SONATA ARCTICA hace tiempo que no son los que fueron. La banda liderada por Tony Kakko se alejó irremediablemente hace unos cuantos discos del estilo por el que un día fueron aclamados y vitoreados allá por donde pasaban. Las rápidas melodías de su power metal han dejado paso al mensaje intimista y melancólico que puebla recorridos instrumentales más enfocados en evocar y hacer meditar. De ahí que de hace unos años a esta parte los conciertos de los fineses sean una mezcolanza difícil de asimilar para muchos, en especial para aquellos que acudan a un concierto de heavy metal al uso, adjetivo al que, cada vez menos, responde la formación liderada por peculiar vocalista teñido de rojo.

Ahora bien, aquellos que acudieran a la Sala Riviera el pasado Domingo 5 de Marzo con la premisa de disfrutar de un concierto de heavy metal intenso y épico, al menos podrán decir que tuvieron una más que decente ración de ello con la actuación de los canadienses STRIKER, encargados de abrir un concierto que no presentaría, en ningún momento de la noche, poco más que media entrada.

La banda liderada por el vocalista Dan Cleary dio muestras de haber dado un paso más con su nuevo disco homónimo “Striker” y recibieron un cálida acogida desde primera hora de la tarde, completándose la asistencia a todo el concierto durante su actuación. De ahí que el cuarteto no le diera especial importancia a su nuevo trabajo dentro del setlist de la noche, haciendo que el tiempo que estuvieron sobre las tablas se convirtiera en un repaso a lo que llevan haciendo desde que la banda se fundara en 2007, enérgico y auténtico heavy metal de tintes speedicos.

Destacaría de su actuación la intensidad de “Former Glory” o “Lethal Force”, así como lo coreable de su último y celebrado single “Born To Lose”, llevándose los mismos vítores y aplausos tanto su bajista Wild Bill como su guitarrista Timothy Brown, ambos eléctricos y activos en todo momento.

Acabarían con las veloces “Full Speed or No Speed” y “Fight for Your Life”, pletóricos y exhaustos, felices por haber conseguido su objetivo. Convencer.

Más discreto sería el paso de TRIOSPHERE por Madrid esa noche. El cuarteto liderado por la vocalista y bajista Ida Haukland llegaban a Madrid sin nada nuevo que presentar, sino como invitados especiales de SONATA ARCTICA, nuevamente, y con el objetivo de afianzar su presencia dentro de la amplia escena del power metal progresivo, cosa que quizás consiguieran, pero seguramente no gracias a ofrecer un concierto dinámico o especialmente movido, sino solamente a través de su música, por momentos algo tediosa para las tesituras de un concierto.

Aún así la banda lo intentó, ya fuera por la sonrisa y la predisposición de su pequeña pero potente vocalista, como por la discreta movilidad de su guitarrista T.O. Byberg. Su último trabajo data de 2014, bajo el título de “The Heart Of The Matter”, y de él fue la mayor parte del setlist que los noruegos nos entregarían esa noche en Madrid. “My Fortress”, “As I Call”, “Breathless” y “Heart’s Dominion” fueron algunos de los cortes que nos ofrecieron, destacando la poderosa y coreable “Relentless”, momento en el que el público madrileño más se acercó a las intenciones de los noruegos.

Pasado el trago de TRIOSPHERE, que probablemente no quedaría en el recuerdo de muchos de los asistentes al concierto, llegaría el turno de los fineses SONATA ARCTICA, con todo predispuesto a desgranar su última obra discográfica “The Ninth Hour”, constatación más que evidente de que ni son lo que fueron ni en el ánimo de la banda está el serlo en un futuro próximo.

La actuación de SONATA ARCTICA, al completo, fue pausada e íntimista, como el tono de gran parte de sus últimos trabajos, pero también desplegando un buen sonido y un gran estado vocal por parte de un Tony Kakko que se entrega constantemente a favor del sentido y el significado de las letras de los temas más nuevos de la banda, interprentado y llevándolos a un terreno que da gusto comprobar que, al menos, funciona dentro de los objetivos del propio grupo, aunque probablemente se quede corto para todos aquellos fans que acudan a un concierto de los fineses esperando una ración de velocidad infinita de la mano de clásicos como “Fullmoon” o  “Wolf And Raven”, corte que, además, ha desaparecido de sus setlist.

El comienzo con “Closer To An Animal”, acompañado de pie de micro luminoso y una gran interpretación por parte de toda la banda, así como temas como “Life”, “FairyTale”, “We Are What We Are” o “Among the Shooting Stars”, constataron que estábamos de pleno en la gira de presentación de este nuevo trabajo “The Ninth Hour”, mientras que otros como la balada “Tallulah”, la compleja “In Black And White” o la extensa “The Power Of One” subrayaron un concierto donde la mística del mensaje de los fineses se impone al espectáculo visual o al sudor de unos fans que no acabarían exhaustos el concierto, sino más bien reflexivos, por supuesto a expensas de un final, precedido por un emotivo discurso donde el vocalista finés defendió la asistencia a los conciertos, donde la veloz “Misplaced” y la complaciente “I Have A Right” quedarían eclipsadas por la traca final de “Don’t Say A Word” y el outro clásico en el que Kakko y los suyos piden Vodka y más Vodka.

En definitiva, el concierto de SONATA ARCTICA en Madrid fue un concierto para mayor gloria de un Tony Kakko que cuenta con una legión incondicional de fans, una legión que le permite esta evolución como banda a expensas de la creatividad de su mente y su magnetismo como personaje introvertido pero descarado y, en cierto modo, enigmático.

Crónica de Dany Velasco de MetalCry.com