Sonisphere 2011

Sonisphere 2011 - España

SEGUNDA JORNADA: SÁBADO 16 DE JULIO

 

  • 15.00h Apertura de puertas
  • 15.20h HAMMERFALL
  • 16.30h MASTODON
  • 17.50h APOCALYPTICA
  • 19.15h DREAM THEATER
  • 21.15h IRON MAIDEN
  • 23.45h TWISTED SISTER
  • 1.20h URIAH HEEP
  • 2.40h LACUNA COIL

Carpa Sonisphere

  • 3.30h RAFA BASA DJ

HAMMERFALL

El ambiente no obstante fue buenísimo desde las 15:20 de la tarde, que era la intempestiva hora a la que HAMMERFALL, puntuales como pocos, hacían acto de presencia, como digo ante muchísima gente ya desde primera hora.

Hacía unos cuantos años que no tenía ocasión de ver a los suecos, y aunque en sus últimos trabajos no he encontrado la magia y la personalidad de sus primeras obras, queda patente que sobre las tablas siguen siendo una banda fiable y cañera donde las haya, en parte gracias a sus temas más clásicos.

La suya no fue una tarea nada fácil, y aun así, consiguieron hacer olvidar el calor y el «solazo» por espacio de unos 45/ 50 minutos con himnos recientes como «Bang Your Head» (desde luego una de las mejores canciones que han compuesto en los últimos años), «Blood Bound», «Any Means Necessary», y temas ya clásicos como el «Renegade» o la dupla formada por «Hearts On Fire» y «Let The Hammer Fall» para acabar.

El sonido no fue del todo bueno, como no lo fue el de ninguna de las bandas antes de que llegasen IRON MAIDEN (después ya si), pero HAMMERFALL y en especial Joacim Cans, muy alborotador y simpático. Comentar por último que aunque ya ha pasado tiempo, eché mucho de menos a Magnus Rosén sobre las tablas, nada que ver con un Fredrik Larsson mucho más sobrio y desapercibido. Un show muy animado el de HAMMERFALL, desde luego…

 

MASTODON

MASTODON eran los siguientes en caer, y las sensaciones que dejaron fueron realmente similares a las que nos transmitieron GOJIRA el día anterior, con la salvedadde que los primeros practican un post – hardcore bastante más «relamido» y exigente a la hora de entrar en la dinámica de sus temas si no eres fan del grupo, y a juzgar por las caras de circunstancia del personal, parece ser que no había muchos el otro día en Getafe.

Sólo las primeras filas parecían de verdad estar en comunión con los de Atlanta, que aun así sentaron cátedra con un repertorio en el que me sorprendió la ausencia de temas de su último «Crack The Skye», quizás por tratarse de material un poco menos apto para festivales, más progresivo y personal, en favor de más temas de «Leviathan» y «Blood Mountain», igualmente cargados de tecnicismo y virguerías pero más directos en el primer contacto.

El sonido seguramente fue el mejor de todas las bandas que salieron antes que MAIDEN, y eso ayudó bastante a disfrutar del talento de este cuarteto de pirados, que dieron un gran concierto, a pesar de que esa no sea definitivamente su faceta.

Setlist MASTODON:

    • Iron Tusk
    • March Of the Fire Ants
    • Where Strides The Behemoth
    • Mother Puncher
    • Circle Of Cysquatch
    • Aqua Dementiate
    • Crack The Skye
    • Crystal Skull
    • Bladecatcher
    • Colony Of Birchmen
    • Megalodon
    • Blood And Thunder

 

APOCALYPTICA

La resaca era monumental, el calor insufrible y las condiciones de supervivencia en el recinto de conciertos dignas de un campamento militar en pleno desierto de Gobi. Pero el morbo de ver a unos fineses achicharrarse bajo el justiciero sol mientras tocan el «Cello» era superior a cualquier queja que pudiéramos lanzar al aire. Mentira…  Fueron las chicas del grupo las que no dejaban de gritarnos que íbamos a llegar tarde, que éramos unos borrachos, unos gandules… Así que, después de una buena comida, una grandiosa siesta y el empujoncito femenino nos atamos los pañuelos a la cara, nos pusimos las gorras y, ataviados como auténticos bandoleros, nos encaminamos hacia la zona de conciertos para disfrutar de lo que sería una gran jornada de hermandad y Metal.

Llegamos con el concierto ya empezado pero, según lo que me contaron, en lo que sería el momento álgido del mismo. Terminaba «Grace» y empezaba «Master of Puppets». El público, que ya estaba calentito de otros conciertos, se disparó al oir los acordes de la mítica canción y ya todo el show fue sobre ruedas.  Fueron las tres  versiones de METALLICA las canciones mas aplaudidas. «Master of Puppets», «Nothing Else Matters» y «Seek and Destroy»; todas ellas cantadas de principio a fin por los asistentes para el agrado de los músicos.

Salvo unas pegas relativas al sonido el resto de la actuación fue impecable, profesional y con una novedad que dio ritmo y color al concierto, la incorporación de un vocalista ( Tipe Johnson de los Leningrad Cowboys) en aquellas canciones que incorporan partes vocales en los discos de estudio.  La elección fue acertada y de muy buen recibir, gracias al chorro de voz de Tipe los incondicionales pudieron cantar agusto temas como «I don´t care», «End of Me» y «I´m Not Jesus» entre otras. Por otro lado, aquellos detractores de la banda dejaron de fruncir el ceño y cambiaron su rictus por uno más agradable.

Los fineses demostraron ser unos maestros en los suyo, de veras parece que los Cello se van a incendiar al tocar tan rápido. La insana velocidad conseguida en Path, o en el cover de Savatage, Hall of the mountain King, me dejó deslumbrado. Es en estos momentos cuando te reafirmas en el valor que esta banda tiene para el Metal. Es algo nuevo, grandioso y muy curioso de ver. Unas características idóneas para cubrir el cartel de cualquier festival.

APOCALYPTICA se gusta en España, donde siempre son aplaudidos y vitoreados a rabiar, da igual lo que hagan…. Así sonó el clásico «Oe Oe» tras el discurso de agradecimiento del frontman Toppinen que una vez más se esforzó en demostrar, una y otra vez, que APOCALYPTICA si hacen Metal y que no son niños de conservatorio.

Pero no todo el monte es orégano. A APOCALYPTICA le costó encontrar su sonido y, en mi opinión,  el concierto no sonó como debería. En un principio los Cellos se solapaban unos a otros, los graves saturaban de más y la batería sonaba muy por encima de los otros instrumentos. Poco a poco se limaron lso fallos pero en ningún momento de solucionaron del todo.  Una lástima pues quizá por la hora y el calor, las condiciones atmosféricas, y el mentado fallo de sonido, APOCALYPTICA no llegó al sobresaliente alcanzado por muchas bandas del festival quedándose en un raspado notable.

Set List

    • 2010
    • Grace
    • Master of Puppets
    • End Of Me
    • I’m Not Jesus
    • Nothing Else Matters
    • Seek & Destroy
    • Path
    • I Don’t Care
    • Hall of the Mountain King

 

DREAM THEATER

He visto ya a DREAM THEATER siete veces desde aquella primera vez que vinieron a España en la segunda Canciller presentando «Falling to Infinity» y sin duda esta es la que menos me han gustado. Y me baso en varios factores: un sonido irregular, el peor que les he oído en un concierto con un viento que lo empeoraba, un repertorio que no terminó de cuajar, y no será porque no tengan temas más idóneos para un festival (donde a parte de fans del progresivo también hay que meterse en el bolsillo a los que no lo son) como bien demostraron en aquel lejano Monsters de Zaragoza, y un Labrie más pendiente de sortear los inminentes gallos, que de cantar y trasnsmitir. Dejaron claro que son un grupo más disfutable en sala (aunque sea en un Palacio de los Deportes adaptado como hace tres años), a parte de que sus matices musicales no se disfrutan como se debe en plena solanera de Julio madrileño.

Como aspectos positivos, la banda salió con ganas, a darlo todo, y se les vió animados, pero como digo, faltó enganchar con el público, sobre todo en cuanto a repertorio, sonido y condiciones climáticas. Incluso les vi mas unidos, con James abrazándose a todos sus compañeros e incluso con un John Myung más participativo y menos estático, queriendo dejar claro que están unidos pese a la importante baja que les supuso el culebrón Portnoy. Y por supuesto hay que hablar de Mike Mangini, un muy buen reemplazo tal y como demostró, clavando los temas y tocando con potencia y ganas. Pero como digo, lo pueden hacer mucho mejor.

Y con todo, el comienzo fue prometedor con «Under a Glass Moon», aunque Labrie estaba forzadísimo y su voz denotaba cualquier cosa menos naturalidad; no se le veía nada cómodo. «These Walls» bajó un poco la intensidad (pese a ser un gran tema pero como digo, tendrían que haber optado más por canciones del tipo «Train of Thought», álbum del que no tocaron nada por cierto) y la intensa «Forsaken» terminó por desanimar a los no fans que estaban allí viéndolos por curiosidad, aunque personalmente me gustó bastante como les quedó.

La densa «The Great Debate» no ayudó a remontar precísamente (reitero: otro gran tema, pero que no funcionó), aunque «Fatal Tragedy» sí fue de lo que mejor sonó. Estrenaron en España «On the Backs of Angels», dejándonos los dientes largos para lo que será su nuevo disco (que los fans del progresivo estamos esperando como agua de Mayo junto al de Opeth), tras la que subieron el listón con la oscura «Caught in a Web» (donde James volvió a sufrir sobre todo en el estribillo), cerrando con esa obra maestra inconmensurable que es «Metropolis Pt.1: The Miracle and the Sleeper», que gustó a propios y profanos (ahora sí).

Sin duda, esperaba más, mucho más de ellos, y por los comentarios que pude oir de gente que no son fans desde luego corroboraban la opinión que me había hecho del concierto.

Esperemos a la salida del álbum y la gira, porque ahí va a llegar la auténtica prueba de fuego.

 

IRON MAIDEN

Las 40.000 personas que asistieron al festival fueron a ver a IRON MAIDEN, o casi. Allí estábamos casi todos… Algunos, seguidores veteranos que ya habían visto a la banda en otras ocasiones, clásicos y empedernidos fans incondicionales del grupo, gente en general, y también gente muy joven que incluso era la primera vez que los veía en directo. Cada cual tendrá una opinión sobre el show, como ya pasó en Valencia, y pasa en cualquier concierto.

Es cierto que desde hace tiempo, la banda ha optado por no hacer un repertorio repleto de «grandes éxitos», sacrificando estos en pro de nuevas canciones, además esta era la gira de «Final Frontiers» y no la de «From Fear To eternity», su reciente recopilatorio, y por ello había que presentar nuevo material. Hay fans que nunca van a entender que IRON MAIDEN u otra banda del mismo status haga esto. La verdad es que los festivales son mayormente para divertirse, y eso se consigue con un set list lleno de hits, y MAIDEN tienen decenas de ellos. Si alguna vez optan por volver a hacer un show basado en sus temas más populares, -en opinión de muchos y mía deberían hacerlo para felicidad plena de los fans-, esa gira puede ser antológica…Pero no fue el caso, como muchos sabíamos, tras ver el set list que estaban tocando a lo largo de este tour.

Yo en parte, y muchos fans también, agradecemos que IRON MAIDEN toquen nuevas canciones y no solo hagan un repertorio de clásicos…Por ello, es complicado analizar si MAIDEN, como pasó en Valencia, acertaron o no. Sé que muchos fans se fueron decepcionados por no escuchar y vibrar con más hits, pero también se de muchos que les encantó la actuación como tal.  De cualquiera de las formas, IRON MAIDEN llevan treinta y seis años en la palestra, y sea con el set list que sea, demuestran estar a gran nivel, un nivel y salud artística y humana que ya quisieran muchos, incluso más jóvenes que ellos. Sea como sea, a mi me pareció un gran concierto, donde faltaron más clásicos, pero un gran concierto.

Comenzaron de día, algo que solo ellos eligieron y que prácticamente nadie entendimos, pasadas las 9 y cuarto más o menos, y lo hicieron con la intro pregrabada de «Doctor Doctor» de UFO, que fue calentando al  público. Con todo el montaje a la vista, el primero en tomar posesión de su batería fue Nicko. Mientras sonaba «Satellite 15» el resto del grupo apareció, para arrancar con el primer tema como tal: «The Final Frontier», un medio tiempo que a muchos nos chocó que eligieran para apertura de  una actuación a priori tan poderosa. A Dickinson parece que no le importó, porque desde el principio empezó a saltar con sus ya típicos brincos, demostrando que pasan los años, pero él sigue estando en forma y cantando bien.

Desde el inicio, la totalidad del público levantó los puños, las manos. ¡¡IRON MAIDEN estaban allí, ya habían despegado!!

Con un montaje no excesivamente espectacular, -pero efectivo-, (el mismo o casi calcado que ya lucieron en Valencia), sin mucha parafernalia, ni explosiones, ni pirotecnia, la banda siguió conduciendo su submarino metálico, luciéndose de forma sobresaliente con  «El Dorado», que los fans celebraron como si fuera ya un gran clásico. La verdad es que sonó muy bien.

La banda estuvo «como siempre»…En esta ocasión, no sé por qué, pero me fije más de la cuenta en Nicko…Nunca fue de mis baterías favoritos, pero lo cierto es que sorprendió especialmente la pasada tarde/noche. A Harris le vi menos activo y móvil que otras veces, estuvo más calmado, pero siempre en su sitio de líder y acaparando el centro de la escena.

El trío guitarrero Dave Murray, Adrian Smith y Janick Gers estuvo como siempre. El más bregador escénicamente Janick Gers, «como siempre», con sus poses habituales, y el más «parado» Murray, también, «como siempre».  Parece que toda la banda colectiva e individualmente se sabe de memoria sus «pasos de baile» que clavan en cada actuación, ciudad o festival.

El sonido fue más que notable y potente (a mucho más volumen que con el resto de bandas). De todas formas, se escuchaba mejor o peor, dependiendo de la ubicación en el enorme recinto.

Cuando sonó «Two Minutes to Midnight» el publico ¡levitó! Fue una de las sorpresas clásicas, a la que siguieron las nuevas «The Talisman» y «Coming Home» que bordaron, que interpretaron «de lujo», pero que aletargaron un poco a los fans, a la espera de más caña. Parece que el propio Bruce se dio cuenta, cuando dijo: ¡Vamos, cojones! Y animó hasta la saciedad a un público que le secundó dando palmas y participando. Tras estos dos temas, llegó «Dance Of Death» que particularmente me encantó. Es uno de esos temas que ya se ha convertido en clásico.

Otra sorpresa llegó cuando el telón alucinante de fondo desveló en parte, la siguiente pieza: «The Trooper», donde todos se volvieron locos, incluido el propio Dickinson, portando su enorme bandera británica,  que rompió sin querer encima de la tarima elevada izquierda, a fuerza de ondearla y lucirla.

Fue el momento en el que algunas banderas que llevaba el público se alzaron, aunque fue más tarde cuando Bruce mencionó a varios países, de los cuales salieron de la nada más banderas entre el público. No solo había público estatal entre las 40.000 almas, aunque sí de menos nacionalidades de las que quiso adivinar el vocalista.

Tras el gran «The Trooper», vino un momento demasiado tranquilo, lírico y lento para seguir a tan eléctrico  himno. Tocaron entrelazados dos temas muy buenos, pero en mi opinión un poco largos y demasiado relajados como son «Blood Brothers» y «Where The Wild Wind Blows». La banda se volvió a lucir. Se nota que a  Harris y Murray le encantan especialmente están canciones tan ricas instrumentalmente hablando.

«The Evil That Men Do», con un Eddie de unos tres metros como «invitado obligado»,  levantaron a tope de nuevo a los fans. La verdad es que escuchar su inicio guitarrero le pone a cualquiera los pelos de punta. La locura generalizada se coronó cuando un miembro del equipo técnico le da a Eddie una guitarra para que este haga que toca el final de tan insigne hit, ante la locura generalizada.

El remate llegó con «Fear Of The Dark», que fue el orgasmo del festival, con Bruce incansable y enloquecido, y «Iron Maiden», con la irrupción de otro gigantesco Eddie trasero. Este fue el broche provisional a un show que siguió con los obligados bises.

Estos  fueron los habituales «The Number of the Beast», con más locura del público aún, y la gran «Halloweed Be Thy Name».

Felizmente pusieron la guinda con el recuperado «Running Free», donde Bruce hizo que los fans participaran al máximo, y presentó a la banda. Fue el punto final a un gran show, que como ya he dicho, para algunos fue de matrícula de honor, y para otros de simple aprobado raspado.

A mí, me gustó. Me pareció una gran actuación, lejos de ser la mejor que he visto de MAIDEN, pero una gran actuación, teniendo en cuenta los tiempos que corren y los años que lleva la Dama de Hierro en la picota.

 

TWISTED SISTER

Tras el que era el concierto a priori grande del día, un cierto desahogo de los muchísimos miles que había en Getafe viendo a MAIDEN y una larga espera mientras los técnicas despejaban el escenario de todos los cachivaches de los cabezas de cartel, a eso de las 12 de la noche comenzaban a sonar los acordes del «It´s a long way to the top» de AC/DC que abren los conciertos de TWISTED SISTER en los últimos años. Y nada, escenario diáfano, sólo con un sobrio pero elegante telón de fondo negro y rosa con el clásico logo de TS y comenzaba la apisonadora a esbozar lo que de principio a fin fue sin duda el concierto del fin de semana. Y es que una cosa son los gustos y otra el ser objetivo, pero cuando se juntan las dos cosas y además es una opinión tan generalizada, no podemos más que quitarnos el sombrero una y otra vez ante el soberano conciertazo y lección que nos dieron los neoyorkinos de cómo debe de comportarse una banda encima de un escenario.

Ahora podría tirar el comentario hacia que ahora ya no llevan sus pintas habituales, con lo que a priori el concierto no es tan visual o espectacular (y aún así llevaban más pintas que cualquier otra banda de todo el fin de semana, lo que son las cosas). Quizás no esté equivocado si digo que sus conciertos no han cambiado demasiado en los últimos años y que incluso las arengas a las bandas clásicas que siguen en pie tras más de 30 años o las coñas tipo «huevos con aceite» se le podrían hacer a alguien repetitivas (no a mí, ¡Dio me libre!). A lo mejor alguien dice que llevan años viviendo de las rentas y que ¿porqué no dar paso a las nuevas generaciones?… Vale, todo puede ser, pero de repente en un sólo tema han puesto patas arriba el recinto, en dos han demostrado que siguen siendo una maquina de triturar, en tres nos han enseñado a todos lo que es la actitud y la personalidad en el rock, y en cuatro estamos todos rendidos ante la evidencia de que, sin ser los mejores músicos que habremos visto en el fin de semana, son la mejor banda que ha pasado por Sonisphere 2011.

Diversión, gran sonido y encima permaneciendo en un estado increíble, por mucho que de primeras costara un poco ver a Jay Jay French con el pelo corto y con gafas, o a AJ Pero bastante regordete y pelón. Pero no, todo el concierto fue una lección continua de cómo debe de ser un concierto de rock: temazos uno tras otro, actitud y comunicación absoluta entre banda y público, sonrisas continuas, macarrería… y todo esto con la pradera ya a rebosar después del segundo o tercer tema, brazos en alto continuos y el grupo alucinando viendo la reacción de la gente con ellos en España. Es que, son una leyenda y una de las bandas más importantes de la historia, por supuesto, pero me extraña que haya países en el mundo en el que se les reciba como aquí, y claro, se crecen y lo disfrutan como niños con botas de leopardo nuevas. Y ellos en Sonisphere en este caso nos correspondieron con el mejor concierto posible, y de hecho no me corto en afirmar que posiblemente sea el mejor de los ya 5 que les he visto en nuestro país desde aquel lejano Serie Z en 2003 si no recuerdo mal (en Jerez)… y decir esto tras 4 conciertos previos sublimes es mucho.

Pero es que si hablamos de lo que es ver la representación en 2011 de lo que era un concierto y un sonido tan particular en los 80, TWISTED SISTER es quizás la única prueba palpable de que sí, de que es posible. ¡Ah!, y por si no lo he dicho todavía, efectivamente Dee Snider sigue siendo el mejor frontman del mundo, tan sencillo como eso, y además mantiene su voz en perfecto estado: potente, intencionada, con todo el feeling del mundo, macarruza al máximo… De hecho, es que cualquier banda (y en este caso cantante) que quiera saber de qué va esto y cómo se hace lo de cantar rock y heavy metal encima de un escenario, no puede irse a la cama tranquilo todas las noches sin haber visto a Dee Snider en directo. Y es que son una fuerza arrolladora en directo, la expresión viviente de que es verdad, que nadie puede parar el rock n´roll cuando Dee, The Animal, JayJay, Fingers y AJ están sobre el escenario, por mucho que hayan pasado probablemente todos ya la cincuentena.

Comenzando como un ciclón con su habitual «What you don´t know» (sure can´t hurt you), y siguiendo sin hacer prisioneros de la mano de joyas inmortales como «The kids are back» o «Stay hungry» (que sonó con una fiereza descomunal), el caso es que ya digo que desde el principio dejaron claro que por mucho IRON MAIDEN, DREAM THEATER o cualquiera que se les pusiera por delante, esa noche era suya. «Shoot´em down», «You can´t stop rock n´roll» (espectacular) o la épica «The fire still burns» (siempre maravillosa) para dar paso a una de las mejores versiones de «We´re gonna take it» que les recuerdo. De hecho, fue increíble el subidón de los 25.000 que andaríamos delante, con un grito en los primeros estribillos de los que retumban en el pecho durante días… y por supuesto sin olvidar ellos los primeros de hacernos el guiño de «huevos con aceite» al final, con el que Dee Snider sigue partiéndose de risa año tras año (aunque a mí la situación realmente cómica me resulta ver a un mostrenco como Marc Mendoza haciendo los coros del tema) ¡insuperable!

Seguíamos adelante con uno de los momentos más intensos, y es que el que no se emocione en directo con «The price» es que no tiene corazoncito metálico (yo lloré como una magdalena, lo reconozco). Por cierto, curioso el detalle de Dee de pedirnos que encendiéramos los móviles y los pusiéramos todos en alto durante el tema… y es que el efecto no es el mismo de los mecheros de antaño pero sigue impresionando. Al igual que impresiona la cara demoniaca de Dee con un sólo foco rojo intenso apuntándole mientras ataca el comienzo de «Burn in hell», ¡qué grande! Lástima que, como dijo el rubiales vocalista, era un festival y ni pueden llevar todo su montaje ni sobre todo hacer conciertos más largos, pero que íbamos a terminar a lo grande con «I wanna rock», que de nuevo debió retumbar hasta Toledo o Guadalajara. Por cierto, durante el tema tuvimos otro de los momentos del festival con Dee como niño gamberro pidiéndonos que cantáramos «I wanna fuck» si nos gustaba más retozar que roquear… y que si a ellos les preguntan, está clarísimo, aunque aquí no lo iban a hacer no porque no pudieran sino porque quedaría un poco… raro (y se vuelve a descojonar). Eso sí, el gesto gráfico fue impagable: tirar el micro al suelo y empezar a desabrocharse el cinturón de broma. En fin, grande, grande.

Y cuando parecía que efectivamente el concierto iba a terminar así, de repente por megafonía comienza a sonar la vacilona intro del «Come out and play» llamando a la banda a salir a tocar… y efectivamente, allí que salieron en tromba para ofrecernos un «Come out and play» demoledor, rompecuellos al máximo y sonando como un cañón. Ahora sí, era el momento de terminar con ese «SMF» que puso perfecto final al mejor concierto de todo el festival, sin más.

 

URIAH HEEP

Después de TWISTED SISTER y una incomprensible deserción de muchos de los asistentes (que volvieron en un rato al darse cuenta de que esa banda «desconocida» eran una pasada) era el momento de los reclutados a última hora (sin valorar el cambio por ALICE COOPER). Y lo cierto es que una vez más dieron una clase maestra de rock sinfónico, hard rock, rock progresivo, heavy metal o cómo se llame el estilo tan maravilloso que hacen. 41 años de historia, como bien nos recordó el vocalista Bernie Shaw (que está hecho un chaval, por cierto) desde el escenario para volver a hacernos dudar de porqué RAINBOW, PURPLE y demás están en lo más alto y ellos no. Aún así, dieron un concierto de libro, inconmensurable, perfecto de principio a fin y que, si se le puede poner alguna pega, es que sonaron quizás demasiado altos en algunos momentos.

El guitarrista Mick Box y sus mayores (que decir «chicos» se me hace raro en este caso) demostrando que la veteranía es un grado y que incluso se permiten el lujo de hacer temas nuevos, como «Nailed on the head» y la propia «Into the wild» (que da nombre a su reciente nuevo discazo), que no desentonan en absoluto en un set list cargado de joyas tan sublimes como la ensoñadora «Return to fantasy», «Look at yourself» (¡qué maestría en la interpretación y qué gusto y elegancia durante toda la duración del tema!), la conocida y movida «Easy living» o ese «July morning» único que me sigue pareciendo una de las canciones claves de la historia a la altura de cualquier superhit de los 70 de cualquier banda inmortal que podáis nombrar.

Una pena que el concierto fuera breve y nos impidiera disfrutar de algunos clásicos más, pero aún así salimos todos tremendamente satisfechos tras comprobar que URIAH HEEP siguen siendo una banda superior y que la leyenda de tamaño nombre sigue haciendo justicia encima del escenario. Sabias canas y ese toque mágico y elegante por un lado que rivalizaban con la potencia descomunal del nuevo batería, que es una máquina, por cierto.

Y es que me quedo con esa sonrisa perenne en los labios de Mick Box mientras su mano dibujaba melodías en el aire en ese gesto tan característico suyo, mientras la banda daba lecciones de instrumentación, musicalidad, rock de todos los colores y clase absoluta del primer segundo al último. Maravillosos…

 

LACUNA COIL

Cerrando la edición de este año, quedaban todavía LACUNA COIL por entrar en liza después de una jornada eterna y agotadora que todavía daba sus últimos coletazos. La gente, como es lógico, se había marchado en masa sobre todo después de TWISTED SISTER, pero todavía quedaba un buen reducto de incondicionales aguantando estoicamente a que Cristina Scabbia, Andrea Ferro y compañía saliesen a escena, y la verdad es que se hicieron muchísimo de rogar, algo de muy mal gusto a las horas de la madrugada a las que estábamos, después de un día casi interminable.

Finalmente salieron ante más o menos unas 5.000 personas, jóvenes en su gran mayoría, y a pesar de que el horario no les fue nada favorable, LACUNA COIL hicieron un alarde de profesionalidad y saber estar para marcarse un concierto bastante entretenido, sonando muy, muy bien y ayudando bastante a que la gente estuviese con ellos hasta el final. Desde luego pocas veces habrán tenido que torear en una plaza como la del sábado, con un público que era de todo menos suyo y a horas intempestivas de la madrugada, y aun así, supieron entretener y estar a la altura de un evento como este.

Muy bien Cristina y Andrea, complementadísimos y muy activos tanto con el micro como sin él, y bien como siempre el resto, especialmente Marco al bajo, que no paró de posar y venirse arriba. Gustó especialmente la versión del «Enjoy The Silence» de los DEPECHE MODE, así como el inicio con «Underdog» o temas como «Heaven’s A Lie», «Spellbound» y el final con «Our Truth».

 

Crónicas de Rafa Basa, Dani Pastor, Jorge del Amo Mazarío, J. José Jiménez y David Esquitino de RafaBasa.com