Me veo embarcado en una sensación de deja vu al tener que reseñar el “nuevo” lanzamiento que SONATA ARCTICA, una revisión de su ópera prima y, para muchos su mejor disco hasta la fecha, un “Ecliptica” que en 1.999 supuso un soplo de aire fresco desde las no menos gélidas tierras de Finlandia para un estilo como el power metal  de corte alemán que ya comenzaba a estar sobresaturado  a esas alturas.

Crítica de J. José Jiménez de RafaBasa.com

Puntualizar que ese “ya lo he vivido” que comentaba en el párrafo anterior no es sólo por enfrentarme al análisis de un disco que conozco desde hace quince años, sino también porque no es la primera vez que me encuentro ante la vicisitud de escribir sobre una regrabación. Y sinceramente, saco idénticas conclusiones que con, por ejemplo Manowar hace unos meses: la música, por supuesto, me sigue pareciendo excelente (ya que estamos hablando de trabajos que supusieron un punto de inflexión en sus carreras), pero ante el producto final no encuentro demasiadas diferencias, más allá de la actualización en el sonido, adaptación al nivel que los vocalistas hoy día poseen (lo cual le da un extra de honestidad, todo sea dicho) y, en definitiva, la reinterpretación de, en este caso “Ecliptica” por parte de los músicos que hoy día conforman el combo finés.

Lógicamente la labor de producción es distinta. Se ha mejorado bastante la calidad en el sonido de batería, siendo ahora más contundente y pegadizo, remarcando esas endiabladas partes de doble bombo, aunque por el contrario, y esto lo digo sin haber tenido ocasión de utilizar un metrónomo para compararlos, sí me da la sensación de que algunos temas como “Blank File” o “8th Commandment” suenan ligeramente ralentizados con respecto a la obra original.

Luego está la labor de Tony Kakko, quien adapta las voces y algunas de las melodías más a cómo las ha estado cantando durante los últimos quince años en directo, aunque por supuesto las ha doblado armónicamente, aunque de nuevo con ligeras diferencias con respecto al disco clásico en algunos casos. Cierto es que “Ecliptica” tenía un alucinante trabajo vocal pero no menos lo es que algunas notas eran altísimas y Tony nunca o casi nunca las ha conseguido reproducir en los conciertos, por lo que en esta regrabación se han omitido y/o variado la mayoría de ellas. Llaman la atención, por ejemplo, los coros de “run away, run away, run away” en “Full Moon”, con un número de voces inferior en número y un resultado armónico por debajo de lo esperado.

Todos estos cambios hacen que al que se conoce al dedillo “Ecliptica” le chirríe la escucha de la nueva versión, como por ejemplo, el exagerado vibrato que baña la melodía de teclado inicial en “My Land”, ciertos redobles de batería entre cambios de compás que antes no estaban, la nueva mezcla que da más o menos relevancia a ciertas voces o instrumentos en determinados momentos consiguiendo que echemos en falta matices o apreciemos otros que antes no sabíamos que estuvieran allí, o las variaciones en los solos de guitarra, los cuales están bastante calcados, pero lógicamente con el sello que les da Elias, guitarrista actual.

Como dato positivo, decir que la que mejor parada ha quedado con este lavado de cara es la balada “Letter To Dana”, donde la conjunción de piano, guitarra acústica y flauta travesera ha quedado mucho más integrada, manteniendo el feeling que hace quince años hizo de ella una canción especial y diferente del resto de temas que conformaban “Ecliptica”. “UnOpened” tampoco les ha quedado nada mal, así como “Destruction Preventer”  aunque insisto, en ningún caso superando a la original o añadiendo elementos añadidos que justifiquen –musicalmente hablando- su regrabación.

Estamos pues ante un álbum que no tiene qué aportar a quienes sean fans del disco original y que, quizás para aquellos fans que estén descubriéndolos por sus recientes discos, les pueda resultar interesante de cara a conocer las raíces de la banda, ahora con un sonido y producción actualizados.

“Ecliptica” fue un disco que destacó por derecho dentro de un género abarrotado de bandas que por doquier querían su parte del pastel hacia finales de los años noventa y puso a SONATA ARCTICA en conocimiento de toda una legión de nuevos adeptos. Pero sinceramente, antes que escuchar este “Ecliptica Revisited”, prefiero pinchar su última obra “Pariah’s Child”, un álbum que demuestra que hoy día ellos aún tienen mucho y muy bueno que decir.

Tracklist:

  1. Blank File
  2. My Land
  3. 8th Commandment
  4. Replica
  5. Kingdom For A Heart
  6. Fullmoon
  7. Letter To Dana
  8. UnOpened
  9. Picturing The Past
  10. Destruction Preventer Bonus:
  11. I Can’t Dance (Versión de GENESIS)

Crítica de J. José Jiménez de RafaBasa.com