Airbourne – Breaking Outta Hell

Siempre que escucho a Airbourne tengo que chequear el nombre del grupo que está sonando en mi sistema en ese momento. Tengo tendencia a pensar que me he equivocado y he puesto algún tema de AB/CD, una banda de finales de los 80 que se dedicaba a parodiar a AC/DC con temas propios y con un sonido tan calcado que al final te planteabas si no estabas escuchando a los originales. Hay que reconocer que tienen temas geniales como “Jackpot Bingo” o “Killershark”. Todas sus canciones se caracterizan por acabar con un grito de “FIRE!” y el sonido de un cañón. Y, precisamente, eso es lo que le falta a Airbourne en cada canción para completar. No hay ningún tema de “Breakin’ Outta Hell” que no pudiese haber sido grabado por AC/DC entre 1976 y 1981, cuando alcanzaron el zenit como compositores. Y lo curioso de todo esto es que, históricamente, Airbourne se muestren cansados de la comparación y reivindiquen que su sonido es simplemente el del pub-rock australiano. Señores, esto es el sonido AC/DC, desde la caja de Ryan O’Keffe hasta la calidez del tono de la guitarra de su hermano Joel. Desde los paseos a hombros entre el público hasta el uso de Joel como cuasi-mascota de la banda en cada disco y cada portada, incluida la del nuevo disco. ¿Qué será lo siguiente? ¿Sacar el inflable de una mujer gorda en los directos? ¿Una campana? Airbourne son una banda cuidadosa y detalladamente confeccionada para ser los AC/DC de una nueva generación rockera falta de sus propios ídolos contemporáneos. Una vez aceptado eso, de una vez por todas, se puede hablar de la música de la banda sin titubear, conscientes de que lo que estamos oyendo es eso, no un grupo “influenciado por” y otros bonitos eufemismos.

El nuevo trabajo del grupo es, sencillamente, continuista. Es como comerte una hamburguesa después de unas patatas fritas. Es lo esperado y creo que nadie quería nada distinto a lo que nos han dado. No es necesario ni siquiera juzgarlo o compararlo, porque es exactamente lo mismo que lo que hemos venido escuchando de ellos en los últimos diez años. Una parte del disco se basa en temas rápidos e histéricos diseñados para agitar cabezas. Ahí están el tema título, “Thin the Blood” -a unos nada desdeñables 252 BPM- y “When I Drink I Go Crazy”. Son efectivos, agitados y suficientes para generar un mar de greñas en cualquier sala de mediano aforo o festival en el que toquen Airbourne. Similares a  a “Hungry”, “Runnin’ Wild”, “It Ain’t Over ’Til it’s Over” de sus anteriores discos.

En lo referente al resto del disco, se mueve entre los medios tiempos (“Rivalry” o “It’s All For Rock N’ Roll”, un genial cierre al disco) y los temas algo más animados pero no excesivamente subidos de revoluciones. El boogie de “Down on You” es rijoso y chorreante (“When I was a boy, I played with toy, everyday it was a joy” dice la letra), puro hard rock para adolescentes con granos en la cara dispuestos a salir de fiesta por Marina o por Argüelles y acabar practicando el noble arte del fornicio en algún portal antes de vomitar sobre sus propias bambas camino a casa. Y no hay nada de malo en ello. Airbourne es seguramente la banda de rock más divertida de la actualidad y la diversión no es algo que abunde en el rock and roll de tiempos presentes. Pero después de cinco o seis escuchas es como estar atrapado en un capítulo de Beavis and Butthead y no encontrar la llave para salir. Tampoco podía faltar el himno enaltecedor del rock, en este caso “It’s Never Too Loud For Me”, todo un homenaje al tinnitus como pocos existen.

Un disco para escuchar borracho, rodeado de colegas o en el gimnasio haciendo pesas. No le busques la racionalidad, la intelectualidad o la originalidad. No la tiene. Y esa es toda su belleza. En tiempos de post-rock y neo-prog-blast-metal-in-the-sky lo mejor que puede pasar es que lleguen Airbourne y re-escriban “Powerage” o “Highway to Hell” y nos recuerden que esto se supone que tenía que ser divertido. Aunque sea a base de levantarle riffs a AC/DC.

Tracklist:

  1. Breakin’ Outta Hell
  2. Rivalry
  3. Get Back Up
  4. It’s Never Too Loud For Me
  5. Thin The Blood
  6. I’m Going to Hell for This
  7. Down On You
  8. Rocked Like This
  9. When I Drink I Go Crazy
  10. Do Me Like You Do Yourself
  11. It’s All For Rock N’ Roll

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Crítica de Sergi Ramos de The Metal Circus