La historia de OBSIDIAN KINGDOM es la historia de una banda sin límites, sin ataduras, sin prisas… Comenzaron desde los bajos fondos, aprendiendo a conocerse a sí mismos como banda y como músicos, aprendiendo todo lo que uno tiene que saber en este negocio que cada día es menos negocio y más pasión, y sin más pretexto se pusieron a crear. “Matter” fue la muestra más fehaciente de que había que seguir. Aun cuando aquella grabación suena todavía mejorable, lo que resultó innegable fue el brillo de unos temas muy avanzados para una banda que debuta, a la que se le intuían muchísimas ideas ‘outside the box’ que no se habían visto hasta el momento en una banda de nuestro país. No hacía falta ponerlas en orden, simplemente faltaba más trabajo de estudio, y sobre todo un sonido que hiciera justicia. Así llegó “3:11”, un EP más complejo y con más brillantez, que tenía que servir como anticipo de su primer LP completo. No fue así, pero creo sinceramente que sin el cambio de formación que tuvo lugar en aquel momento, con la entrada de Ojete Mordaza II (batería) y Zer0 Æmeour Íggdrasil (teclados/ sintetizadores), no se entiende lo que desde entonces consiguieron crear con su música. Fue con “Mantiis” cuando de una vez por todas vimos que lo de OBSIDIAN KINGDOM iba en serio. La complejidad de su música alcanzó su cota máxima, abrillantada por una producción que les hizo justicia en una obra maestra dividida en 14 partes, sólo al alcance de unos pocos, que fue refrendada por actuaciones memorables y una gira con CULT OF LUNA que fue “la primera vez” para muchos. La obra, algo sin precedentes en nuestra música, todavía dejaba ver muchas influencias de muy diversa índole, pero sirvió desde luego para darles a conocer al mundo entero y para crearnos el ‘hype’ tan grande que tenemos hoy en día con su esperadísimo segundo LP. Se lo han ganado, porque OBSIDIAN KINGDOM llevan años demostrando ser una banda diferente, una banda sin complejos, y lo más importante, una banda sin techo…
Aunque nadie más que ellos podía tener la respuesta, creo que los que hemos seguido durante años el desarrollo del grupo teníamos claro que “A Year With No Summer” no iba a tener nada que ver con “Mantiis”. OBSIDIAN KINGDOM son una banda altamente polifacética, y lo han demostrado en directo, cuando se sacaron de la manga sus 2 sets diferentes (algo con lo que en España nadie se había atrevido), y también en estudio, con la remezcla tan marciana (y molona) que hicieron de “Mantiis”. La música de la banda barcelonesa refleja siempre sus inquietudes musicales contemporáneas, y con “AYWNS” tenemos un nítido reflejo de la evolución tan grande que han experimentado como músicos en estos años. Sí, este nuevo trabajo ya no tiene casi nada de ‘metal’, pero quizás era el paso que les quedaba por dar. Si bien la música de OBSIDIAN KINGDOM nunca fue nada fácil de describir, seguro que podemos coincidir en que “Mantiis” todavía se regía por muchos patrones que recordaban a la música metal. Desde el tratamiento de muchas de las guitarras y sus riffs, pasando por ‘growls’ ocasionales y ese halo más bien oscuro que lo envolvía todo… aquel trabajo fue único pero en cierto modo todavía sentía cierto apego por un estilo, aunque amplio, eso sí. Ahora sin embargo, la banda catalana definitivamente ha roto del todo las cadenas de lo verbalmente etiquetable, y se desmarca con un trabajo puro, de música quizás más introspectiva si cabe, menos oscura pero sí más misteriosa, donde el grupo saca a relucir lo mejor de su creación de un modo más libre, seguramente más ‘post’ y menos ‘metal’.
Olvidémonos de los ‘growls’, en primer lugar. También de la distorsión, y del uso de la electrónica como lo hacían anteriormente. La voz de Rider ahora suena magnificente, épica, versátil y canalizadora de una emoción virgen hasta el momento. La banda suena limpia, muy nítida, pero también caprichosa, como si por momentos se alejasen de nosotros por medio de ambientaciones y pasajes del gusto rock espacial, para después regresar con fuerza y tirarnos al suelo con violencia. OBSIDIAN KINGDOM suenan aquí a muchas cosas, pero ahora más que nunca, la banda suena a sí misma. Me traen a la memoria a PINK FLOYD, a aquellos primeros años dorados con David Gilmour, pero también a bandas mucho más actuales de ‘art rock’ como puedan ser TRAIL OF DEAD, y por supuesto también a maestros del ‘ambient’ como ULVER, que siempre fueron una referencia para el grupo. Sus temas se abrazan mucho más sencillo que en “Mantiis”, y dejan un poso también más orgánico, más humano.
Ese tema homónimo, por ejemplo, es un torrente de emociones, mientras que en “Darkness”, por ejemplo, el grupo suena rabioso, desesperado, perdido. Otros temas suenan todavía más libres, como ” The Polyarnik”, que parece sacado de una pura improvisación, y de pronto llega “Black Swan”, que tiene sabor a despedida, como si la banda cerrase su pequeño círculo, dando una sensación de unidad temática que siempre ayuda a redondear un disco tan increíble como este. Otro detalle, la banda barcelonesa certifica que se puede hacer un trabajo de música progresiva sin llegar a la hora de duración. Sabéis que odio los tópicos, pero lo bueno, si breve, dos veces bueno.
No hay que olvidar que este supone el primero disco de la formación con Season Of Mist (después de muchos años como banda independiente), y que con la producción de Jaime Gomez Arellano en Londres, el grupo alcanza cotas tan altas como la atención que están captando en toda la escena Europea y mundial. Aquí hay MÚSICOS y grupo para rato, y vamos a tener ocasión de refrendarlo también en directo este año. De verdad, no os los perdáis.
Tracklist:
- A Year With No Summer
- 10th April
- Darkness
- The Kandinsky Group
- The Polyarnik
- Black Swan
- Away/Absent
Crítica de Jorge del Amo Mazarío de RafaBasa.com