Aún con el recuerdo fresco del excelente concierto ofrecido en Barcelona hace escasas semanas en el ROCK FEST, el simpar ALICE COOPER pone en circulación su álbum de estudio número veintisiete, conservando ese aire clásico de los años setenta tan característico suyo, así como santo y seña desde aquella vuelta a los orígenes en el año 2003 con aquel “The Eyes of Alice Cooper” tras sus escarceos con otros derivados del rock y metal como el hair metal, metal industrial, grunge o incluso heavy metal desde los discos “Raise Your Fist and Yell” hasta “Dragontown”.
Cooper continúa siendo el artista en solitario más en forma dentro del rock duro, editando trabajos de calidad con una regularidad de tres a cuatro años y sin parar de girar, llevando a todos los rincones del mundo su circo de terror y diversión, manteniendo una banda excelente, de esas que no tocan sólo por un sueldo, sino que disfrutan con su trabajo, acompañando al mecenas de los ojos pintados en negro.
Así lo demuestra en “Paranormal”, todo un notable ejercicio de cómo facturar un álbum de rock clásico, manteniendo los patrones que ya se dibujaron hace más de cincuenta años, pero demostrando que, cuando tu trabajo es tu pasión, la creatividad se mantiene viva. “Paranormal” es un disco sin sorpresas estilísticas, pero eso no lo hace menos disfrutable. Durante los doce temas que lo componen, se nos invita a realizar un viaje a través del tiempo, con un sonido actualizado, con momentos muy inspirados y manteniendo el interés y la diversión durante todo su minutaje.
Además, estamos ante una colección de cortes de lo más variado, demostrando lo amplias que pueden ser las fronteras del rock propiamente dicho, con el enfoque añadido de la batería de Larry Mullen Jr. batería de U2, quien le ha dado ese sabor, ese toque tan característico de los de Dublín.
El inicio es una pasada, ya con ese rock psicodélico, oscuro e impregnado de ciertos tintes de aquella rama progresiva tan propia de los años setenta. “Paranormal” titula con honor al disco y es uno de sus temas insignia, con esa amalgama de ritmos y atmósferas, separadas y a la vez casadas entre sí con sus parones y ese sencillo y a la vez efectivo arpegio que es el hilo conductor de todo el tema, contando además con la colaboración de Roger Glover en él. Pero también hay momentos para el rock más desenfadado y divertido; ahí tenemos “Dead Flies” con los compases de las estrofas bien marcados por la caja de la batería o un dinámico “Fireball” con unas guitarras más que interesantes creando riffs y melodías mientras COOPER tira de voz limpia en tonos medios que sólo oiremos por uno de nuestros auriculares, en efecto mono y casi como de fondo, con un estribillo tan sencillo que a la vez es una lección magistral de cómo generar algo pegadizo al oído con sólo decir “fireball, in the sky”.
¡Y qué decir de ese pedazo de single que se ha marcado con “Paranoiac Personality”! Con esa apertura tan “Welcome to my Nightmare” desembocando en un un tema pegadizo durante los tres minutos restantes, con otro pedazo de coro para enmarcar. Y por si la cosa pudiera parecer de pequeña envergadura, ALICE coge y llama a su colega Billy Gibbons de ZZ TOP para que le acompañe en “Fallen in Love”, poniendo el solo a ese ritmo vacilón que se saca de la manga construyendo otro de los grandes momentos del álbum.
No hay momento para el descanso con un potente “Dynamite Road” donde el redoble de caja sumado a bombo y charles va marcando el paso de cada uno de los dos minutos cuarenta y dos segundos que dura. “Private Public Breakdown” tiene un desparpajo muy ocurrente, siendo un medio tiempo de tres acordes principales que son los que llevan las riendas de otro de los temas más destacados en cuanto a su estribillo. Todo lo contrario que “Holy Water” con sus metales apoyando las notas, todo un homenaje al charleston pasado por el tamiz del rock duro.
Llegamos a la recta final con otro de esos temas que invitan a mover los pies al compás ya que “Rats” es un sencillo rock&roll de los de toda la vida, jugando con las notas y progresión de acordes clásicos. En amplio contraste, “The Sound of A” tiene ese halo de maldad, oscuro y decadente tan propio de ALICE COOPER en los años setenta, homenajeando a los BEATLES -de hecho, el artista vocaliza y entona como el mismísimo John Lennon durante todo el tema- en una de esas baladas que rezuma misticismo y que tanto nos encanta a quienes llevamos años siguiéndole.
Y no paran las buenas sensaciones, pues como temas bonus encontramos, en un segundo disco adicional, aparte de una colección de temas en directo sacados de su última gira, dos canciones compuestas e interpretadas por la banda original de ALICE COOPER, con quienes llevaba sin grabar desde 1974. Tanto “Genuine American Girl” (con ese aire descarado, donde COOPER se ve obligado a travestirse metafóricamente hablando de una chica adolescente en primera persona y su cierto sabor a los BEACH BOYS) como “You And All Your Friends” son una pasada para todos los que adoramos aquella primigenia época de música analógica, juventud y algún que otro escarceo fuera de los márgenes permitidos por la ley, pero que tan grande fue tanto para ellos como para la historia de la música en general. Siempre recordada y fresca, ajena a modas y vigente, casi cincuenta años después.
Los seguidores de ALICE COOPER estamos de enhorabuena, pues queda demostrado que tenemos artista para rato, no sólo en los directos sino también en cuanto a la calidad de sus álbumes de estudio. Lo cual, me hace pensar en lo interesante que sería presenciar una gira de este “señor del rock” compuesta con temas de los años noventa para acá, dejando de lado sus -inmejorables- clásicos con los que constantemente da forma a sus repertorios. Siempre me ha dado cierta rabia comprobar como los temas de los últimos discos son relegados al ostracismo tras la gira de recibo para presentarlos, rescatando alguno muy de vez en cuando. Sin duda, tanto este “Paranormal” como “Welcome 2 my Nightmare”, “Along Came a Spider”, “The Eyes of Alice Cooper” u otros más aclamados como “Trash”, “Hey Stoopid” o “Constrictor” bien se merecerían más presencia en los directos y buen juego que darían para su representación teatral. ¡Creo que sería digno de presenciar algo así!
Tracklist:
02. Dead Flies
03. Fireball
04. Paranoiac Personality
05. Fallen in Love
06. Dynamite Road
07. Private Public Breakdown
08. Holy Water
09. Rats
10. The Sound of A