellos.

Con el público en su bolsillo, John Kevill aprovecharía para arengarnos de cara a la realización del primer circle pit de la noche, obteniendo la positiva y explosiva reacción de las primeras filas. Con “Combat Shock” ya no hizo falta ni que lo pidiera, porque ya fluyó sólo, como algo tan espontáneo como irracional, poniendo el colofón con su particular himno “Total War”.

Poco tendríamos que esperar para tener de nuevo en Madrid tocando a la sensación del thrash norteamericano de los últimos años.

Los de Denver salieron como una exhalación, deseosos de estar una vez más ante su público español, aunque quizás también algo picados por el feo detalle que tuvo el responsable de la música en la Sala Caracol de “amenizarnos” su prueba de sonido tras las cortinas del escenario con el “I Will Always Love You” de Whitney Houston a toda pastilla, algo totalmente improcedente para la ocasión.

Venían presentando su reciente larga duración de nombre “Conformicide” (del cual pronto tendréis su review en esta página web), el cual parece haber dividido a sus fans de los primeros álbumes, pero que, a mi parecer, continúa haciendo de HAVOK una de las bandas punteras del género.

Con su torso dentro de una caja de embalaje al que habían rotulado la palabra “mosh” en el centro, David Sánchez salía a por todas junto con el resto de sus compañeros, tirando de clásico con el tema homónimo de su álbum “Point of no Return”.

No tardaría en caer el primero de los temas pertenecientes a “Conformicide”, un “Claiming Certainty” que cayó como todo un pelotazo sonoro en la noche madrileña. A continuación, dedicada a todos los políticos corruptos que juran su cargo para servirnos a los ciudadanos y terminan llevándose el dinero para ellos mismos, llegaría el brutalérrimo “Hang ‘em High”, uno de los temas más increíbles de reciente cuño.

No tardaron en hacer acto de presencia los primeros moshers gracias a “Prepare for Attack”, mientras que en “Fatal Intervention” llegarían los primeros circle pit a la vez que el alucinante bajista Nick Schendzielos nos mostraba su destreza con la técnica del slap para introducirnos el poderoso tema.

Prometiéndonos algo más rápido, llegaría “No Amnesty” de su magna obra “Time is Up”. Pidiéndonos que aprovecháramos nuestro tiempo en esta corta vida, se introduzco “DOA”. Y para que no olvidáramos que estaban presentando su nuevo lanzamiento, nos regalarían una alucinante “Ingsoc” que, personalmente, me parece uno de los mejores temas de su carrera. ¡Qué pedazo de introducción!

“From the Creadle to the Grave” volvería a poner la potencia del thrash metal en lo más alto y por su parte, “Intention to Deceive” nos deleitaría con esa amalgama de riffs bien hilados con un despliegue técnico encomiable por parte de los cuatro músicos.

Saludando a sus amigos de ANGELUS APATRIDA allí presentes y con los que han girado por Europa, así como al resto de bandas que habían tocado aquella noche, llegaría otro de los momentos cumbres de “Conformicide”, el potente “Give me Liberty… or Give me Death”, con el que encararían la recta final propiciada por su himno “Time is Up”.

En resumen, vivimos una gran noche de thrash y death con cuatro bandas excelentes, buen sonido y mejor compañía, con una muy buena entrada en la Caracol, repleta de fans deseosos de vivir la adrenalina que esta maravillosa música puede hacer correr por nuestras venas.

Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com