Era 19 de septiembre y nos encontrábamos con el sorprendente comunicado de despedida de Hora Zulú, aunque quizá sorprendente es un adjetivo demasiado aventurado para los tiempos que corren, donde los parones indefinidos por parte de muchas bandas son desafortunadamente una especie de constante. La crisis del sector también afectó a los ánimos de los granadinos y los fans de la banda acogimos la noticia con tristeza y, por otro lado, necesidad, casi obligación, de asistir al menos a uno de los tres conciertos que a modo de desenlace que nos tenían preparados: el 15 y 16 de noviembre en su Granada natal, y el 23 (más tarde se aplazaría al 14 de diciembre) en Madrid.

Crónica de Norber de Manerasdevivir.com

 

 

La historia de Hora Zulú se remonta al año 2000, cuando Paco Luque, por entonces guitarrista de Lagartija Nick, se une a Javi Cordovilla a la batería en lo que sería el germen de la banda. Junto a Álex Bedmar al bajo y Aitor Velázquez al micrófono, constituirían la base sobre la que se ha asentado Hora Zulú durante la mayor parte de su periplo, siendo acompañados estos últimos tiempos por Quini Valdivia a la segunda guitarra. Del 2002 data su primer larga duración, el aclamado “Me duele la boca de decirlo”, excelente carta de presentación de una banda que nos demostraba qué bien se les daba eso de fusionar estilos como el rock, el metal y el hip-hop, todo ello aderezado con toques flamencos y las tremendas letras de Aitor. A partir de ahí, cuatro discos de estudio más, desembocando en lo que a evolución se refiere en el genial “Siempre soñé saber sobre nadie negó nunca nada”, del 2012, quinto y a la postre último (de momento, esperemos) álbum de la banda.

Pero centrémonos en lo que nos atañe, el concierto. Como decía anteriormente, finalmente la fecha elegida para el último bolo, el número 375 en su trayectoria, era el sábado 14 de diciembre, y el lugar, la madrileña sala Penélope. Eran los prolegómenos del evento y se notaba la importancia del mismo, muchos rostros conocidos entre los asistentes, que llegaban desde diferentes puntos del estado para despedir a la banda. Los encargados de acompañar a los granadinos en esta noche de sábado eran Sonora, quienes dieron el pistoletazo de salida a la velada mientras los asistentes terminaban de llegar a una sala que terminó mostrándose completamente abarrotada. De hecho, justo el día anterior se nos informaba de que las entradas estaban agotadas. Y es que la ocasión lo merecía.

Se acercaban las 10 de la noche y todo parecía a punto para el plato fuerte. Sonaba Linkin Park mientras la ya característica arbonaida nacionalista presidía el escenario. Por fin, los Zulú hicieron acto de presencia ante los aplausos del respetable y enseguida sonaron los primeros acordes de “Mis barraqueras”, del último disco “SSSSNNNN”, seguida de la característica “Tango”, desde siempre toda una declaración de intenciones.

La verdad es que aquí un servidor hacía cuenta de tomarse el concierto con relativa tranquilidad, pero era casi imposible evitar embriagarse por la emoción y la energía que tanto grupo como público desprendían. Un público, el madrileño, que volvió a demostrar su entrega tan habitual y que esta vez no iba a ser menos, todo lo contrario, como ya se pudo comprobar al sonar “Con mi condena”, que contó con gran movimiento principalmente en las primeras filas.

El repertorio, era de esperar, contó con presencia de canciones de todos los discos, que para algo era un concierto de despedida, aunque lo cierto es que el predominio lo llevó el “Me duele la boca de decirlo”, quizá su álbum más representativo por la novedad que supuso en su momento. La banda, muy entregada en todo momento, como siempre o si cabe más, con un Aitor bromeando continuamente, echando en cara al resto de los componentes del grupo su nulo trabajo a la hora de componer letras, o diciendo cosas como “esta canción es la última vez que la toco” y que iban a vender todas sus pertenencias por eBay, menos su característico gorro, que era para su madre. Bromas que servían para distender el “trágico” momento del adiós.

Quizá uno de los puntos cumbres del concierto llegó con la locura en el final de “Y no protesto”, seguida de la gran “En tu nada” y de “Tanto que perdí”, una de mis favoritas y al parecer también de Aitor, según comentó cuando empezaban a tocarla, para a continuación proceder a la gran colaboración de la noche, por parte del rapero Sho Hai de Violadores del Verso en “Luego querrán”, una aportación de genial calado hasta en los no demasiado afines al género, como yo, pero cuando la calidad es indudable no queda otra que quitarse el sombrero. El público totalmente entregado y un Aitor visiblemente emocionado despidiendo a Sho Hai diciendo que no se podía ser más grande daban muestra de ello.

El concierto se acercaba a su culminación y no faltó el ver a Aitor recitando la “Profecía” de Rafael de León. Para la traca final, sin bises ni parones, cuatro cortes del primer disco, empezando con “Golpes de pecho” para continuar con “Agua de mayo”. Seguidamente era el turno de “Andaluz de nacimiento”, y aquí tengo que reconocer que me emocioné al comenzar a sonar, fue la primera canción que me entró en su día del grupo y, al ser siempre la penúltima, ya era el signo inequívoco de que aquello se acababa. La guinda final, como en el resto de los 374 conciertos anteriores, “A ver si me entiendes”, en la que desatamos las pocas energías que nos quedaban. El público aplaudía y pedía otra, pero el pescado estaba vendido, por lo que la banda se despidió emocionada agradeciendo sinceramente todo el apoyo mostrado.

No sé si influye el componente emotivo, pero sin duda que éste ha sido el mejor concierto de Hora Zulú que he visto, y han sido unos cuantos. Aitor con esas letras que transmiten tanto y ese saber estar en el escenario llevando él solo toda la responsabilidad vocal de la banda, Quini con esa solvencia a la segunda guitarra, Álex con esa energía al bajo, Javi con esa base rítmica tan imprescindible para la banda y Paco con esa delicia que siempre supone el verle tocar las seis cuerdas, todos con su estilo particular definen lo que es Hora Zulú, un grupo diferente al resto con lo importante y difícil que es ello. No me olvido tampoco, por supuesto, del resto de componentes que pasaron por el grupo, en especial me acuerdo ahora de Ernesto Cabello y sus dos etapas en la banda. A todos, gracias de verdad por lo que nos habéis aportado durante estos años.

Cuesta escribir estas líneas pensando que podría ser la última vez en la que hemos disfrutado de Hora Zulú en directo, ojalá no sea así y en un tiempo los tengamos de vuelta. Mientras tanto, desear suerte a los componentes en sus diferentes proyectos, habrá que seguirles de cerca, que la verdad se lo han ganado. Vinieron, vieron, vencieron y por el camino a muchos nos convencieron sobradamente.

Set-list
1. Intro
2. Mis Barraqueras
3. Tango
4. En el Lugar a Estar
5. Con mi Condena
6. De-Que-Rer-Ser
7. Que me Mata
8. Gabinas de Cochero
9. El Alma y los Pies
10. Por los Ceniceros
11. Toma y Obliga
12. Lluevan Flores
13. Nuestro Entonces
14. Yonki Supastar
15. Que la Tierra te Sea Leve (S.T.T.L.)
16. Y no Protesto
17. En tu Nada
18. Tanto que Perdí
19. Luego Querrán
20. Tientos
21. Coplas de Negra Inquietud
22. Camarada
23. Golpes de Pecho
24. Agua de Mayo
25. Andaluz de Nacimiento 26. A Ver si me Entiendes