Con una semana en la que de lleno habíamos entrado en la climatología más tormentosa a nivel otoñal, se hacía propicio disfrutar de una de las leyendas del black metal europeo, unos DARK FUNERAL pletóricos gracias a la edición de su último disco “Where Shadows Forever Reign”, toda una obra maestra del género.

Sin embargo las expectativas, o al menos las que yo tenía puestas sobre el evento, no se cumplieron en su totalidad. En primer lugar, por la baja asistencia de público (algo menos a la mitad de la sala), a lo que se sumó cierta apatía por parte de una banda estática en exceso, quien se limitó a interpretar los temas -correctamente, todo sea dicho- sin más, faltando cierta conexión y energía que animara al público inamovible durante buena parte del concierto.

Por si fuera poco, el sonido se mantuvo plano, sin brillo, especialmente en las guitarras, a las que no sólo les faltó algo de volumen, sino sobre todo, cuerpo para resaltar los muchos matices de los que se nutre la música de los suecos.

Antes que nada, y ante apenas unas cien personas asistentes, las cuales aumentarían en número gradualmente a lo largo de su actuación, pudimos presenciar a los brasileños KRISIUN, quienes dieron un señor concierto, con un potente sonido repleto de buenos graves, acordes a la contundencia de su propuesta. De hecho, personalmente fueron la revelación de la velada, superando incluso en calidad, contundencia y agresividad a los cabezas de cartel.

El poderoso trío venían a presentar su último álbum que data del 2015, “Forged in Fury”, aderezando su actuación con otros temas de su pasado. Temas como “Kings of Killing” al contagioso grito de “kill, kill, kill”, “Ways of Barbarism” o “Vengeance’s Revelation” pronto calarían entre el respetable.

Nos alucinaron a todos con su mezcla de complejidad técnica y death metal gracias a “Descending Abomination”, mientras poco a poco la asistencia iba siendo algo mayor. “Apocalyptic Victory” y “Blood of Lions” darían paso al cover de MOTÖRHEAD “Ace of Spades”, recibida con el cariño del recuerdo hacia el simpar Lemmy, poniendo punto y final con el clásico “Black Force Domain” que bautizara su álbum debut allá por 1995.

Poco tardarían los backliners en montar los telones laterales de atrezzo para dar pie a la actuación de los cabezas de cartel. DARK FUNERAL, durante sus primeros compases, dieron un concierto más que correcto, el cual comenzó prometedoramente con los arpegios de “Unchain my Soul”, creando un gran ambiente. “The Dawn No More Rises” sería recibida con algarabía, al igual que un potente “The Arrival of Satan’s Empire”, donde me encantó el colorido juego de platos aportado por la batería.

Sin embargo, confieso que a partir de este momento, el concierto se me hizo algo monótono. Repetitivo incluso. Y es que la actitud de los cinco miembros me resultó demasiado estática pese al empeño que el guitarrista Lord Ahriman hiciera gracias a su imponente presencia. A su vez, el sonido no terminaba de brillar en todo su esplendor, toda una sorpresa a tenor de lo bien ecualizados que habían estado KRISIUN, pero sobre todo faltaban multitud de matices que sí podemos encontrar en sus álbumes de estudio a la hora de los dibujos y acordes de guitarra.

“As I Descend” tuvo su punto gracias al ambiente tenebroso de su ritmo a medio tiempo, aunque para mi gusto, a “The Eternal Eclipse” y Ravenna Strigoi Mortii” les faltó contundencia sonora, algo que en cierta manera recuperó la corrosiva “Shadows Over Transylvania”.

En “Godness of Sodomy” el vocaslita Heljarmadr exhibiría una fusta de sadomasoquismo como aderezo al sugerente tema, mientras que con “My Funeral” conseguirían el momento álgido del show a golpe de clásico cuasi autobiográfico, proporcionándoles esa comunión con el público que tanto se había echado en falta durante el resto del concierto.

Tras un breve mutis, “Nail Them To The Cross” supondría la vuelta por todo lo alto, mientras Heljarmadr jugueteaba con el enorme crucifijo que llevaba al cuello, dándole la vuelta en la posición del anti Cristo.

“Atrum Regina” supondría el perfecto preámbulo para rubricar otro de los mejores momentos de la velada gracias al tema título de su último disco, un “Where Shadows Forever Reign” brutal, denotando la altísima calidad del susodicho, dando a su vez por finalizado un concierto en el que cabría haber esperado bastante más por parte de la banda y su sonido. Seguramente, para la próxima…

Crónica de J. José Jiménez de Rafa Basa