El final de Black Sabbath no ha supuesto el final de la trayectoria musical de Ozzy, ni mucho menos. El vocalista seguirá viviendo la música en directo hasta que el cuerpo aguante o hasta que “su jefa”, su mujer y manager Sharon Osbourne, se lo permita. Ha concedido unos pocos shows este verano en varios festivales estadounidenses, y quién sabe si se atreverá a dar el salto y a encabezar festivales veraniegos europeos en 2018. ¡Nos debe una tras la cancelación de 2012!
Pero a lo que vamos. En una entrevista reciente concedida al programa Whiplash de la emisora KLOS ha contado novedades muy interesantse sobre el estado actual de su proyecto en solitario. Concretamente, ha confirmado que tiene compuestas “un puñado de canciones”, unas “siete”, entre las que se encuentran dos temas llamados “Mr. Armageddon” y “Crack Cocaine”. Sin embargo, no tiene tan claro que quiera grabar un nuevo disco, ya que ya “no se venden”.
El resto de la conversación, que puedes escuchar haciendo clic sobre estas líneas, trata temas transversales como su influencia en el panorama del rock y metal, cómo se siente tras dar carpetazo definitivo a Black Sabbath y una curiosidad: la historia del fichaje de Zakk Wylde. Al parecer, le daba pereza comprobar los currículums uno a uno para encontrar el sustituto a Jake E. Lee y, al ver su foto, le recordó a Randy Rhoads. Afortunadamente, su técnica le sorprendió, se convirtió en “un miembro de la familia” y, en los últimos tiempos, “ha mejorado de una manera increíble”.