AC/DC, Brian Johnson cuenta sus últimos días en el grupo en una entrevista

El gran Brian Johnson se sentó hace unos días con Doron Levin, locutor de “In The Driver’s Seat” de la radio online SiriusXM, para relatarle cómo se desarrollaron los acontecimientos que derivaron en su salida de AC/DC.

Estas son sus palabras:

“(Hace ocho años) estaba en Watkins Glen (pista de carreras situada en Nueva York) y me estaba preparando para correr. Creo que era el número tres en la parrilla. Acababa de comprar un nuevo casco, así que me lo puse. Los chicos me estaban diciendo “Brian, date prisa, que te vas a perder la carrera”. Así que corrí. Me puse el casco, y por primera vez, me olvidé de ponerme los tapones. Lo que sucedió fue que, apenas 35 minutos después, mi oído izquierdo hizo un pequeño “pop”. Me dije, “¿qué cojones ha sido eso?” Pero todo fue bien. Lo que sucedió fue que sufrí tinnitus (Ndr: Zumbidos en los oídos) durante seis o siente meses, pero se fueron; hicimos otro tour y me encontraba perfectamente. Pero, desafortunadamente, sobre el escenario te encuentras indefenso. Empezamos el tour y todo iba bien; seguimos dándole caña. Creo que simplemente fue la edad y ese ruido industrial cada noche sobre el escenario…. quiero decir, estás en una banda de rock and roll. ¿Qué coño esperas?”.

Ese fue el inicio, pero los problemas se agravaron durante la gira del ‘Rock Or Bust’. Las primeras señales de alerta se produjeron en diciembre:

“En Sidney, antes de navidad, estuve en 9 ocasiones diferentes con un maravilloso doctor llamado Doctor Chang. La noche que tocamos en el estadio de Winnipeg, estaba lloviendo a mares y hacía un frío tremendo. Cogí fiebre… bueno, Angus ya la tenía. Nos estábamos empapando y nada más acabo el show, nos subimos en un avión y volamos directos a Vancouver, lo cuál fue un vuelto de dos horas y media. Desafortunadamente, los fluidos entraron en mi oído. Pero teníamos que continuar. Hicimos un concierto aquí, otro en San Francisco; entonces fuimos a Los Ángeles, descansamos durante dos o tres semanas, y volvimos a Australia. Y mis oídos seguían sin hacer pop. Me estaba preocupando porque mi oído derecho, el oído bueno, estaba quedándose completamente sordo. Cuando fui a Australia, el Doctor Chang descubrió que los fluidos se habían cristalizado y que habían estado “devorando” mi oreja. Había perdido mi oído bueno. No sabía en qué porcentaje, pero lo suficiente para hacer las cosas difíciles. Intentaron ayudarme. Me pusieron vías en mi brazo para introducir líquidos y esteroides para que el sistema se limpiara. Pero el doctor me miró a los ojos con esa mirada terrible que tienen los médicos cuando llega algo malo (risas), y me dijo “Me temo que no va a volver. Pero podemos intentar ayudarte”. Y así lo hicimos. Hicimos todos los shows en Australia, los cuales fueron geniales, y entonces volví e hice diez shows en América; pero tras esos conciertos, cuando fui a hacerme un segundo checkeo, me dijeron “Estás matando a tus oídos””.

Fue entonces cuando los doctores le dijeron a Brian que no podría seguir actuando en los grandes estadios. Tras recibir los resultados, Jonna se los comunicó a sus compañeros de AC/DC:

“Observaron la tabla (…) y vieron que había habido un descenso enorme (Ndr: de la audición) y que, si seguía igual, había posibilidades de que nunca más pudiera volver a oír. Angus y Cliff me dijeron inmediatamente, “Jonno, tienes que pensar en tu salud”. El resto del mundo también me dijeron “Brian, tu salud es lo primero. Has seguido un año en la carretera y has hecho todo lo que podías. Queremos terminarlo”. Y eso es lo que hicieron”.

Y sí, ese fue el final de Brian Johnson en AC/DC. ¿Se siente afortunado Brian por este tiempo con la banda?

“Es como si un deportista joven tuviera una lesión. Me da lástima cuando tienen 24 o 25 años y sus carreras se acaban. Pero yo soy afortunado. Tengo 68 años, voy a cumplir 69 este mismo año, y he tenido una larga trayectoria. He estado en una de las mejores bandas del mundo. (Los médicos) no me dijeron que tuviera cáncer o algo terminal. He pasado unos ratos geniales con los chicos y he tenido una gran y afortunada vida; me siento completamente agradecido, de verdad, de que haya salido de una pieza”.