Barricada – Agur

El propio grupo en camerinos, un rato antes del show, se esforzaba por transmitir bueno rollo y quitarle hierro al asunto, pero cuando después de dos horas y media de show -en las que, como siempre, lo dieron todo- los operarios de escenario empezaron a retirar las grandes letras que formaban el nombre de la banda, se nos cayó el alma a los pies.

Puntuación: 8
Crítica de Juan Destroyer de MariskalRock.com

 

A la postre, recuerdo y recordaré la noche con muchísimo cariño, porque puedo entonar aquello de “Yo estuve allí”, y este doble CD/DVD se me antoja imprescindible para cualquier fan de los Barri. Los hay que siguen, erre que erre, diciendo que sin El Drogas –solo presente, como Fernando Coronado, en el vídeo introductorio del concierto- Barricada no tenía sentido. Su opinión es muy respetable (de hecho la ausencia de Enrique le resta puntos al lanzamiento), pero también lo es la de los que decidimos darle un voto de confianza al grupo, que respondió con un loable ‘Flechas cardinales’ también representado en el repertorio. 35 canciones nada menos, con especial incidencia, como siempre, en sus dorados años 80, durante los que forjaron la banda sonora de la vida de decenas de miles de seguidores en todo el estado.

Siempre me puso la piel de gallina el final de “Esta noche”, con los instrumentos callando de uno en uno, claudicando ante el cántico de la audiencia; más aún lo hizo el pasado 23 de noviembre, cuando a un rato de poner ¿punto y final? a la vida y obra de Barricada, Boni, Alfredo, Ibi y Ander, todos juntos sobre la tarima de la batería, se quedaron escuchándonos. Y qué decir del adiós definitivo, terminando por el principio: “En la silla eléctrica”, primer tema de su primer disco, ya con todas las luces encendidas en el Anaita, el escenario que más veces pisaron en sus 31 años de historia. Tantos recuerdos asociados a tantas canciones, algunas de las cuales cobraban un significado especial, desde su mismo título en el caso de “Deja que esto no acabe nunca”. Acabó, pero tener su agur inmortalizado en audio y vídeo hace menos dolorosa la despedida.