Ministry es el paradigma de banda fuera de su tiempo. Dicen que los revolucionarios pagan el precio de ser devorados por los sucesos que ellos mismos propagan o provocan. Ministry crearon el rock industrial, lo que prefiguró también dos modas antagónicas: el nu metal y el metalcore. Ni el uno (ya desaparecido, a Dios gracias) ni el otro (hoy más prolífico que nunca y un tanto pesado, para qué andarnos con rodeos) han sabido o querido pagar la deuda que contrajeron hace más de dos décadas con uno de los combos más novedosos y arriesgados en su arte de la historia del metal.
Puntuación: 7
Crítica de Emilio Morote Esquivel de Metal Symphony
Algunos incluso llegaron a decir que Ministry no eran una banda de metal, sino más bien algo molesto: un híbrido que conjuntaba electrónica marciana y pasada de vueltas con un sonido de guitarras que, precisamente, molestaba por su incómodo parecido con los riffs heavys de toda la vida.
Hoy, triste es decirlo, Ministry caminan rumbo a la extinción. Su guitarra falleció hace unos meses; por su parte, el cantante y alma máter, Allen Jourgensen, un tipo peculiar a quien han imitado y admirado y envidiado docenas de estrellonas del negocio, también está un poco tocado de salud según dicen. Les han quedado fuerzas para crear un último disco, “From beer to eternity”, y encima, por el camino, han rescatado una grabación en vivo ?esta que nos ocupa? de su actuación en el festival de Wacken del año pasado.
Perdónennos el atrevimiento, pero creemos honradamente que Ministry quedan muy por encima de ciertas bandas que el prestigioso festival de Wacken suele llevar como señuelo para que el personal metalero se pase por allí. Nos sobran las formaciones de metal ladrillero, y está claro que el sonido que Ministry transmiten en directo no acaba de cuajar ni de sintonizar en ese selecto ambiente metálico.
Las tropas abonadas al heavy metal en sus diversas variantes ?incluidas las del metal extremo al que, con buena voluntad, podría ser adscrito con fines de mercadotecnia el sonido de Ministry? no tienen muy claro qué hacer delante de unos músicos que, digámoslo ya, pertenecen a otra galaxia. Desde luego que es un detalle que los señores de la organización en Wacken se hayan acordado de Ministry para ponerlos delante de los metalheads, pero también es cierto que estos metalheads no andan muy preparados para apreciar no digamos ya el sonido y la puesta escena, sino también la fina ironía de un hombre que, ¡horror!, habla de Kurt Cobain y Ammy Winehouse antes de desatar su personal concepción de lo que podríamos llamar un ataque termonuclear de sonido, luces y, también, un poco de esquizofrenia.
Por lo demás, la actuación es corta; pero la producción no es mala del todo. No es para tirar cohetes y desde luego se podría haber sacado mucho más partido a un grupo, pero no por los productores del DVD, sino por los señores que diseñaron el escenario donde Allen Jourgensen habría de pronunciar su discurso de caos y terror delante de miles de pasmados heavy metaleros no preparados en su mayoría para digerir el concepto artístico y semipolítico de uno de los últimos genios musicales de nuestro tiempo.
Los cedés, por su lado, no guardan sorpresas. Ministry apenas varían su andanada sónica del directo al estudio. Lo que es una muestra de que, por mucho que digan, su música tiene más de orgánica que de producto de laboratorio. Cuando Ministry desaparezcan del mapa, nos sentiremos un poco más solos, un poco más dejados de la mano de unos artistas de verdadero talento que, ay, van dejando paso (tras su marcha) a discípulos sin la décima parte de su genio. Una pena.
Tracklist:
Enjoy The Quiet – Live At Wacken 2012
01 Ghouldiggers
02 No “W“
03 Rio Grande Blood
04 LiesLiesLies
07 99 Percenters
08 Life Is Good
09 Waiting
10 Relapse
11 New World Order (N.W.O.)
12 Just One Fix
13 Thieves
Bonus Disc Live at Wacken 2006:
01 Fear Is Big Business
02 Señor Peligro
03 No W
04 Rio Grande Blood
05 The Great Satan
06 Waiting
07 LiesLiesLies
08 Worthless
09 Wrong
10 New World Order (N.W.O.)
11 Just One Fix
12 Thieves
13 Khyber Pass
14 Psalm 69
Crítica de Emilio Morote Esquivel de Metal Symphony