El RESURRECTION FEST es un festival que sigue creciendo sin parar y muestra de ello es que para la presente edición cuentan con una de las grandes bandas internacionales, IRON MAIDEN, cuyo nombre en en cartel eleva el festival a un nivel superior.

Muesta de que el festival cada año va a mas y que no quiere parar de crecer es la propuesta que los organizadores están negociando para este año o probablemente para futuras ediciones, se trata ni mas ni menos que de llevar un crucero al festival con alojamiento para mas de 1.000 personas y actividades y conciertos a bordo.

A continuación os mostramos el artículo íntegro extraido de  La Voz de Galicia donde se dan mas detalles de esta noticia:

El Resurrection Fest se ha convertido en un gigante, y con Iron Maiden entre sus cabezas de cartel y otras 74 bandas en la edición de este año apunta a que romperá incluso las expectativas iniciales de la propia organización en cuanto a la afluencia de pública que llegará este año al festival que se celebra en Viveiro. Y las novedades en las que trabaja la organización del Resu no son solo musicales, también las hay que afectan al alojamiento.

Desde hace dos meses los hermanos Iván y David Méndez, cabezas visibles de la organización del Resurrection, negocian con navieras internacionales la posibilidad de traer a Viveiro un crucero, con capacidad para alojar entre 700 y 1.100 personas durante una semana. Un trasatlántico similar en envergadura al Europa, el barco alemán que atracó en Celeiro en octubre del 2013 y que permitió que A Mariña se estrenara en el turismo de cruceros.

«Nos planteamos traer el crucero por dos razones, por la escasa oferta de hoteles, ya que las dos mil y pico plazas de Viveiro no son suficientes, y porque nos gustaría ofrecer opciones de alojamiento diversas y más asequibles, porque los precios se han disparado. Mil euros en una habitación doble tres días hay mucha gente que no se lo puede costear», señala el director del Resurrection, Iván Méndez.

Traer el barco-hotel no es una opción fácil. Y no es una cuestión de calado de la ría, «uno de 4.000 plazas no sería posible, pero similar al que trajo Melchor Roel, sí es factible». La dificultad estriba en la agenda de las navieras y el escaso margen de tiempo para modificar la planificación. «El festival coincide en verano y es la época de mayor actividad de los cruceros, por lo que hay que buscar el barco adecuado; si hubiese sido en otra época ya estaría confirmado. Lo que si tenemos claro es que si este año no lo conseguimos, sí será en el 2017, porque a las navieras les interesa el proyecto».

Será, si llega, el barco oficial del Resurrection Fest, y no solo funcionará como alojamiento. El paquete completo incluirá conciertos a bordo y otras actividades, «y además estará atracado a un paso del propio festival».