Decapitated han estado en el ojo de la polémica desde su reunión en 2009, dos años después del fatídico accidente en carretera que acabó con la vida de su baterista fundador y dejó gravemente herido al entonces vocalista, quien había jugado un importante papel en el icónico “Organic Hallucinosis” de 2005. Con Vogg (guitarrista) como único miembro fundador restante en la agrupación, el renovado conjunto polaco decidió dar un volantazo en su carrera y tomar una dirección distinta a la que habían llevado hasta entonces, haciendo todavía más notoria la delgada línea entre ambas partes de su trayectoria.

Puntuación: 3
Crítica de Esteban Portero de The Metal Circus

 

“Carnival is Forever” se publicó en el verano de 2011, y fue ampliamente criticado por el sector generalmente más conservador de sus seguidores. Desde aquí, sin embargo, no pudimos hacer más que admirar ese colosal trabajo. Vogg y sus camaradas habían conseguido darle un giro de tuerca a su sonido, trasladando su death metal técnico a un espectro mucho más actual, donde las influencias de los estilos “core” eran evidentes, pero al contrario de lo que algunos piensen, sin ser esto algo peyorativo. El resultado fue un álbum sencillamente brutal: sonaban más enfadados que nunca. Más técnicos que nunca. Más explosivos que nunca. Las canciones eran tremendamente complejas a la par que violentas, y todo estaba donde debía estar.

¿Y bien? Tras semejante resurgir, aquellos que caímos en los encantos de ese álbum esperábamos que los polacos abrazasen completamente su nueva faceta, que siguiesen explorando la senda que con tan buen tino habían inaugurado tres años atrás… pero lamentablemente, “Blood Mantra” está lejos de ser algo así. Comenzando por la composición y acabando por la producción, no parece que haya demasiados aspectos que puedan darle la bendición a este trabajo: las canciones toman los rasgos más superficiales de su predecesor y se combinan con un riffeo que a ratos suena demasiado desesperado por recordar a “Organic Hallucinosis”, al mismo tiempo que los elementos core suenan mucho más clicheizados en comparación con lo elaborado de “Carnival is Forever”.

Una producción mucho menos cortante también juega en detrimento de este “Blood Mantra”, que se puede situar fácilmente como el peor trabajo de Decapitated hasta la fecha. La mayoría de temas suenan poco inspirados, soporíficamente simplones y sin una dirección clara, teniendo como máximo exponente canciones como “Veins” o “Nest”, que difícilmente aportan nada a la discografía de la banda. Los cambios de personal también se han hecho notar, puesto que no queda ni rastro de las demenciales líneas de batería de Krimh que nos volaron la sesera hace unos años. En su lugar tenemos a un Młody que no brilla en ningún momento y que palidece en comparación a las impresionantes líneas de “Carnival is Forever”. Definitivamente, puede que a nivel técnico cumpla, pero en el apartado creativo no ofrece demasiado.

El clímax de lo insulso en este álbum llega con “Blindness”, un tema de casi ocho minutos en los que la banda se dedica a jugar a ser Meshuggah (está claro que siempre habían compartido rasgos con ellos, pero esto pasa sobradamente de la raya entre el préstamo amistoso y el refrito). En conclusión, todas las esperanzas que algunos habíamos ganado en 2011 respecto a Decapitated acaban de hacerse pedazos. Supongo que a quienes “Carnival is Forever” les pareciese excesivo, quizá les guste este “Blood Mantra”, pero desde luego para los que esperábamos que los polacos siguiesen labrando su nuevo y singular enfoque musical, supone un jarro de agua fría.

Tracklist:

  1. Exiled in Flesh
  2. The Blasphemous Psalm to the Dummy God Creation
  3. Veins
  4. Blood Mantra
  5. Nest
  6. Instinct
  7. Blindness
  8. Red Sun

Crítica de Esteban Portero de The Metal Circus