Superando ampliamente los treinta años de carrera discográfica, desde que allá por 1985 comenzara su leyenda con la edición de “Endless Pain”, es innegable admitir que el cambio de siglo le ha sentado más que bien a KREATOR, dando por superado, incluso olvidado, aquel bache que sufrieron en la década de los noventa, pero que les hizo volver por todo lo alto con un notable “Violent Revolution”, a partir del cual, todo han sido parabienes. Hoy día incluso podríamos asegurar que esta última época -que ya dura tres lustros- iguala cuanto menos a la clásica. Incluso hay quien defiende -no falto de argumentos- que la supera.
Qué mejor manera de volver a la palestra con otro gran disco como es este “Gods of Violence”, el cual se ha hecho esperar, teniendo en cuenta que el anterior “Phantom Antichrist” es de Agosto del 2012. Aunque, todo sea dicho, en el nuevo milenio los alemanes han espaciado sus lanzamientos en aras de preparar y componer concienzudamente, asegurándose de que lo editado será de la mayor calidad posible. Hecho que también nos ha garantizado tenerles varias veces por gira tocando en la Península, con cada vez mejor escenografía, aunque también con un repertorio demasiado parecido.
Centrándonos en lo que es el disco en sí. “Gods of Violence” es un digno sucesor de “Phantom Antichrist”. Retoma aquella senda melódica que tan bien le sentó a aquel, incidiendo incluso algo más en ella, aunque sin dejar de lado los ritmos, endiablados riffs y letras que son santo y seña de la casa. Todos los elementos que han definido a KREATOR con el paso y que ellos han subrayado con énfasis en esta etapa continúan ahí, incorporando otros nuevos gracias a la inclusión de nuevos instrumentos, así como el extenso uso de las melodías de guitarra, ya que el álbum está repleto de dobleces a terceras y octavas, tanto en estrofas como sobre todo en los estribillos. Las acústicas están más presentes que nunca, utilizadas en introducciones, interludios y como relleno en algún que otro pasaje. Tendremos la posibilidad de escuchar un arpa, gaitas, violines, incluso una flauta, todos ellos de manera ocasional y relegados a un muy segundo plano en la mezcla, adornando pero en ningún caso tomando protagonismo para no desentonar con el sonido característico de thrash metal teutón que practican.
¿Esto quiere decir que han dulcificado su propuesta? En ningún caso. KREATOR siguen siendo KREATOR y esa arrolladora personalidad, con la propuesta lírica endemoniada y cargada de odio ahí continúa. Los fans no tienen motivos para sentirse decepcionados y, aunque se introduzcan novedades, éstas están al servicio de la música, no al revés. No hay experimentos como en “Endorama” o “Renewal” que puedan hacer temer estar ante un disco no apto para todos los gustos. “Gods of Violence” es, como su título indica, una oda a la violencia, la rapidez endiablada, los riffs y bases pesados y, por encima de todo, una pasada de disco que va a funcionar a las mil maravillas en los directos de la nueva gira, intercalando sus temas junto con los clásicos que todos seguimos queriendo escuchar.
Introduzcámonos de lleno en esta nueva habitación de la “zona del terror” y lo haremos gracias al primer corte, instrumental y de corta duración. “Apocalypticon” es el preámbulo, con los tambores de guerra marcando su marcial ritmo mientras la orquesta y un coro de voces van sumándose, llegándose al clímax al poco de pasar el minuto de duración, rompiendo con el potente “World War Now”, machacando los dos intervalos de tres notas que supondrán el futuro estribillo mientras el riff principal se abre paso, siendo un tema perfecto para iniciar las hostilidades sonoras, ideal para que en los directos todos gritemos las tres palabras del título. Su melódico interludio es una pasada, con Sami marcando los dibujos a la vez que Mille escupe rabia por el micrófono. De seguido encontraremos una sección de armonía con las guitarras, con unas acústicas rasgadas haciendo la base junto a bajo y batería, teniendo un apenas perceptible sonido de flauta travesera por debajo. ¡Una pasada!
No hay lugar para el descanso ni el sosiego. Así tel tirón, tenemos los tres singles de la obra: “Satan is Real”, marcado por el ritmo de la sexta nota conjugado con las pentatónicas y un coro marca de la casa y una letra que habla sobre el mal que los hombres hacemos sobre la tierra -no hay más que prestar atención a las noticias- para darnos cuenta del mal que propagamos. El duelo de solos de guitarra es una pasada, viniéndose todos arriba en el último estribillo, subiéndolo un tono y añadiendo toques orquestales; “Totalitarian Terror” bien podría haber formado parte de cualquiera de sus tres primeros álbumes, pues posee ese espíritu agresivo, así como rapidez endemoniada, cruzando en ocasiones la delgada línea que en casos como este hay entre el thrash y el death metal; por su parte, “Gods of Violence” comienza con una sección de arpegios acústicos aderezados por un arpa que desemboca en un tema 100% KREATOR, pegadizo y una vez más ideal para los conciertos con esa lapidaria frase “we shall kill” que promete ser uno de los momentos en la venidera gira. Mille utiliza esa manera tan típica suya de componer marcando las tónicas sobre las que apoya sus líneas vocales, pasando a semi corcheas con la púa arriba y abajo a toda velocidad en determinados momentos y, aun a riesgo de repetirme, he de alabar una vez más el fenomenal trabajo del líder e ideólogo junto a Sami a la hora de batirse en el duelo de solos.
Por su parte, llegando ya al ecuador del álbum, encontramos un “Army of Storms” correcto que mantiene el tipo siendo un tema clásico donde no encontramos sorpresas, proporcionándonos cinco minutos de desarrollo clásico, a la vez que darnos pie a la llegada de otra de las canciones que destacan, un melódico y dinámico “Hail to the Hordes” con ciertos aires folk en las armonías que lo inundan entre estrofas, así como en su estribillo. Recuerda a “From Flood Into Fire” de su obra anterior, aunque como digo aderezado por ese aire folclórico al que se unen las gaitas escocesas en su desarrollo central, así como al final. “Lion With Eagle Wins” rompe con lo establecido durante el anterior, siendo otro tema cañero, desarrollando su tradicional personalidad como banda, con una sección central muy inspirada en IRON MAIDEN para a continuación romper con todo gracias a un Ventor desatado a la batería mientras Sami y Mille vuelven a hacer de las suyas.
Y seguimos con las sorpresas que nos guarda este “Gods of Violence”, ahora con un enérgico “Fallen Brother” cuyo ritmo principal es una mezcla de “People of the Lie” -aunque menos rápido- mezclado con el “Guardians of Asgaard” de AMON AMARTH, rompiendo en un estribillo donde de nuevo los dibujos de guitarra van aderezando el coro principal gritando las letras del título, con otro curioso interludio, ahora basado en redobles de caja y voz recitada en alemán. “Side by Side” vuelve a cambiar la dinámica, siendo otro guiño a sus primeros álbumes y es que bien podría haber formado parte de “Pleasure to Kill” o “Endless Pain”. “Death Becomes to Light”, siendo el tema más largo de la obra superando los siete minutos de duración, nos propone un tema clásico, muy heavy -ritmo de tresillos incluido- donde se van tomando su tiempo para incluir todos los elementos: desde la pausada introducción acústica, hasta la marcada estrofa al estribillo dominado por arpegios de guitarra eléctrica -bastante novedoso en ellos- y un desarrollo instrumental posterior donde los solos y cambios de ritmo se van sucediendo hasta llegar al cadente final.
Jan Meininghaus vuelve a firmar la impresionante portada que refleja al macho cabrío con la calavera del KREATOR, la cruz en posición invertida e incluso un enorme tentáculo de pulpo como elemento lovecraftiano, involucrando al oyente dentro de la historia que cuentan los tres vídeos que finalmente representarán a los tres singles del álbum, comenzando por el nacimiento del demonio que les da nombre. Una pasada que redondea, más si cabe, un disco que encaja a la perfección con la historia más reciente de los teutones, sin desdeñar en guiños a su pasado primigenio.
Tracklist:
- Apocalypticon
- World War Now
- Satan Is Real
- Totalitarian Terror
- Gods Of Violence
- Army Of Storms
- Hail To The Hordes
- Lion With Eagle Wings
- Fallen Brother
- Side By Side
- Death Becomes My Light
Portada de la edición americana:
Crítica de J. José Jiménez de Rafa Basa