Killswitch Engage – Incarnate

Los padres del metalcore melódico vuelven con uno de sus trabajos más sólidos. Las huestes de Adam D., con un Jesse Leach completamente integrado y brillando especialmente a las voces, nos ofrecen un álbum variado y fluido, repleto de riffs afilados y estribillos coreables. Todos los trademarks habituales para un disco que gustará a aquellos a los que les guste la banda y el género en general.

El anterior trabajo del quinteto de Masachussets, Disarm the Descent (2013), supuso el retorno de Jesse Leach a las filas de Killswitch Engage después de prácticamente diez años separados, durante los cuales hubo tiempo para consagrarse como una de las grades bandas de los dosmiles. Personalmente es un grupo que siempre he seguido como en segundo plano. Nunca fueron uno de mis grupos de cabecera pero he ido escuchando sus discos y asintiendo satisfactoriamente uno tras otro.

Disarm también fue un buen disco, con algunos temas memorables, aunque pecaba de una cierta irregularidad. Las circunstancias de su grabación, con el brusco cambio de cantante a las puertas del estudio, quizás no fueron las mejores, y explican un poco esta falta de cohesión. En este sentido, Incarnate es mucho más compacto, sólido y regular. Lo que a primera escucha me pareció un conjunto de buenas canciones cortas y directas, con las que pude conectar fácilmente, al profundizar descubro un todo que fluye con naturalidad por diferentes atmósferas, manteniendo siempre un tono agresivo, pero rico en matices, donde todo tiene su sitio, y donde la voz de Jesse Leach brilla especialmente.

Es necesario valorar la aportación vocal de Jesse al sonido de Killswitch Engage, y para ello es inevitable establecer una comparación con Howard Jones, su predecesor, ahora en Devil You Know. Aunque Howard es un gran cantante y fué parte integral en el crecimiento de la banda hasta convertirse en uno de los titanes del metalcore y del NWOAHM, siempre ha habido un encarnizado debate entre los fans sobre cuál de los dos era la voz más apropiada para Killswitch Engage.

Jesse Leach es más agresivo, más sucio, probablmente más imperfecto, y con un componente mucho más hardcore, tanto visual como sónicamente. La elegancia de Howard siempre brilló en las partes limpias pero sufría un poco en las más agresivas, pareciendo a veces más apropiada para un grupo de metal progresivo que para un grupo esencialmente hardcore como KSE. Su tono épico, único en el género, super personal, se volvió con el tiempo quizás algo previsible y lineal, y aun gustándome como vocalista, creo que el reemplazo ha actuado de una forma u otra como un rejuvenecedor para el grupo. Jesse Leach tiene seguramente un rango más convencional, y su punto fuerte son las partes más agresivas, así que, en consecuencia, se ha endurecido el sonido. La mejora vocal a todos los niveles desde su anterior paso por la banda es evidente, y su trabajo en este álbum es particularmente admirable, dándolo todo y brillando en todos los registros.

Aunque es el divertido grandullón Adam D. quien sigue a los mandos de todo: guitarrista, compositor de la mayoría de temas, productor y animador general del cotarro. El sonido y el estilo de Killswitch Engage es a estas alturas perfectamente reconocible, y ha sido imitado por multitud de bandas desde que lo empezaron a petar con Alive or Just Breathing ahí por 2002. El metalcore es un género que muchas veces puede resultar lineal o aburrido, con grupos llenos de instrumentistas talentosos y buenas producciones, pero que al final te parece que siempre estás escuchando la misma canción, y realmente son pocas las bandas que sobresalen.

En Incarnate encontramos los clichés del estilo en abundancia: canciones cortas com estructuras simples que intercalan versos gritones con coros melódicos y pegadizos, breaks de batería, dobles bombos omnipresentes, bendings de guitarra, producción nítida pero agresiva… pero todo se reduce a una cosa: canciones. Y Killswitch Engage las tienen. Las han tenido siempre, y aquí las siguen teniendo.

Un buen ejemplo son los tres singles que de momento se han extraído del álbum, y que fácilmente pueden integrarse sin pestañear en la gran colección de brillantes canciones del quinteto americano. «Hate by Design» aúna lo mejor de cada casa: desde un inicio que recuerda a Slayer a un estribillo con reminiscencias de hardcore melódico; «Strength of the Mind», un éxito seguro, intercala medios tiempos, riffs típicamente KSE, gordos y afilados, y un estribillo brillante y pegadizo para recordar y repetir, al nivel de la grandísima «In Due Time» de su disco anterior. Por último, «Cut Me Loose», otro gran tema, quizás menos convencional, más atmosférica y progresiva, pero igualmente accesible, con un toque quizás a bandas alternativas como A Perfect Circle o similares. Es presumible pensar que, de sacar un nuevo single, éste pudiera ser «Until this Day», corta, directa, pegadiza y con influencias de un heavy metal más clásico.

«It Falls on Me», la más melódica del disco, y la preciosa «We Carry On», oscura y desgarradora, exploran la vertiente más lenta e íntima de la banda, mientras que trallazos como «The Great Deceit», «Embrace the Journey… Upraised» o «Alone I Stand», con la que abren el álbum, satisfacen las ansias de caña y desprenden un espíritu más puramente hardcore. Aunque es en los bonus tracks donde encontraremos el hardcore más intransigente, gracias a «Reignite» y «Triumph Through Tragedy», agresivas, directas y violentas. Los que escuchen el disco en su edición de vinilo se quedarán sin ellas, y es una pena, ya que creo que ambas tienen sitio en el álbum. Fácilmente las podrían haber puesto en lugar de «Ascension», que cierra la edición normal, y que me parece probablemente la pista más anodina del disco.

Killswitch Engage no han inventado nada con Incarnate y éste no es un disco que vaya a pasar a la historia. Seguramente ya hace años que tocaron su techo a nivel de popularidad pero, al margen de modas, han sabiendo siempre mantenerse con brillantez, y en lo suyo no han sido aún superados. Ha habido pequeños altibajos, pero hasta ahora no tienen disco malo, y éste no es ninguna excepción, incluso diría que es uno de los mejores. Añaden unas cuantas canciones memorables a su ya de por si amplia colección, y me he sorprendido a mi mismo en más de una ocasión estos días tarareando alguna de sus pegadizas melodías. Absolutamente disfrutable.

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Temas:

Alone I Stand (4:30)
Hate By Design (3:47)
Cut Me Loose (3:02)
Strength of the Mind (3:48)
Just Let Go (3:04)
Embrace the Journey… Upraised (5:26)
Quiet Distress (3:47)
Until the Day (2:56)
It Falls on Me (3:46)
The Great Deceit (3:08)
We Carry On (3:24)
Ascension (3:14)
Reignite (2:59) – Bonus Track
Triumph Through Tragedy (2:40) – Bonus Track
Loyalty (3:51) – Bonus Track

Crítica de Albert Vila de Metal Symphony