Wolfmother – Victorious

Creo que se podría afirmar, casi sin temor a equivocarse, que Wolfmother fueron los iniciadores a gran escala del boom que supuso la vuelta del sonido retro setentero de guitarras fuzzeadas, paredes de amplis Marshall y riffs monolíticos. En 2004 la banda publicó su primer EP y solo dos años después, su primer álbum arrasó dejando solo cenizas a su paso.

La bomba Wolfmother caló fuerte, pero pronto la formación se desintegró y solo Andrew Stockdale, cantante y guitarrista, permaneció en el que se convirtió en feudo de su propiedad. Desde entonces, Stockdale ha editado dos discos más bajo el nombre de la banda: «Cosmic Egg» (2009) y «New Crown» (2014), trabajos que, a pesar de ser resultones, ni siquiera le tosieron al debut. Ahora, en 2016, Stockdale se alía con el productor Brendan O’Brien para traernos «Victorious», el cuarto disco de Wolfmother y el penúltimo intento de Stockdale de volver a ser un nombre de peso.

Lo que no debería chocar a nadie es que este «Victorious» se nos presenta con el sonido marca de la casa de Wolfmother, es decir, guitarras con fuzz más o menos limpito, formato power trio y la imponente voz de Stockdale. Nada nuevo bajo el sol y evolución cero. De todas maneras, Wolfmother nunca se caracterizó por cambios de sonido radicales, con lo que sin ese factor sorpresa, lo importante son los temas. Y la verdad es que, como siempre, van de decentes a buenas e incluso más que buenas. Por ejemplo, el trallazo inicial «The Love That You Give» es un tema corto, directo y con un riff característico de la banda Australiana que te hace sentir como en casa. Sin sobresaltos de última hora, temas como «Victorious» o «City Lights» son buenos exponentes del sonido de la banda, totalmente retro pero con buenos ganchos que no se pierden nunca en cuelgues de ningún tipo.

Las canciones que más llaman la atención, por intentar buscar un sonido algo más acústico, serían sin duda «Best Of A Bad Situation», con sus ecos a los Led Zeppelin de «III» y su sonido deliciosamente setentero, o incluso «Pretty Peggy», un tema que resulta bastante chocante por su semblante comercial y facilón. Es un buen tema pero no me chocaría escucharlo en un anuncio de televisión, dejémoslo ahí. Sin embargo, el resto del disco discurre por caminos ya conocidos, sea con el bajo distorsionado de «Happy Face» o la contundencia de «Eye Of The Beholder», que cierra el disco.

La ya mencionada falta de desarrollos instrumentales hace que «Victorious» se quede en unos digeribles 35 minutos de duración, lo que facilita su ingesta auditiva. Y de hecho, ese es un punto a favor del disco: su inmediatez. En esta ocasión Stockdale también se ocupa del bajo mientras que las baterías corren a cargo de dos mercenarios de lujo, Josh Freese y Joey Waronke. Por lo demás, otro ejercicio de Stockdale que, me atrevo a decir, seguirá a la cola de un disco de debut que cada vez queda más lejos. Ese trabajo de 2006 sigue dando al nombre de Wolfmother cierto peso en los carteles de festivales y el mundo en general, pero o mucho cambia la cosa, o la banda australiana pasará a ser recordada como una banda más que digna que irrumpió en la escena como una supernova y se fue apagando paulatinamente.

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Tracklist:

1. «The Love That You Give»
2. «Victorious»
3. «Baroness»
4. «Pretty Peggy»
5. «City Lights»
6. «The Simple Life»
7. «Best of a Bad Situation»
8. «Gypsy Caravan»
9. «Happy Face»
10. «Eye of the Beholder»

Crítica de Edko Fuzz de Metal Symphony