Reincidentes + Yeska – 12 Febrero 2016 – Sala Penélope (Madrid)

Cuando vas a ver a Reincidentes sabemos dónde acudimos, vamos a ver a unas de las bandas más solidarias y reivindicativas del panorama,  la cual además, presenta en sociedad su nuevo trabajo AWKAN.  Treinta años de carreteras, treinta años removiendo conciencias, diecinueve discos después, se sacan de la chistera la obra más completa y totalmente auto gestionado de toda su carrera.

Un libro, 6 temas nuevos y el CD y DVD del directo grabado en su gira Latinoamericana. Los grandes culpables de que a un servidor le salieran los dientes de la rebeldía, Reincidentes, en este nuevo trabajo,  hacen hablar al silencio. Guiado por este vocablo mapuche (Awkan) que significa “rebelarse”, guiño a la Sudamérica contestataria  y a su ejemplo en la lucha antiimperialistas, además, una genial continuación de aquel primer disco en directo Algazara.

Los invitados de honor, los siempre fieles escuderos de los sevillanos, Yeska los cuales también están de estreno de sus  “Versos Zurdos”, con no más de cinco meses en la calle, del para mi opinión, su mejor disco.

Con un retraso en la entrada para los compañeros fotógrafos, los cuales esperan cola para luego comprobar que ya hay gente dentro, (No pido trato preferente, solo la consideración hacia y para el trabajador, facilitándole la entrada o por lo menos su labor). Yeska salía a darlo todo con sus “Pintadas” su primer corte del nuevo trabajo, nos dejaba claro que este cuarteto va dar de que hablar. Y haciendo honor a la verdad, Yeska, siempre han estado ahí, currando, haciendo grandes canciones y mejores conciertos.

Y de aquí la inevitable pregunta (Permítanme la pataleta del relevo generacional) ¿Qué tienen que hacer grupos como Yeska, Horror Business, The Birras…. (Larguísimo etcétera), para ocupar el sitio y el reconocimiento que se merecen?. Dicho esto solo queda  trabajar y dar un gran espectáculo, y aun con la sala prácticamente vacía, Antonio, Julio, Juan y Ángel a la Batería, estaban poniendo el listón en todo lo alto con temas como “A saco”, “Sentencia”  «Ni aprendo, ni me acostumbro (Ni Quiero)» esos riff del genero rey, que es el Rock, los coros que aúpan la canción a lo más alto, las melodías que se quedan en la retina del cerebro, grandes canciones, como con “Otra canción”, el hit del nuevo disco  “Versos Zurdos”  y la gran perla del disco, “Montescos y Capuletos”, en si todo el trabajo lo es, un triunfo para el Rock conceptual de esta época.

Retomábamos este dulce camino al infierno y no podía faltar el “Cabaret de Damas Libres” para una recta final donde el rezagadísimo publico empezaba hacer acto de presencia, empezaba a sonar “El Cristo de los perros” y “Los chicos de barrio” como absoluto colofón a un concierto de una banda que en nada será indiscutible.

Llegaba el turno a los anfitriones de la noche, Reincidentes con la disposición escénica de siempre, asalta con golpe certero la noche, empezando como normalmente acababan sus conciertos, “Jartos de aguantar” ¿Una buena bala desperdiciada? No… Nada más lejos de esto, Reincidentes rindió a un gran nivel, teniendo en cuenta sus años, cuando están arriba se vuelven inmortales. Una primera parte con temas de siempre como “Cucaracha blanca”, “La ciudad de los sueños”, “Carmen” y  “Sin parar de buscar”, se iban intercalando con los temas inéditos de Awkan como “Váyanse a la mierda”, “Refugiado” y “La cuneta del olvido” , también hubo momentos para la regresión, cuando escuchamos en directo temas que no suelen tocar, como el caso de  “Otra vez” y  “No somos nada”.

Uno de los momentos más significativos de la noche llego, justo después de “Poema social de guerra y muerte”  suena un emotivo homenaje a David Bowie entonando unos de sus grandes himnos. Después llegaron “Huracán”, la oda al desierto más inconformista con “Sahara adelante”, una de las mejores canciones, esos diamantes en bruto, que en directo son absolutamente necesarias sonaba “El sur” y claro Madrid por arte de magia, se convirtió en una provincia más de esa Andalucía rebelde de García Caparros, Lorca, formando parte de su tierra, a la que llaman libertad.  Reincidentes nos daba su colosal concierto sin pausas, con las leves interrupciones de la siempre sagrada parada para afinar.

En la parte central del concierto llegaban los temas legendarios, “Aprendiendo a luchar” “La rabia”, “Nazis nunca”, “Latinoamérica”, “El cuento del alfajor” entre otras sublimes canciones, que forman parte de nuestra vida. Tras la siempre apoteósica “La Republicana”, llegábamos a los bises, instante clásico, en el que publico jaleaba sin parar a los sevillanos al más puro estilo “Algazara”. Y estos a la carga, último round, con las primeras notas de “Ay Dolores” se desato la locura, lapso de éxtasis, el cual duraría hasta el final, gracias a la perfecta unión de todas las canciones que quedaban, sonaron como si fueran una, aquellas “Cartas desde el asilo”, “Rip-Rap”, “Vamos para el infierno”, la enésima versión (cada mejor) del clásico “Una noche más”, concluyendo con “Himno de Bar”, “Grana y oro” y la siempre reconocible en su primera nota “Vicio”.

Yeska y Reincidentes, nos alegraron la vida por dos razones; La primera, a ambos dos, por seguir arengándonos en la lucha sin tapujos ni lenguaje políticamente “correcto”, metiendo el dedo en la llaga de los que nos escuece en estos tiempos tan faltos de participación popular, y tan sobrados de desigualdad económica.

Y la segunda, los Reincidentes, nos acababan de enseñar el camino, el cual su senda está marcada por la actitud, la cual premia por encima de la edad. Larga vida a los Reincidentes y mucha suerte a Yeska, que seguro algún día serán los Reincidentes de nuestros hijos, eso será otra historia, que deberá ser contada como se merece en otra ocasión, hasta entonces, no nos olvidemos del tan necesario relevo generacional.

Crónica de A. Makeda de Insonoro.com