La quinta jornada de la edición 2010 del Rock In Rio Madrid congregó a 48.000 seguidores, una cifra realmente considerable si tenemos en cuenta que se celebró en lunes. Seguramente esta cifra se hubiera incrementado en unos cuantos miles más de haberse desarrollado en sábado como estaba prevista inicialmente. Aún así, notable cierre a cinco días en los que se han reunido 250.000 personas y que tendrá continuidad en 2012 con una nueva edición que esperemos apueste por el rock de una manera más decidida.
Crónica de Juanlu Herranz de MariscalRock.com
El día había tenido una climatología extraña, pero al llegar al recinto, el sol imperaba y nos acompañó durante buena parte de la tarde. Una vez más, el escenario Sunset fue el encargado de dar inicio a las actuaciones con una actuación conjunta de BARÓN ROJO y la banda de versiones HAIL!, capitaneada por Andreas Kisser (Sepultura) y donde debía haber participado en el bajo el recientemente fallecido Paul Gray (Slipknot). La formación de Barón Rojo no es la original recuperada durante este año, sino con los dos hermanos De Castro y Gorka y Rafa a la sección rítmica. Apenas tuvieron tiempo de entonar cinco canciones, destacando “Barón Rojo”, “Resistiré” e “Incomunicación”, dando paso a la colaboración con ambos grupos en el escenario, en la que rindieron homenaje al recientemente fallecido Ronnie James Dio atacando “Neon Knights” y rematando con otro clásico de Black Sabbath, pero de la época de Ozzy, “Paranoid”. Más tarde se subieron MARILLION a quienes no pudimos ver, pero que nuestros espías nos han soplado que realizaron un gran concierto.
Nos movimos al Escenario Mundo, de donde no nos moveríamos el resto de la noche, para ver la actuación de los renacidos SÔBER, que actuaban ante su público. Ellos no defraudaron en absoluto y apostaron por lo seguro. Teniendo en cuenta el tiempo del que disponían, lo ocuparon en ofrecernos un “grandes éxitos” comenzando con “Oxígeno” y cerrando con “Loco”. Entre medias, tiempo para duelo de baterías en “Sí”, con Carlos soltando el bajo para dar una demostración con las baquetas. Manu Reyes cumplió en el cometido de sustituir al inolvidable y tristemente fallecido Alberto Madrid y la gente quedó satisfecha y con motivos.
Setlist SÔBER: Oxígeno/Lejos/Mis cenizas/Hombre de hielo/Sombras/Arrepentido/Si (drums)/La nube/Paradyso/10 años/Loco
A última hora, se colaron en la programación los madrileños INLOGIC, que gozaron de quince minutos ante un gran número de público, que en su mayoría desconocía su incorporación, pero que les trataron bien a la espera que saliera el segundo plato fuerte del día, los incombustibles MOTÖRHEAD.
Lo de Lemmy Kilminster es una especie de pacto con el diablo. Si no, no se entiende que siga siendo la locomotora de una apisonadora sónica que tiene dos pilares ante los que quitarse el sombrero, Phil Campbell (guitarra) y Mikkey Dee (batería). Al grito de “We are Motörhead and we play rock and roll” dieron el pistoletazo de salida para una hora de lujo. Se sucedieron clásicos de toda la vida como “Iron Fist”, “Stay Clean” o “Metropolis” con otras composiciones más recientes como “The Thousand Names Of God” o “Rock Out”. Nos dejaron una rareza en forma de la cara-b “Cradle To The Grave” y se les sumó Andreas Kisser a la guitarra durante “Going To Brazil” y también en el “Overkill” que cerró el concierto. Antes que esta, la inevitable “Ace Of Spades” volvió a ser el momento preferido del que suscribe esta crónica. En diciembre (nos visitaran en gira propia en salas) habrá que repetir ración, que se nos hizo muy corta en esta ocasión.
Setlist MOTÖRHEAD: Iron Fist/Stay Clean/Be My Baby/Rock Out/Metropolis/Over The Top/One Night Stand/(Guitar solo)/The Thousand Names Of God/Cradle To The Grave/In The Name Of Tragedy/Going To Brazil/Killed By Death//(bis) Ace Of Spades/Overkill
Y el punto y final a la edición, le correspondía ponerlo a los “Four Horsemen”, los grandiosos METALLICA. Con un retraso cercano a los tres cuartos de hora y tras sonar el “Heavy Metal Thunder” de Saxon, se apagaron las luces y por las pantallas apareció la escena cumbre de “El Bueno, el Feo y el Malo” en donde la grandiosa composición de Ennio Morricone, “Ecstasy Of Gold” muestra toda su fuerza.
En esta ocasión, la elegida para iniciar la actruación fue “Creeping Death”, mi favorita en esta misión (por encima de “Blackened” y “Battery”), que además se vio concatenada por “For Whom The Bell Tolls”, un inicio absolutamente imbatible. La banda sonó engrasada y potente, con un sonido descomunal, muy superior a lo que vivimos en su doble visita a la capital en recinto cerrado del año pasado y con un James Hetfield pletórico en su función de frontman.
Realmente tendría que repasar los repertorios de las otras nueve ocasiones en las que me he enfrentado a los de San Francisco, para valorar si no ha sido el mejor arranque que yo haya vivido. Y es que no bajaron el acelerador y les siguieron dos temas tan poco habituales como “Through The Never” y “Disposable Heroes” antes de darnos un breve respiro con la siempre emocionante “Fade To Black”, con un inicio atípico con una guitarra acústica a cargo de James que nunca antes había visto. Lars sudó la gota gorda intentando mantener el frenético ritmo que se habían auto impuesto, aunque en esta ocasión cumplió con su cometido y nadie puede sacarle los colores como si ha pasado en alguna otra actuación.
Como siguen en su tercer año de gira de ‘Death Magnetic’, llegó el turno a un pequeño repaso compuesto por los dos primeros temas del disco, “That Was Just Your Life” (con un bonito video de introducción) y “The End Of The Line”. A continuación le dedicaron a Lemmy el “Sad But True” y volvieron a ponernos la piel de gallina con “Welcome Home (Sanitarium)”.
“Cyanide” fue el último recuerdo a los Metallica del siglo XXI antes de otra sucesión de esas que te quitan el hipo y no te deja más posibilidad que reverenciar a los cuatro músicos. Las explosiones habituales precedieron a un “One” antológico, que desembocó en una de las mejores interpretaciones de “Master Of Puppets” que uno recuerde. La inesperada a esas alturas “Fight Fire With Fire” volvió a subir las revoluciones a una noche en la que a esas alturas no sobraba la ropa de abrigo y Kirk Hammett nos ofreció un breve solo de guitarra antes de tocar los dos temas más celebres del ‘Black Album’, “Nothing Else Matters” y “Enter Sandman”. Este último se convirtió en el tradicional cierre con fuegos artificiales.
Para los bises, muchos éramos los que esperábamos que apareciera el viejo Lemmy a tocarse alguna canción con sus muchachos, pero tras juguetear con las notas del “The Frayed Ends Of Sanity”, anunciaron que la versión elegida era el “Am I Evil?” de Diamond Head. A pesar de esa pequeña desilusión, la recta final fue igualmente majestuosa con el ‘Kill ‘Em All’ como protagonista absoluto, con “Phantom Lord” y “Seek And Destroy” como colofón definitivo a las dos horas de actuación que volvió a refrendar el tremendo estado de forma de James, Lars, Kirk y Robert, a quienes además debo agradecer su exquisito trato con los fans que pudimos acceder al “Meet & Greet” previo al concierto, del que puedes ver alguna muestra en esta crónica.
Lars no me concedió el deseo de poder escuchar por primera vez en directo “Dyers’ Eve” (no, no pude estar en Zaragoza en 2004), pero fue agradable charlar con ellos durante un rato, sacarnos unas fotos y ver firmados algunos objetos. Tendré que esperar a la undécima ocasión para ver si me saco la única espina que me queda con el grupo. El año que viene se cumple el treinta aniversario de la banda y seguro que les tenemos en el verano de nuevo en Europa. Hasta entonces nos quedamos con el maravilloso recuerdo de esta noche. Gracias por todo.
Setlist METALLICA: Creeping Death/For Whom The Bell Tolls/Through The Never/Disposable Heroes/Fade To Black/That Was Just Your Life/The End Of The Line/Sad But True/Welcome Home (Sanitarium)/Cyanide/One/Master Of Puppets/Fight Fire With Fire/Nothing Else Matters/Enter Sandman//(bis) Am I Evil?/Phantom Lord/Seek And Destroy
Crónica de Juanlu Herranz de MariscalRock.com