Blind Guardian – Beyond The Red Mirror

Si hace casi cinco años, con su anterior disco “At the Edge of Time”, BLIND GUARDIAN consiguieron volver a ilusionar a aquellos fans que no estaban satisfechos con los anteriores trabajos de la banda “A Night at the Opera” y “A Twist in the Myth”,  grande era la expectación por ver si se mantendría el nivel con este nuevo “Beyond the Red Mirror”. ¿Ha sido así? Veamos…

Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com

 

Lo lógico –o cuanto menos lo sencillo- hubiera sido copiar, en la medida de lo posible, la fórmula que funcionó la vez anterior. A fin de cuentas, uno busca en su música adentrarse en un mundo de fantasía y carácter épico, cargado de grandes melodías y estribillos que poder corear. Quizás por eso, el nuevo cambio de rumbo que les caracterizó desde el 2002 hasta el 2006 con canciones más enrevesadas e incluso en algún caso progresivas, no fue del agrado de todos sus seguidores; la magia, en cierta manera, se desvanecía en detrimento de la búsqueda de otras inquietudes, de cara a sentirse más realizados como músicos, intérpretes y compositores.

Es ahora, una vez escuchado y analizado este “Beyond the Red Mirror”, cuando puedo asegurar que, al menos hasta la fecha, el impás que supuso “At the Edge of Time” con su “vuelta a las raíces” fue sólo eso, pues para este nuevo disco, los bardos vuelven a dar un paso adelante (para algunos será todo lo contrario) en cuanto a su propuesta estilística. Por supuesto, encontraremos aquí ese sello inconfundible de los teutones, pero quitaros enseguida la idea de encontrar grandes cantidades de velocidad, dobles bombos y power metal alemán, estando éste último dosificado y siendo su mejor –y casi único- exponente el ya filtrado single “Twilight of the Gods”.

Nos encontramos con el disco más oscuro de BLIND GUARDIAN, por varios motivos: afinaciones graves (quizás porque los años no pasen en balde para el carismático vocalista Hansi); realce en la producción de las frecuencias más bajas, con lo que se le da más protagonismo al instrumento de cuatro cuerdas, destacando como nunca antes; temas plagados de partes a medio tiempo; y sobre todo, una forma de componer usando progresiones de acordes nada típicas en ellos, basadas en escalas y tonalidades menores, las cuales dotan al conjunto de cierto aire melancólico que bien puede ser saboreado o provocar el disgusto de quienes buscan “otra cosa” en esta banda. No tendremos, huelga decir, ningún “Mirror, Mirror” ni momento festivo que nos haga entonar nuestras voces ni alzar nuestras jarras al compás de la emoción musical. ¿Es esto algo negativo? No tiene por qué.

El uso de la orquesta bien merece mención aparte, pues estamos no sólo ante su obra más orquestal, sino que su presencia, los arreglos que para ella se han hecho y la manera en la que se ha compactado dentro del conjunto en la mezcla, la llevan a toda una nueva dimensión. Ese aire oscuro y melancólico del que hablaba antes, ha sido bien aprovechado para que vientos, cuerdas y percusiones arropen cálida o enérgicamente cada recoveco. Incluso los coros rayan a un nivel superior al que nos tenían acostumbrado, lo cual, ya es decir. Las guitarras han sido las grandes damnificadas, quedando algo por debajo para lo que una banda de heavy metal es. Aunque por otro lado, la producción de la batería me ha encantado, reflejando con majestuosidad cada parte del excepcional trabajo que ha realizado Frederik Ehmke.

“The Ninth Wave” abre con un alucinante coro en latín de manera desconcertante y según se va desarrollando, ya vemos que éste no va a ser un disco de BLIND GUARDIAN al uso. Incluso no será difícil que alguno piense estar oyendo una segunda parte de “A Twist in the Myth” pero más orquestada y barroca. El tema se va desarrollando en enrevesados fragmentos, sin terminar de arrancar en velocidad durante sus más de nueve minutos. “Twilight of the Gods” nos da el respiro necesario, siendo el estilo clásico, veloz, melódico y de grandes líneas vocales. “Prophecies” baja el pistón de la velocidad siendo un tema en el que utilizan esa forma tan suya de componer basándose en las melodías de guitarra ejecutadas por André durante toda la canción.

“At the Edge of Time”, que de primeras pudiera parecer una referencia estilística a su anterior disco, nos saca pronto esa idea de la cabeza. Se trata de una canción sinfónica, donde orquesta y voces llevan todo el peso, donde las progresiones de acordes menores  le dan un aire distinto, oscuro. Los arreglos de vientos están al servicio del barroquismo en toda su expresión, y sobre todo, ese coro sobre el que se apoya Hansi… ese coro es algo muy grande. “Ashes to Eternity”, nuevo momento en el que recuerdo “A Twist in the Myth”, tiene cierto aire a “Fly” de aquél. Un tema muy basado en los riffs de guitarra, con un importante trabajo de batería y percusión. “The Holy Grail” es, al fin, una nueva –y última- concesión hacia su estilo más clásico con dobles bombos y power marca de la casa.

Nos adentramos a partir de ahora en el momento más difícil de digerir del disco (si bien el resto no es precisamente lo que definiría como “asequible a primera escucha”). “The Throne” nos devuelve el sinfonismo y pomposidad por todo lo alto. “Sacred Mind” es, de nuevo, oscuridad al más alto exponente, comenzando tétrica, como una especia de “Bright Eyes” con tritono, haciendo un cambio de lo más extraño hacia tempos más veloces y un estribillo melancólico, rápido, raro e incluso opulente, gritando la palabra Xanadú por doquier. “Miracle Machine” es una balada en la que a base piano, orquesta y voces, nos recuerdan una vez más lo importantes que han sido Queen en su formación como músicos. Por último, “Gran Parade”, es el opus final, donde en nueve minutos y medio todo lo realzado a lo largo del disco (oscuridad, barroquismo, progresiones menores y, sobre todo, la complejidad de la orquesta), se junta y llega a su cénit, siendo para mí lo mejor de “Beyond the Red Mirror”, aunque entiendo que enfrentarse a un tema de estas características al final de un trabajo tan espeso, no es sencillo.

Estamos pues ante una nueva etapa en la carrera de BLIND GUARDIAN, una nueva muestra de inquietudes que me temo, una vez más hará que sus fans se dividan en cuanto a opiniones, huyendo del paso lógico y fácil que hubiera sido continuar la senda trazada tras “At the Edge of Time”. ¿Un paso adelante o en falso? El tiempo lo dirá.

Tracklist:

  1. Ninth Wave
  2. Twilight Of The Gods
  3. Prophecies
  4. At The Edge Of Time
  5. Ashes Of Eternity
  6. Distant Memories (tema extra en las ediciones limitadas y el vinilo)
  7. Holy Grail
  8. The Throne
  9. Sacred Mind
  10. Miracle Machine
  11. Grand Parade

Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com