SÁBADO 3 DE AGOSTO
De nuevo un día más afrontábamos incrédulos la última jornada del festival, asombrados por la magnitud que estaba adquiriendo, y lo que quedaba por venir. Sobre las 18:15 pasadas emergieron en el escenario Monster, en representación de un muy prometedor Thrash Metal, los catalanes CRISIX. Quienes, por cierto, fueron de los pocos (junto con RISE TO FALL) que se acordaron de los afectados por el accidente de tren de Santiago, a los que mando todas las fuerzas posibles yo también.
Podríamos comparar este concierto con el de VITA IMANA del día anterior, aunque en este caso los problemas de sonido fueron causados por una ecualización algo pobre, que derivo en guitarras irregulares y bajas a ratos; así como un sonido de batería demasiado abombado y tosco.
Pero a pesar de esto, al igual que ocurrió con los madrileños, CRISIX consiguió imponerse a las adversidades y sobrepasar los problemas ajenos a ellos para demostrar que realmente son capaces de salir airoso de cualquier situación.
Obtuvieron exactamente el mismo resultado que sus compañeros el día anterior, consiguieron agitar al público allí congregado de una manera inigualable, quedando demostrado que aunque las discográficas no lo hagan tanto, nosotros sí que sabemos apreciar el producto nacional, sobre todo si tiene una calidad de este calibre: “Frieza The Tyrant”, “Rise… The Rest”, “Brutal Gadget” o su última “Ultra Thrash”, en la que Guillermo Izquierdo (ANGELUS APATRIDA) y Pla (MUTANT SQUAD) ayudaron a cantar y a montar una buena.
Al acabar CRISIX, nos vimos sobresaltados por el sonido y la agitación que se estaba gestando en el escenario Arnette. Allí andaban THIRTEEN BLED PROMISES, mostrándonos un escaso pero enervado público en uno de los bailes más bestias que yo he podido contemplar. Los puños y las patadas volaban entre la gente con una fuerza capaz de noquear a más de uno, todo ello animado únicamente por el vocalista y líder, Turri, que no compartía la posición estática de sus compañeros, quienes dispusieron a nuestro sentido un deathcore mordaz que apisonó el recinto hasta que comenzaron TOUNDRA en el escenario Jäger.
A decir verdad, los madrileños consiguieron eclipsar el final del concierto anterior con la sombra oscura y extasiante que confiere su post rock tan personal. Fueron muy aplaudidos tras su actuación que nos dejó suficientemente relajados para el coche de pesos pesados que empezarían en unas horas.
Después de haber estado firmando discos desde las siete de la tarde en el stan de Jägermeister, le tocaba saltar al Monster a una banda que, junto con TRIVIUM, forman un la pareja más prominente y dominante en lo que a metalcore, o melodic metalcore, se refiere: KILLSWITCH ENGAGE.
Los americanos han venido a visitarnos para presentarnos oficialmente en directo su nuevo trabajo después de cuatro años. El pasado abril salía a la luz Disarm The Descent, el sexto álbum de la banda que venía cargado de novedades y sobre todo, superaciones. El disco fue grabado tras la salida del grupo del que ha sido vocalista de KILLSWITCH, durante prácticamente los últimos diez años, Howard Jones, por problemas de salud.
El sustituto más afín y sin duda más acertado para ocupar su puesto ha sido el cantante original de la banda, Jesse Leach, quien ha vuelto a aportar a la banda su ferocidad vocal y su amplio registro de voz más extremo y desgarrador que Howard.
Todo esto y mucho más pudo ser apreciado a partir de las 21:30 en un concierto que empezó con fuerza desde el principio con “New Awakening” y “A Bid Farewell”; aunque hay que destacar la falta de Justin Foley en la batería por un accidente de bicicleta, su lugar fue ocupado por un correcto Jordan Mancino (AS I LIE DYING).
Entre las siguientes canciones se incluían “The Hell In Me” o “Life to Lifeless”, donde la perfecta comunicación entre la batería y la guitarra obligaba a levantar los pies del suelo. Vimos a unos músicos que, realmente, disfrutaron sobre el escenario igual o más que los propios fans, bromeando entre ellos y jugando con los instrumentos cómicamente. En cuanto al sonido, la parte rítmica fue complacientemente estridente.
Hay que decir que el volumen de la voz se mantuvo bajo durante todo el concierto, pero fue algo que no importó verdaderamente porque el respetable coreó absolutamente todas las canciones que expusieron. Su set list también incluiría “Take This Oath”, “The Arms Of Sorrow” o “This Is Absolution”, canciones que pasaron entre más bromas, más pogos y más polvo. A partir de aquí, empezó el crescendo final del show con la locura desatada en “Rose Of Sharyn” e “In Due Time”, tras la cual el impecable Adam Dutkiewicz, que no dejó de saltar en todo el concierto, tuvo unas palabras de agradecimiento para todo el público y también mandó un saludo a su batería de baja.
Para terminar, se marcaron una brutal triada formada por sus canciones más célebres, que interpretaron con la misma rotundidad y energía que el resto del concierto: “My Curse”, “The End Of The Headhache” y “My Last Serenade”, que acabó con un orfeón de miles de personas que estaban echando el resto en uno de los últimos puntos fuertes del festival.
Apenas quedaban media docena de bandas, de las 65 que finalmente acudieron al festival, para que éste llegara a su fin, aunque nuestras últimas paradas fueron únicamente para ver un corto rato a los recién reunidos BLACK FLAG, pioneros del hardcore punk que, omitiendo otra reunión en 2003, llevaban más de 20 años sin ofrecer su música al mundo. Destacaré solamente el curioso sonido que Greg Ginn le dio a su guitarra conectándola con un theremín que manipuló extasiado en canciones como “Rise Above” o “Louie Louie”.
Por último, y a modo de colofón final, asistimos a presenciar el concierto de la banda que ha conseguido mantener viva la llama del punk rock durante más de 30 años, BAD RELIGION, quienes ciertamente nos deleitaron con muchísimas canciones como “American Jesus”, “21st Century” o “Dept. Of False Hope”. Canciones que, para nosotros, decía adiós al RESURRECTION FEST 2013.
En conclusión, puedo afirmar que el festival ha cumplido y superado enormemente mis expectativas tanto a nivel de disposición y desarrollo, como a nivel musical por parte de la mayoría de bandas que allí se reunieron durante los tres primeros días de agosto. Chapeau por la organización, que no deja de trabajar y mirar hacia el futuro, como buena prueba de ello son las confirmaciones para el festival del año que viene de AUGUST BURNS RED, HEAVEN SHALL BURN y el primer cabeza de cartel: NOFX. Por último, no me puedo despedir sin mandar todo mi apoyo también para Don Melchor Roel, alcalde de Viveiro, quien sin duda vencerá a su enfermedad y seguirá poniendo el alma y el empeño en el RESURRECTION FEST 2014.
Texto: Carlos Esteban San Miguel de RabaBasa.com