La sala Penélope abría sus puertas un Martes 11 de Octubre para una buena sesión de Thrash Metal de la mano de Crisix, una de las bandas españolas con más caché internacional. Crisix son una de esas bandas que suenan exactamente igual en los discos que en directo… o por lo menos eso era lo que yo pensaba. ¿Quieres saber qué pasó en el escenario de la Penélope?. No despegues la mirada de la pantalla que un poco más abajo te lo voy a contar todo.
Crisix, originarios de Igualada (Barcelona) comenzaron a dar caña allá por 2008 cuando Javi Carrión y Juan Torras decidieron montar una banda influenciada en gran medida por bandas de trash metal tales como Kreator, Testament o Death Angel. Ni que decir tiene que a pesar de que en este país la cultura del trash no está muy extendida, es de agradecer que a bandas como Crisix o los albacetenses Angelus Apatrida les estén dando voto y cada vez más voz en el panorama musical nacional, ya que a nivel europeo, estos chicos tienen un reconocimiento más que demostrado.
Division of Blood European Tour llegaba a España. Madrid fue la primera de las cuatro paradas programadas en la Península ibérica. Le seguirán Lisboa, Murcia y Barcelona. Desde allí partirá camino a Italia, Austria, Alemania, República Checa, Hungría, Polonia para acabar de nuevo en Alemania. Centrándonos en España, Crisix tendrán el honor de ser los cabezas de un pedazo de cartel que se completa con los griegos Suicidal Angels, los canadienses Skull Fists y los belgas Evil Invaders.
Los thraser Evil Invaders fueron los primeros en abrir la noche. Segunda visita de la banda en los últimos meses ya que recordamos que en Mayo visitaron nuestro país junto con Skull Fists para presentarnos su “Pulses of Pleasure“, lo que es hasta la fecha su único larga duración. “As Life Slowly Fades” uno de sus últimos temas, abrió el concierto con un ritmo endiablado. Senne Jacobs engrasaba su doble bombo y junto a Joeri al bajo, construían una barrera rítmica muy poderosa y sin fisuras. Técnicamente el show fue muy completo con un Joe a las voces que no paraba de moverse e interactuar con el público. Su peculiar voz y su energía hacen de él un frontman muy completo. “Shot to Paradise“, “Raising Hell“, “Starway to Insanity” llegaban y se iban casi a la misma velocidad. Tras 35 minutos de concierto llegó “Victim of Sacrifice” para poner un punto y aparte en la noche. Siguiente parada Skull Fists.
A las 20:15 de la tarde, puntualidad británica, salieron a escena los canadienses Skull Fists. Los Marshall JVM de Jackie Slaughter y Johnny Nesta estaban listos para una hora de Heavy & Speed metal. Recordemos que el cantante/guitarrista original de la banda, Jackie Slaughter sufrió una caída haciendo Skateboarding y se rompió el cuello hace un tiempo. Desde entonces y hasta que se recupere al 100% ha decidido centrarse en la guitarra y dejarle las voces al Ex-Annihilator Brian Stephenson, que apareció en el escenario con una energía descomunal, no en vano, el papelón que tiene encima no es peccata minuta. Si bien durante todo el concierto los problemas con la voz fueron persistentes como en “Head öf the Pack” tema que abrió el concierto. él los solventó con mucha clase. O las guitarras estaban demasiado altas, como en “Hour to Live” , “Get Fisted” o la ecualización no fue la correcta (“You’re Gonna Pay“) pero costaba un mundo escucharlo. A pesar de ello nos dejó varios destellos dignos de mención. Una serie de agudos que hubiera firmado el mismísimo Rob Haldford y una energía fuera de toda duda. Gritando,saltando, moviéndose sin descanso como en “Ride The Best” o “Bad for Good” y hasta escalando por la estructura metálica.
Por otro lado, si hablamos de guitarras sólo se me ocurre una palabra: espectacular. Virtuosismo en estado puro, duelos de guitarras constantes y una perfecto entendimiento entre ambos músicos. Un espectáculo digno de mención que tuvo momento álgido cuando Johnny Nesta se subió a hombros de Jackie Slaughter en “No False Metal” y comenzaron a tocar un solo tras otro mientras la música seguía su camino. Tras 45 minutos el espectáculo de Skull Fist llegó a su fin.
Era hora de ver a una de esas bandas de las que todo el mundo te habla maravillas. Y es que de Suicidal Angels había escuchado de todo, y por fin, podía comprobar en directo si realmente eran tan buenos como decían… ¿Mi veredicto? Pedazo de BANDA. Me gustó mucho su puesta en escena, y su sonido mejoró mucho con respecto a Skull Fist.
Nick Melissourgos guitarrista, cantante y alma de Suicidal Angels apareció en el escenario con su inseparable Jackson V y la banda abrió con “Capital of War” con un sonido muy definido y unas guitarras verdaderamente poderosas, no en vano, Nick y Gus utilizan amplificadores Marshall JMP-1 y Peavey 6505+ respectivamente y eso se nota. Un muro de guitarras distorsionadas aplastaban cualquier ápice de aburrimiento. La rueda no podía parase… Después siguieron “Bloodbath“, “Bleeding Holocaust” y “Division of Blood” que hicieron las delicias del respetable. En el apartado rítmico Orfeas Tzortzopoulos absolutamente impecable detrás de la batería y Angel Lelikakis, última incorporación a la banda, haciendo el trabajo “sucio” en el bajo, ambos en perfecta armonía, y consolidando la sección rítmica.
Suicidal Angels no utilizaron ningún truco de mago en el escenario, ni ninguna clase de pirotecnia o luces rimbombantes. No había nada que desviara nuestra atención. Con un Nick que en ocasiones me recordaba mucho al líder, vocalista , guitarrista y alma de mis amados Machine Head, Robb Flynn. Los temas iban aplastando nuestro cerebro poco a poco. Ya en la parte intermedia del show, de manera muy inteligente la banda griega alternaba auténticos bombazos a 200 bpm con temas algo “ligeros”. Suicidal Angels sonaban a Slayer pero también a Megadeth. “Imagen of the Serpent“, “Seed of Evil“, “Set the Citicies on Fire“, “On Gate” fueron las siguientes canciones en aparecer y dan buena prueba de ello.
De repente “Eternally of Suffer” entró en escena y fue el momento álgido de la noche. Sin ninguna duda el mejor tema de los thraser griegos. Empujados por las indicaciones de Nick Melissourgos la gente enloqueció y formaron el ya famoso wall of death, que cada segundo que pasaba tenía más integrantes hasta el punto de que se fueron creando diferentes por toda la sala. La energía estaba ahí y había que aprovecharla para cerrar el show. “Reborn in Violence“, “Moshing Crew” y “Apokathilosis” fueron las elegidas. Tras una hora escasa de directo Suicidal Angels demostraron porque son los cabezas de cartel en territorio no ibérico. Un directo potente, duro y sin concesiones hicieron las delicias de los allí reunidos. Esperamos verlos de nuevo por nuestro país en breve y es que, si te gusta el trash metal no puedes dejar pasar la oportunidad de ver en directo a esta pedazo de banda.
Casi a las 23:00 llegó el plato fuerte de la noche y Crisix aparecieron en escena con una ovación multitudinaria. La gente tenía muchas ganas de escucharlos y ellos, tenían muchas ganas de conquistar, de nuevo, la capital española. Los catalanes, antes de que comenzara el Division of Blood European Tour 2016, hicieron una encuesta en sus RRSS preguntando a sus fans cuáles eran los temas que querían escuchar en esta gira. El resultado de todo ello ha sido un show al gusto del consumidor, nunca mejor dicho así que al grito ‘Arriba Madrid me cago en Dios‘ comenzó a sonar “Conspiranoia“, tema que abre su último álbum From Blue to Black, con un sonido abrumador. Juli Baz, en plena forma, moviéndose y alentando al personal. Una puesta en escena sobria y con los músicos en plena forma y dispuestos a dar guerra. Se notaba que había ganas de vencer y convencer.
Tengo que reconocer que nunca he sido un gran fan de Crisix pero a partir de esta noche mi pensamiento sobre ellos ha cambiado radicalmente. Un directo súper-potente, sonando exageradamente bien y energía a raudales, temas como “Journey Through the Fire“, “Strange” nos hicieron vibrar a todos. Mención especial para el técnico de sonido que en esta ocasión supo sacar lo mejor de ellos. Las guitarras de Marc Busi y Albert Requena sonaban como una auténtica apisonadora, y me alegro mucho, como guitarrista que soy, que sobre el escenario pudiéramos ver amplificadores digitales sonando como cualquier amplificador de válvulas. Y es que a día de hoy el trabajo que se está haciendo en ese sentido es brutal. Escuchar un amplificador Kemper sonando tan estratosférico como esta noche ha sido un gustazo enorme. “The Great Metal Motherfucker” es uno de esos temas que suenan a los 80 y al año 2016, y es que Crisix tienen esa capacidad de mutación en una misma canción, pueden sonar a los Exodus mas ochenteros y a los Lamb Of God más actuales. TGMM fue el primer videocip ofical de su nuevo álbum From Blue to Black y uno de los temas que más acogida han tenido. Uno de los responsables de ese sonido es Javi “Carry” fundador de la banda y batería, gracias a su calidad. Impecable durante todo el show y dando muestras de su talento en canciones como “Fryeza the Tirant” o la genial “Brutal Gadget” y su inesperado comienzo.
La noche estaba siendo espectacular. Las anécdotas se iban multiplicando como el partido de Fútbol of Death (Como así lo llamó Juli) en “Psycho Crisix World” y la constante ida y vuelta de público en el escenario, que por momentos llegaron a colapsarlo. “Ultra Trash” cerró el concierto. Fin de fiesta con una más que merecida ovación. Crisix triunfaron e hicieron pasar un buen rato a todos los allí presentes. Debo reconocer que era muy escéptico antes de empezar pero la banda catalana me demostraron que estaba equivocado. Su show fue una descarga de adrenalina pura, directa y constante. Felicidades.
Crónica de Javier Bragado de The Metal Circus