Desde su vuelta como grupo, hace ya cuatro años, la actividad de la banda madrileña ha sido vertiginosa. A la gira de reunión “De aquí a la eternidad”, que tuvo lugar entre abril y noviembre de 2010, la continúo el lanzamiento de “Superbia” y su correspondiente gira que se alargó hasta el mes de enero de 2012. Sin tiempo casi para descansar se embarcaron en lo que fue su gira de conmemoración a aquel disco en el que consagraron su sonido: “Morfología”. Pocos meses después de terminar dicha gira ya les tenemos de vuelta con “Letargo” el que es ya su séptimo disco, segundo tras la reunión.

Puntuación: 9,5
Crítica de Alberto López de MetalSymphony.com

No estoy diciendo ninguna barbaridad si afirmo que Sôber es quizá el grupo español que menos tiene que envidiar a cualquier producción que venga de fuera, y más concretamente de Estados Unidos. Y en este “Letargo” lo dejan aún más claro de lo que ya lo habían venido dejando. Han fabricado un álbum en el que todo es absolutamente redondo. Empezando por el sonido, grabado, como no, en los estudios Cube con Alberto Seara, y masterizado por Dave Donnelly, quien a prestado sus servicios a gente de la talla de Aerosmith, Red Hot Chili Peppers o Motley Crüe. Todo está en su lugar, con una precisión que asusta, todo suena cuando y como debe sonar y han alcanzado un equilibrio en la producción que es una delicia. En cuanto a los temas, Sôber quizá haya compuesto su álbum más ambicioso y completo, dejando un poco atrás la oscuridad de “Superbia” para adentrarse en terrenos más luminosos donde una cantidad ingente de detalles y arreglos hacen de este “Letargo” una experiencia para disfrutar con calma.

“Afrodita” para comenzar es un tema extenso, que llega a los seis minutos, donde muestran su cara más progresiva, algo que se dará también en más temas a lo largo de este disco. La cabeza enseguida nos retrotrae a la época de “Paradÿsso” para posteriormente avanzar hasta “Reddo”. Numerosos cambios de ritmo y el atisbo de una mayor utilización de la electrónica, herencia recibida a través del tristemente desaparecido Big Simon, marcan este gran comienzo.

El tema elegido como adelanto, “Insecto”, no nos da tregua. Enlazado con el anterior, como ocurre con todos los temas, dándole una conceptualidad a todo el álbum, es un corte más directo, que en estructura nos recuerda a aquel gran “Diez años”. En una primera escucha quizá no se aprecien todos los detalles, como esos trémolos armónicos, que casi pasan desapercibidos pero que le dan un toque diferente a la estrofa.

“Blancanieve” fue elegido como single y hace un par de semana que se estrenó el videoclip con las apariciones de Enrique San Francisco, Paula Vázquez o Nacho Guerreros entre otros. Es seguramente un single perfecto, que resume muy bien el álbum pero que no te da todo mascado, si no que te incita a descubrir el resto. Posee un estribillo que permanecerá en tu mente durante mucho tiempo.

Seguimos avanzando y le toca el turno a una de mis favoritas: “Encadenado”. Con un riff principal brutal que da paso a una estrofa más pesada y contundente, que a su vez da lugar a un pre estribillo marcado por los contrapuntos de caja. El cadencioso estribillo es marca de la casa.

El comienzo de bajo y guitarras del tema que da título al disco tiene un aire muy heavy. El tema posteriormente camina hacia un medio tiempo que va creciendo y que es constantemente cambiante. Un corte que no se disfruta en su totalidad en una primera escucha, no es sencillo, pero que tiene mucho que decir y que da paso a otro de mis favoritos como es “Mañana”. El comienzo lleno de electrónica y sintetizadores que da paso a la artillería pesada es sencillamente brillante. El trabajo de cohesión entre melodías vocales y la evolución musical mostrada en este corte es de los mejores del álbum. La creciente intensidad hasta terminar el estribillo y los tappings de guitarra que acompañan en muchos momentos del tema le dotan de una gran calidad.

“Fugaz” es otro corte más directo y cañero con un sonido muy americano que recuerda por momentos a grupos como Sevendust o incluso a Adrenaline Mob en el riff principal. Todo esto no son más que fugaces, nunca mejor dicho, destellos, porque a lo que de verdad suena es a Sôber.

Es hora de bajar un poco el pistón, con dos cortes de un tempo más bajo y una intensidad más alta como son “Tal día” y “Unax”, el cual está inspirado en la historia personal de un niño del Pais Vasco que tenía una grave enfermedad. La emotividad es palpable y pasa por otro de los mejores temas de “Letargo” con un comienzo casi discotequero, que da paso al sorpresivo resto del tema, que en un principio parece una cosa pero que resulta ser otra totalmente diferente.

Llega el turno de la pequeña joya dentro de la gran joya que este álbum. “Capricho” es un corte épico, ambicioso y grandilocuente donde la inclusión de orquestaciones y la colaboración de las voces de Virginia González Prieto y David Romero Luengo le dan por momentos unos aires de grandiosidad, casi de banda sonora, dignos de mención. Arriesgado e impresionante a partes iguales.

El final llega con “Morfina”, con un riff muy de la época “Reddo”, de tintes muy rockeros y un estribillo realmente pegadizo, y “Otoño”, medio tiempo que va creciendo en intensidad para terminar con un riff con una contundencia casi desconocida en ellos hasta ahora.

Definitivamente estamos ante un disco absolutamente redondo, que, pese a quien pese, es de lo mejor que se ha hecho en este país con diferencia. Mi más sincera enhorabuena.

Tracklist:

1 – Afrodita
2 – Insecto
3 – Blancanieve
4 – Encadenado
5 – Letargo
6 – Mañana
7 – Fugaz
8 – Tal día
9 – Unax
10 – Capricho
11 – Morfina
12 – Otoño

Crítica de Alberto López de MetalSymphony.com