La cuarta entrega discográfica de los valencianos Noctem mantiene los niveles de intensidad de sus tres primeros trabajos incorporando sabiamente matices y variedad dentro de una coherencia absoluta. Una ejecución magnífica y un aumento manifiesto en la calidad de las composiciones sitúan a «Haeresis» como el mejor álbum de la banda hasta la fecha. Con su black / death metal técnico y salvaje de influencia oriental, Noctem alcanza aquí su madurez y se reafirma como una de las bandas extremas españolas más sólidas y potentes. En Europa hace años que se han dado cuenta de su calidad y potencial. Ahora solo falta que nos demos cuenta nosotros.
Me atrevería a decir que muchos fans del metal extremo españoles ni tan siquiera conocen de la existencia de Noctem. Por algun extraño motivo, los valencianos no han conseguido nunca ser profetas en su tierra, y han tenido que irse fuera de nuestras fronteras para que su black / death metal con trazas orientaloides recibiera el reconocimiento que merece. Ya sabemos que nuestro país carece de escenas extremas fuertes tanto estatales como locales y no es precisamente un paraíso para este tipo de géneros, pero estoy seguro que, de tener una exposición acorde a su calidad, gozarían de unos niveles de popularidad y apreciación bastante más elevados entre aquellos que tengan predilección por bandas como Nile, Behemoth o Belphegor.
Los valencianos empezaron adquiriendo cierta notoriedad underground gracias a su impactante y controvertido espectáculo visual, lleno de sangre, animales muertos, ropajes guerreros y desharrapados y una energía intensa y maléfica sobre el escenario. Con el tiempo no han abandonado su preocupación por la parte escénica, pero es la solidez de su propuesta musical lo que les ha generado el respeto de la comunidad metalera y les ha colocado en una posición excelente para intentar alcanzar cotas elevadas en un futuro no muy lejano. Su música es definitivamente extrema y agresiva sin dejar de ser, de alguna manera, también melódica y, para los avezados, incluso accesible y pegadiza, lo que es un mérito del que pueden presumir pocas bandas. La incorporación de elementos rituales, guitarras acústicas y ritmos tribales a la mezcla no hace más que añadir fuerza y gravedad al ya de por sí duro y terrenal sonido del pequeño ejército liderado por Beleth y Exo.
La discográfica valenciana Art Gates Records les ha dado soporte desde el primer día, y también se encarga de editar este disco para el mercado español. Fuera de nuestras fronteras cuentan a partir de ahora con la distribución del sello americano Prosthetic Records, uno de los más respetados dentro del mundillo underground, que ha confiado en su potencial y ha apostado a su crecimiento. El resultado es un disco que disfruta del mejor sonido de su carrera: duro, potente, nítido y moderno, pero sin alejarse demasiado de las estructuras de death / black metal de forma que seguro que satisface también a fans del metal extremo de toda la vida.
En obras anteriores como Oblivion (2012), existía un componente más core en la música de la banda que se ha ido perdiendo con los años en beneficio de un blackened death directo, bombástico y algo sinfónico, tal y como ya apuntaron en su muy buen Exilium (2014). A pesar de que han cambiado más de la mitad de su formación justo antes de la grabación de este álbum y que únicamente los fundadores Beleth y Exo permanecen al timón de la nave, Haeresis no solo sigue fielmente el camino que emprendieron en su disco anterior, sino que consigue superarlo por completo en todas las facetas. La instrumentación es precisa y está cuidada al máximo, siempre cabalgando al ritmo de los blast beats y las complejas y potentes baterías de Voor. Las guitarras de Exo y Ethell estan afiladísimas y la voz de Beleth es más desgarradora que nunca, mientras que los teclados épicos y demás arreglos aparecen con la mesura perfecta para proporcionar poder y majestad a la mezcla sin sonar en ningun momento empalagosos. Si encima encontramos las canciones más inspiradas de su carrera, no nos queda otra que rendirnos a la evidencia de que Haeresis es el mejor disco de Noctem hasta el momento.
A diferencia de sus trabajos anteriores, aquí no hay intro acústica ni sinfónica, y desde el segundo uno entran a matar cabalgando sobre los tiempos frenéticos y los omnipresentes blast beats que serán la tónica a seguir durante de todo el disco. La poderosa «Through the Black Temples of Disaster» inicial, con sus diferentes partes bien diferenciadas pero perfectamente conexas, es uno de los temas más completos, complejos y opresivos de este álbum, y actúa como una excelente carta de presentación de la banda, demostrando unas capacidades compositivas e instrumentales que sorprenderan al que los escuche por primera vez.
«Auto da Fé» es otro trallazo sin concesiones. Rápida y violenta, salvaje pero melódica, introduce unos coros atmosféricos y unas guitarras acústicas que iran adquiriendo protagonismo repetidamente a lo largo del disco. La segunda parte de la canción es uno de los momentos más épicos y brillantes de todo el álbum, construido a partir de un oscuro pasaje acústico, tranquilo y doom/progresivo cuya melodía es tomada a traición por las guitarras y la batería, para acabar alternando con mucho éxito momentos veloces con otros más pesados y bombásticos. «The Submission Discipline» tiene algo que me recuerda a lo que los griegos Rotting Christ nos vienen ofreciendo en sus últimos trabajos, tanto en la ritual recitación inicial en latín, como en el poder de las guitarras acústicas y tribales, como en el tono que Beleth emplea a lo largo de la canción. Empieza de forma muy épica, con muchos coros de fondo, pero acaba desembocando, como no, en otro riff frenético, melódico y oriental marca de la casa.
«Blind Devotion» es ritual, repetitiva y solemne, y ha sido la elegida para protagonizar el primer video de este disco. Tiene, claro, algunos pasajes rápidos y agresivos muy bien enlazados, pero en su mayor parte se mantiene en un tono lento y bombástico, con voces maléficas y partes habladas de tonalidades muy oscuras, donde han aprovechado para colar un solo melódico y opresivo, demostrando que la banda se siente cómoda tanto en velocidades endiabladas como en lenta pesadez. El tema acaba en una hoguera que el inicio de «The Dark One» usa para quemar sin piedad a unos pobres y aullantes desgraciados. Superados los primeros segundos de estetema, en que un riff en cierto modo melódico acapara todo el protagonismo, se acaba revelando un espíritu algo punk, con solos histéricos y, en su mayor parte, aún más trallero que la media, que ya es decir. Aún así, hay lugar de nuevo para una parte intermedia bombástica y poderosa, llena de reverbs y reminiscente de grupos como Behemoth, que de nuevo enlaza de forma muy natural con un final otra vez frenético.
«Haeresis» empieza con un punteo épico y melódico que rápidamente se convierte en riff y que galopa velozmente al ritmo de la caja histérica de la batería de Voor, resultando en un tema de nuevo rapidísimo con un excelente trabajo de las guitarras. Dentro de la incontestable solidez del disco, y teniendo en cuenta que me gustan todos sus temas, «Whispers of the Ancient Gods» es probablemente mi favorita, con mucha melodía épica, un espíritu indudablemente melodeath, un estribillo motivante y partes bombásticas poderosas que no permiten que dejes el cuello quieto. «Conjuring Degradation and Morbidity» es otro gran tema, con un principio parecido al del inicio del disco, y que sigue el patrón de la mayoría de temas de Haeresis: riffs principales melódicos y pegadizos, baterías fuera de sí, voces poderosas, agresivas y desgarradas y alternancia brillante y natural entre partes muy veloces y otras lentas y bombásticas, de forma que todo parezca fácil.
En «The Paths of the Lustful Abandon» predomina la vertiente lenta y bombástica de la banda, con partes sinfónicas y riffs que recuerdan a bandas como Dissection u Old Man’s Child, transitando ocasionalmente por pasajes rapidísimos y acabando con un final hipnótico y decididamente blackmetalero. Para acabar, «Pactum with the Indomitable Darkness» pone el broche de oro a un excelente trabajo, con un inicio acústico inquietante que se va alternando hasta el final con blast beats imposibles y riffs diabólicos.
A pesar de transcurrir en un tono similar durante sus 45 minutos de duración, se trata de un disco con canciones muy identificables que brillan por sí solas y que se disfruta sin ningun esfuerzo. No soy en absoluto un experto en la carrera de la banda, pero este Haeresis me parece fácilmente su mejor álbum hasta la fecha. De hecho es que creo que es un discazo, con un montón de temas inspirados y sin un segundo de relleno, a la altura de cualquier disco de death / black metal agresivo que se haya publicado últimamente en la escena internacional, demostrando que Noctem han alcanzado finalmente la madurez y que, sin duda, tienen lo que hay que tener para encaramarse a una posición de privilegio dentro del panorama extremo contemporáneo. Los valencianos estuvieron hace unos días presentando Haeresis por varias salas españolas dando soporte a los rumanos Negura Bunget, y en diciembre van a salir de gira por Europa junto a los polacos Hate, un grupo en cierto modo similar a ellos. Este tour va a tener también cuatro paradas nuestra geografía, así que si os gusta el metal extremo melódico y poderoso, no deberíais perderoslo por nada.
Tracklist:
1. Through the Black Temples of Disaster (5:49)
2. Auto da Fé (3:53)
3. The Submission Discipline (4:06)
4. Blind Devotion (4:56)
5. The Dark One (4:19)
6. Haeresis (3:30)
7. Whispers of the Ancient Gods (4:25)
8. Conjuring Degradation and Morbidity (4:27)
9. The Paths of the Lustful Abandon (3:29)
10. Pactum with the Indomitable Darkness (5:34)
Crítica de Albert Vila de Metal Symphony