Son muchas las bandas legendarias que se reúnen, después de años sin tocar juntos, para ofrecernos una versión adulterada de una formación original que se ve representada de manera parcial con sus ausencias y sus comparecencias. Y, de hecho, podríamos afirmar tras alguna congregación, que nadie es indispensable y que todos somos fácilmente sustituibles (excepto contadas excepciones). No quisiera entrar en controversias pero, desde luego, contar con Mantas, Abbadon y Tony Dolan bajo un mismo emblema ya es más que suficiente para asegurarnos una gran velada.
Crónica de Diva Satánica de MariskalRock.com
A pesar de que las puertas oficialmente abrían a las 7 de la tarde, el concierto comenzó un cuarto de hora antes. Corría prisa y había muchos setlist por desgranar. Los franceses Witches nos hacían partícipes de una larga trayectoria. Carrera que, a mi parecer, está bastante poco reconocida. Witches presentaron una propuesta directa cual puñetazo en la cara, sin miramientos; con un sonido de la vieja escuela aderezado con la desgarrada voz de su vocalista Sibylle Colin-Tocquaine, también al bajo. El conjunto hizo que se viniesen arriba los pocos asistentes con los que todavía contaba la sala. Correctos y agradecidos, nos regalaban temas de su primer LP como “Crystal” o “Eternal Heroes”; su particular himno “Thrashing Witches” de su tercera demo de 1989; o “So Cold”, “Jump With Fright” o “Riding And Hunting” de su último trabajo ‘The Hunt’ (2015). Algo más de 30 minutos de rabia y oscuridad que se cernieron sobre nosotros.
Tan solo 15 minutos después, como de costumbre, llegaban los ingleses Divine Chaos, mucho más jóvenes tanto en edad como en experiencia. Nos presentaban su último redondo ‘A New Dawn In The Age Of War’ (2014) con canciones como “The Myth Of Human Progress” (dedicada a su tour manager por traerles a nuestro país), “Ignorance Everlasting” o “Death Toll Rising”. Interactuaron con el público, al que pedía sin cesar que se acercase intentando hacer el tiempo mientras su segundo guitarrista solucionaba ciertos problemas técnicos que hicieron que no pudiese incorporarse más que en los últimos temas del concierto. Cerraban con “The Infernal End” de su primer EP. Melodioso a la par que brutales, nos dejaron un buen sabor de boca y listos para el siguiente ataque.
Segunda visita de los polacos Vader a nuestra península en menos de 6 meses. Un detalle que parece que fue determinante ya que en su primera incursión gozaron de bastante más afluencia. A pesar de ello, hicieron lo que suelen hacer: salir y ejecutar. Sin más. Sin presentaciones entre canciones. Despacharon su setlist en 50 minutos en los que no tuvimos tiempo ni de pestañear. Para mi gusto, quizás los temas no fueron los más acertados debido a que el tiempo de actuación era mucho menor, pero para nada se me hizo aburrido y lo cierto es que la sensación general del respetable también parecía corresponderse con esa rotunda satisfacción. Himnos conocidos por todos como “Breath Of Centuries”, “The Final Massacre”, “Decapitated Saints” o “Chaos”, nos dejaron estupefactos ante su contundencia. Se despidieron con la marcha imperial y un notable alto.
Llegaba el momento culmen de la noche y no nos defraudaron. Muy cercanos con sus seguidores, se mostraron agradecidos con aquellos asistentes con los que daban un “like” en las redes sociales; a los que no, no se cortaron en señalar con el dedo al reconocerle. Los Venom Inc. aterrizaron a eso de las 10 de la noche para ofrecer hora y media de concierto inolvidable en el que nos desgañitamos con grandes canciones de su historia particular como “Prime Evil”, “Live Like An Angel (Die Like An Evil)”, “Raise The Dead”, “One Thousand Days In Sodom”, “Buried Alive”, “Schizo”, “The Seven Gates Of Hell”, “In Nomine Satanas”, “Bloodlust” o “Sons Of Satan”. Imparables, sin dejar de acribillarnos con su punzante sonido, muy depurado a la par que furioso, nos elevaron hasta el infinito. Tuvieron que parar unos instantes para llamar la atención de un espontáneo bastante indeseable que siempre trata de aguarnos la fiesta iniciando peleas que nadie sigue. Dirigiéndose a él Dolan, le espetó un: “¡Dejad ese pit de mierda y acercaos aquí, cantad con nosotros!”… y por supuesto que obedecimos.
Continuaba la celebración de sus éxitos con las esperadas “Welcome To Hell”, “Black Metal” o la increíble “Countess Bathory”, que cantamos más alto que nunca. Sublimes, enigmáticos; nos conquistaron al primer acorde. Me siento orgullosa de llevar sus parches.
Crónica de Diva Satánica de MariskalRock.com