La ubicación del festival es idónea, un gran parque en el que situar los servicios necesarios para nuestra comodidad, buena comunicación en transporte público (metro, buses, trenes y carretera) y cercanía con una población que cuenta con todo lo necesario para cada caso (buena distribución y oferta de hoteles, hostales, bares, restaurantes, supermercados y zonas de ocio).
Crónica de Josep Fleitas de MariskalRock.com
A su vez, la cercanía de Santa Coloma con Barcelona garantiza la multiplicidad de todo ello en pocos kilómetros; y lo más importante, cuenta la cita con el compromiso del consistorio de Santa Coloma de Gramenet en una clara y abierta apuesta por dar a conocer la ciudad del Besós a través de actos sociales y festivos abiertos de mira, que no excluyen nuestra generalmente objetada música y estilo de vida: el Heavy Metal.
La organización tuvo muchos aciertos que debemos reconocer y que van más allá de lo perceptible a simple vista, es decir: la calidad y fiabilidad del sonido, la amplitud total del escenario principal, la puntualidad, la seguridad y la variación en las propuestas musicales. Aparte de todo ello, destacar como aciertos, el no haberse complicado en esta primera edición incluyendo el espacio de un camping, con los componentes de servicios extras que en una ciudad comporta. Ubicar el festival en un área espaciosa como para albergar futuras y más amplias ediciones. Proponer lavabos suficientes, tanto en el interior como en el exterior del recinto. Colocar plásticos sobre un suelo arenoso con el que evitar las molestias de las polvaredas y, aunque por suerte no fue el caso, lodazales en caso de lluvia. Apoyar a causas benéficas como las que representan Mr H y el Banc dáliments de Santa Coloma de Gramenet, entidades comprometidas socialmente con los más afectados por la crisis, los que no tienen ni para comer. Situar una carpa en la que durante media hora bandas con demostrada calidad pueden disponer su propuesta, y nosotros disfrutar con ella (además de cobijarnos del intenso sol veraniego). La carpa de firmas en la que los fans pueden saludar a sus bandas favoritas, bueno, casi todas… En definitiva, un notable para la organización en esos aspectos.
En contra, una de las partes más criticadas por todos los asistentes con los que pude comentar el aspecto general del festival, fue el tema de los precios dentro del recinto: 3€ una cerveza pequeña, 9 un litro del dorado elemento, 3 por refrescos calientes de botella grande, que necesitaban de hielo para enfriarse, lo que reducía la cantidad de lo recibido por lo pagado, 2 por una botella de agua atemperada, 15 un cubalitro, 25 la camiseta del festival, 6 un bocadillo de “tomadura de pelo”, la falta de bebidas energéticas en las barras… Aunque normalmente los servicios de barras, comida y otros servicios suelen subcontratarse, se debería negociar para que los precios en el festival no fueran tan elevados. Por suerte, dado el acierto en la ubicación del recinto, en las inmediaciones se disponía de suficiente oferta como para paliar en algo el dispendio que representa para un fan la asistencia a un festival.
VIERNES
En Can Zam estaba todo dispuesto para que la primera edición del Rock Fest Barcelona diera su pistoletazo inicial. Los conciertos de este primer día de festival empezaban a las 16:30 con el cuarteto oriundo de Santa Coloma Kapiche Clú, formación que cuenta con varios discos autoproducidos y que en el 2007 fueron elegidos como mejor banda de la vecina ciudad de Badalona. Kapiche Clú dieron los primeros compases a un festival en el que el Rock n Roll, el calor y el buen rollo general fueron los máximos protagonistas. No tuvieron mucho tiempo, ni mucha audiencia, para demostrar lo que verdaderamente pueden hacer, poco más de media hora, pero la aprovecharon para descubrirnos que su Rock n Roll de cuna urbana se amolda a la perfección con partes de Funk y Punk, fusión nada fácil de representar y comercializar, pero bastante efectiva en directo. Kapiche mostraron su potencial, su solvencia y su sentido del humor frente a unos trescientos asistentes, que lo pasamos muy bien ante una propuesta diversa y divertida al por igual.
Tras los minutos preceptivos al cambio de backline, pero con unos diez de retraso sobre el horario previsto y con un sol que cada vez picaba más fuerte, los italianos Lacuna Coil iban a ofrecernos una de las actuaciones más destacadas del día. Capitaneados por la incombustible Cristina Scabbia y con un nuevo álbum en su haber, ‘Broken Crown Halo’, el quinteto de Milán se dejó la piel en un concierto en el que el Metal Gótico gozó de unos embajadores de lujo. Desde los primeros compases del inicial “Trip The Darkness”, pudimos darnos cuenta de que el cambio de batería en la banda había resultado una evolución en el sonido del directo de Lacuna. Tanto Scabbia como Andrea Ferro mostraron una faceta mucho más dura e intensa en su puesta en escena y sus voces, que sonaron algo más revolucionadas e intensas que en anteriores veces que he podido verles en concierto. Esta parte más rápida ocasionó mayor entrega a la habitual que suelen proponer temas como: “Kill The Light”, “Swamped”, “Fragments Of Faith” o “Spellbound”, que se igualaron en efectividad con los novedosos “Victims”, “Zombies” o “Nothing Stands In Our Way”, el más destacado de los interpretados de ‘Broken Crown Halo’. Pasionales, apasionados y muy directos, Lacuna Coil hicieron que soportásemos mejor el envite de un sol que apoyó a la ley de la deshidratación.
Hacía años, bastantes, que no coincidía en un concierto de Stratovarius, y no es que no haya tenido oportunidad de volver a verles, pero su propuesta se me hacía algo tediosa y repetitiva, la verdad. Sin embargo debo mostrar mi sorpresa por lo visto en el escenario del Rock Fest. Gracias a la modulación en la voz de Kotipelto, Stratovarius se han convertido en algo más que una banda que sobrevive gracias a su pasado. Para ello su última obra discográfica ha sido un gran apoyo, ‘Nemesis’ se ha convertido en el pilar en el que Stratovarius pueden enjuagar las lágrimas de sus altos y bajos y seguir disponiendo de ese Power Metal Melódico con buena dignidad. Eso mismo es lo que Stratovarius mostraron sobre las tablas, dignidad, energía y modulación. Aunque el sonido no fue el mejor del festival, y los teclados de Johansson predominaban sobre el resto de los instrumentos, temas como “Speed Of Light”, “Under Framing Skies”, “Eagleheart” y los esperados “Forever”, “Black Diamond” y “Hunting High and Low” hicieron avivar aún más el calor de una tarde que iba de más a mejor…
A partir de las 19:00 horas, la carpa circense, o la Stage Tent, situada casi a medio camino entre el escenario principal y los baños, sería protagonista de buenas, divertidas y eficaces propuestas en las que durante una media hora, tiempo previsto por la organización para el cambio de backline, bandas de tributo se alternarían con propuestas personales, en diferentes estilos y formas. El escenario era pequeño, pero se mostró suficiente como para acoger las propuestas de las bandas que sobre él actuaron. En ese sentido, los primeros en hacerlo fueron Cretins, un cuarteto que han sabido plasmar muy bien el efecto de los temas de los míticos Ramones y transpolar su Punk Rock más enérgico al idioma catalán. Media hora de intensidad y desbarramiento, de canciones coreadas entre el inglés de los que no conocíamos las letras en catalán y “l’idioma de la terra”. “Carrer 53” (53rd & 3rd), “Sheena Is A Punk Rocker”, “Blitzkrieg Bop” con ese cartel que proponía el ‘Hey Ho, Anem!’, “Recordes Rock n Roll Ràdio?” o “KKK per pasar-s’ho bé” (“The KKK Took My Baby Away”), se convirtieron en las piezas que más nos hicieron sudar y disfrutar de un setlist que empalmó tema tras tema casi sin descanso ¡Como debe ser! Buen y digno homenaje a Dee Dee, Joey, Johnny y Tommy cantado en catalán (por cierto, desconozco si los títulos en catalán los he escrito bien, no tuve acceso al setlist).
Sin descanso y aún con el sol calentando sobre nuestras espaldas les tocaba el turno a Medina Azahara. Actuaban en una ciudad que por su tradición andaluza les reverencia, pero aquí se trataba de ponerse a la altura de bandas con propuestas más potentes y desfibriladoras, y estuvieron a la altura gracias a haber revolucionado los tempos de temas como “Algo nuevo”, “Palabras de Libertad”, “Favorita de un Sultán”, “Hay Un Lugar”, “Niños” y “Tierra de Libertad”. A partir de ahí la voz de Manuel necesitó de un descanso y la bajada de tonos se notó también en los ritmos que Paco Ventura imprimía a su guitarra, por suerte, el otro Manuel, Ibañez (teclista) soportó bien en los coros y las rítmicas no apagaron los versos de temas como “Necesito Respirar” o “Todo Tiene Su Fin”. Una hora y poco más tuvieron los cordobeses para afianzar su Rock Andaluz de forma más metálica.
Regresamos a la carpa para recuperar el encuentro con unos míticos de la escena barcelonesa, Ktulu, esta vez con nuevos cambios en el seno de una formación que sigue estando liderada por Willy K en las voces. Potente entrega la del sexteto barcelonés, que siguen con la gira de su último trabajo ‘Makinal’, tour en el que hace casi un mes recalaron en Vilafranca del Penedés en un concierto solidario. Aunque en su set despunten más temas del ‘Confrontación’ o ese supremo ‘Orden genético’, ‘Makinal’ se vio bien salvaguardado gracias a la explosividad de, a mi entender, la mejor descarga de la actuación, “Vamos”, que estuvo a la altura de símbolos sónicos como “Justicia” y “Delirium Tremens”, temas en los que tanto la banda como el público retamos al calor y nos dejamos los restos.
De vuelta al escenario principal, Barón Rojo era otro de los nombres con peso específico. No removeré las aguas pasadas y no caeré en esas comparaciones entre los actuales Barones y las idolatradas reuniones, ahora Barón Rojo son quienes son por decisión de todas las partes y así deberíamos aceptarlo… Son siempre una fiesta, uno de los baluartes con más seguridad y fiabilidad en el estatus metálico nacional. Sus himnos siguen calando fuerte entre los corazones más metalizados, como sus letras inteligentes, directas e inconformistas, que por desgracia para la sociedad, no pierden su razón y siguen siendo una cruda actualidad. Como siempre los barones nos hicieron subir muy alto con lo que esperamos de ellos, sus clásicos: “Incomunicación”, “Las Flores Del Mal”, “Larga Vida Al Rock n Roll”, “Hermano del Rock n Roll”, “Concierto Para Ellos”, “Cuerdas de Acero” o “Los Rockeros Van Al Infierno”, fueron los más destacados en un setlist en el que también se encontró tiempo para temas no tan hímnicos pero igual de celebrados como “Seguimos Vivos”; ¡Que sea por muchos años más!
De nuevo, el Non Stop entre el escenario y la carpa, en este caso para ver al quinteto Casino Montreux, aquel mítico que su incendio dio pie a unos de los himnos más celebrados en la historia del Rock, “Smoke On the Water”, tema con el que finalizaron una actuación que tuvo altos y bajos. Era la primera vez que les veía y me dieron buena impresión; buenos músicos, banda bien compenetrada, pero creo que el setlist deberían haberlo aprovechado mejor, incluyendo temas de su repertorio como “Burn”, “Perfect Strangers”, “Hush” o “Mistreated” en lugar del medley que relegó muchos de los pocos minutos de su actuación (“Fireball/ Into The Fir/ Maybe I’m A Leo/ Demon’s Eye y Bloodsucker”). Este sólo dejó espacio para los más intensos del set, que fueron: “Highway Star”, “Space Truckin’” y “Smoke On The Water”. Como decía, buenos músicos que decidieron relegar su actuación a los fans más acérrimos a Deep Purple, más que convencer a todos con temas más directos.
Suponía que iba a ser así, y no me equivoqué… Kreator era una de mis principales atracciones en el cartel del día ¡y no fallaron! Thrash visceral y demoledor, temas solidos como el acero, duros y cortantes penetraron en nosotros como afiladas dagas, eso y una banda que liderada por un siempre comunicativo Mille Petrozza sigue con su intento de partirnos las cervicales en los envites de himnos trituradores como “Phantom Antichrist”, “From Flood Into Fire”, “Endless Pain”, “Death To The World”, “Phobia”, “Pleasure To Kill”, “Hordes Of Chaos”, “Civilization Collapse”, “Violent Revolution”, “Flag Of Hate” –destripado tras jugar al gato y al ratón con el público al que Mille preguntó su preferencia por Michael Jackson o Judas Priest- y la inevitable “Tormentor”. El tiempo pasó rápido, muy rápido, demasiado, pero fue el suficiente como para que nos quedaran aún fuerzas para aguantar hasta el final del día. Por cierto, no, no me dejo lo que fue el mejor de los temas de Kreator en el setlist, y para mí, el mejor de este primer día de festival… El brutal y apoteósico “Enemy Of God”. Les esperamos el próximo noviembre en su gira de 30 aniversario, allí volveremos a retarles para que consigan su objetivo: rompernos el cuello o nuevamente dejarnos plenamente satisfechos de su concierto.
El sol ya había dejado de brillar cuando Kreator finalizó su concierto, quizá por eso la carpa presentaba un menor número de asistentes iniciales, pero lo que sonaba desde dentro hizo que los de fuera, poco a poco, llenasen la carpa con su presencia; y es que Napalm Death tenían mucho que decir en poco tiempo. Los británicos no titubearon y sacaron su artillería más pesada… “Silence Is Deafening”, “Surffer The Children” o “Breed To Breathe” mostraron la cara más brillante del Grindcore de unos británicos que saben mantenerse en el exigente estilo con fiable dignidad.
Había estado apunto varias veces, pero nunca había visto un directo de los Mojinos Escozios; y como suele decirse: “la curiosidad mató al gato”. Tras una intro con la BSO de la peli ‘Terminator’, la canción, supongo que titulada “Terminator”, o quizá no… Lo cierto es que debo tomármelo como lo que son, una casposa y friki parodia del Rock n Roll… Como habían bastantes seguidores viendo a los de Mollet, y que parecieron pasárselo bastante bien ante el, ejeeeem… concierto, voy a utilizar una de las máximas que a veces se olvidan: Respect! Sólo espero que el Sevilla vaya cambiando de vez en cuando sus laaaaargos monólogos; si no, visto uno vistos todos… ¿Rock n Roll? Bueno, si lo queréis llamar así… Me faltaron muchas cervezas para que sus temas me parecieran buenos.
Tras el descanso que, personalmente, me propuso el concierto de los Mojinos, otro viaje hasta la carpa para ver a otra banda de tributo, en este caso Bounce, un homenaje a Bon Jovi, con músicos dignos y una voz alejada a la del cantante de New Jersey. Mientras las noticias de un documental sobre los originales y la posible (¿?) entrada de Richie Sambora en las filas de Whitesnake, en sustitución de Dough Aldrich, los barceloneses Bounce hicieron entonar algunos de los mejores hits de los estadounidenses, de estos, las interpretaciones de “It’s My Life”, “Born to Be My Babe”, “Living On A Prayer” o “Runaway” fueron las más celebradas.
De nuevo ante el escenario principal, y de nuevo sobre él otra decepción… Sinceramente, esperaba mucho más de la actuación de unos Obús que tuvieron a un Fortu, que aunque contó con una muy buena voz, se presentó más altivo y menos comunicativo que de costumbre. Por suerte, Mirat tras la batería, Fernando al bajo y el incombustible Francisco Laguna a las guitarras subieron el listón de piezas clave en el set de Obús como “Corre Mamón”, “El Que Más”, “Te Visitará La Muerte”, “Que Te jodan”, “Dinero, Dinero” o “Va A Estallar el Obús” y nos hicieron disfrutar de ese Heavy de raíz con el que la banda aún hace brillar su explosivo nombre tras más de treinta años de vigencia.
El final del festival llegó en la carpa, con otra banda de tributo, en este caso con unos Kiss Of Death que le pusieron más ganas que acierto en un concierto en el que los clásicos de Kiss se vieron refrendados con exposiciones demasiado agudas en la voz. Quizá por ello, las únicas interpretaciones que verdaderamente me motivaron fueron las de “Love Gun”, “Shout It Out Loud” y “Heaven’s On Fire”.
SÁBADO
El segundo día de festival se presentaba como el anterior, con sol y calor como los protagonistas no musicales.
Desgraciadamente, no llegué a tiempo de disfrutar de la actuación de los bilbaínos Rat-zinger. La propuesta de una banda que se mece entre la base del Punk, el poderío del Hardcore y matices metálicos no tuvo casi asistentes, lo que hizo que la organización les diera otra oportunidad de hacernos disfrutar al final del festival, donde actuaron en la carpa tras las inmensas versiones de los Mötorhits, que se erigieron como lo mejor de lo que había pasado por la Rock Tent.
A quien sí pude ver, y disfrutar, fueron a los albaceteños Angelus Apatrida, que actuaron con David Álvarez en silla de ruedas (el guitarra se encuentra aún en proceso de rehabilitación tras un accidente y posterior operación, que le impedirá poner pie en suelo hasta, al menos, el mes de septiembre). David se ha perdido algunos de los conciertos que sus compañeros han estado ofreciendo, incluido el del Hellfest, pero por suerte, sí pudo acompañarnos en la entrega que el cuarteto propuso sobre el escenario principal del festival. Intensos, potentes y con la usual entrega y comunicación Angelus arrancaron de nosotros las primeras dosis de headbangin, slam y circle pits con descargas como “Vomitive”, “Killer Instinc”, “Never Forget, “Corruption”, “Give’Em War”, “You Are The Next” o “Thrash Attack”. Otra buena muestra de entrega y poder que nos apabulló a través de ese Thrash Old School made in Albacete.
Tras el Thrash directo y punzante de Angelus Apatrida, llegaba el turno de relajar los músculos de cuello, brazos y espalda y dar fuerza a nuestras piernas y gargantas, ya que cambiábamos radicalmente de estilo, en esta ocasión el Hard y el AOR fueron los que tomaron el relevo. La entrada de Erik Grönwall en H.E.A.T. hizo que los suecos ganasen en efectividad y vistosidad, sobre todo en sus conciertos. H.E.A.T. se mostraron como un auténtico torbellino, a pesar del intenso calor y un sol que enfocaba de lleno sobre nosotros. Se dejaron la piel, sobre todo el hiperactivo Grönwall, esa entrega se contagió en los que allí estábamos, haciéndonos disfrutar de la fiesta que sobre todo propusieron los efectivos “Point Of No Return”, “Better Off Alone”, la versión de “Heartbreak Hotel” –Elvis-, la balada que da título al nuevo álbum de los suecos “Tearing Down The Walls”, y hits como “Beg Beg Beg” o “Living On The Run”. Estos fueron lo más destacado de un concierto en el que no eché en falta la rítmica de la guitarra de Dave Dalone, que dejó la formación ahora hace un año, eso lo dice todo de la pasión que propusieron los cinco restantes de la banda.
Los estilos se iban alternando en un festival pensado, en ese sentido, en agradar un poco a todo el mundo. Los siguientes en el cartel fueron los holandeses Epica, que presentaban su nueva obra ‘The Quantum Enigma’, trabajo que les acerca más al aspecto más progresivo de su Symphonic Gothic Metal. La última vez que pude ver a Epica en un concierto fue el año pasado en el Graspop Metal Meeting, en aquel concierto de ahora hace un año, Simone Simons lucía una prominente barriga, que amenazaba con dar un espectáculo único, el nacimiento de un bebé sobre un escenario. Ahora luce un tipo espectacular y una voz clara y muy matizada. Temas largos, profundos y enfáticos como “The Essence Of Science”, ”Unleashed”, “Storm the Sorrow” y las que escuché mientras aprovechaba para hidratarme a base de bebida energética “Cry For The Moon”, fueron los pilares que sustentaron un concierto más ambiental que destripador.
Tras Epica se inició el periplo hacia la carpa, donde los primeros en actuar fueron los barceloneses Fast Sharks, quienes cómo no, rinden tributo a los Accept de la época Dirkschneider. De hecho uno de los mayores atractivos de Fast Sharks es precisamente el parecido vocal de su cantante Robert con Udo. Enfáticos, entregados y con ganas de hacérnoslo pasar muy bien, supieron tocarnos la fibra más clásica con temazos como “Fast As A Shark”, “Balls To The Wall” o “Princess Of The Dark”. Motores a toda revolución…
Con las pilas bien puestas gracias a Fast Sharks, el Power Metal de los suecos Sabaton nos esperaba para aplastarnos más de lo que lo hacían el sol y el calor reinantes. Como siempre llegaron para vencer, y lo hicieron con dosis de ese Power marcial y directo, disparado a través de la entrega y energía que propone, sobre todo un incombustible Joakim Broden –voces-, que desbordó con su voz y su simpatía. Con “The Final Countdown” como intro y descargas como “Ghost Division”, “To Hell And Back”, “Carolus Rex”, “Resist and Bite”, “Soldier Of Three Armies”, “The Art Of War” –cómo me recuerdan esos coros a los de “Paquito el Chocolatero…”-, “Primo Victoria” y “Metal Crüe”, Sabaton consiguieron que pidiéramos más, pero no fue posible. Aun así les esperamos en noviembre en la gira que les traerá a presentar ese buen trabajo que es ‘Heroes’.
De nuevo en la carpa para disfrutar de otras buenas versiones, en este caso de los clásicos más venerados de unos Möttley Crüe que parecen sumarse a esa moda de decir adiós con giras interminables… Dr. Crüe estuvieron espléndidos, actuaron en una carpa que se rindió ante su entrega y lo cuadraron en temas como: “Looks That Kill”, “Shout At The Devil” o “Live Wire”. ¡Pilas recargadas otra vez!
Aún sonaban temas de Dr Crüe cuando Los Suaves salieron a escena con un potente “Preparados Para El Rock n Roll” que mostró a un Yosi nada centrado, muy distante con respecto a lo que nos ofrecía el resto de la banda. Las divagaciones de Yosi y su descolocación en la mayoría de los temas para nada afectaron al resto de la banda, que siguió demostrando su buen estado de forma y su calidad musical. Pero lo que para otros significaría su crucifixión, se le perdona a Yosi y su carisma, su entrega y su personalidad, por ello los símbolos míticos de los de Ourense que pudimos disfrutar en el Rock Fest, “Cuando Los Sueños Se Van”, “Palabras Para Julia”, “Maldita Sea Mi Suerte”, “¿Sabes? Phil Lynnot Murió”, “Viajando Al Fin De La Noche”, “No Puedo Dejar El Rock”, “Mi Casa Es El Rock n Roll”, “Dulce Castigo”, “El Afilador” y “Dolores Se Llamaba Lola”, se hicieron eco en nuestras gargantas, apoyando así la imponente técnica de una banda que no se deja arrastrar por los malos días de Yosi y que, al igual que la mayoría, apoyamos a muerte para que no caiga en barrena.
Vecinos de Santako –nombre que rezaban los miles de trípticos que el ayuntamiento de Santa Coloma había hecho repartir para promocionar su ciudad-, Alyanza es un cuarteto que con muchas ganas de demostrar y convencer, desplegó su enérgico Thrash Metal, que en ocasiones roza el Death Melódico, sobre todo por el carácter áspero de una voz que profundiza en graves casi guturales. Como muestran en su poderoso álbum ‘Mind Control’ (2011), Alyanza nos mostraron la parte más atractiva de una banda, que con tiempo, ganas y oportunidades pueden llegar a proponernos buenas cosas, como las que ya demostraron siendo teloneros de Sodom en la 2 de Salamandra.
Muchas ganas había de ver a Gamma Ray presentando su nueva obra ‘Empire Of The Undead’, y disfrutar de sus clásicos, claro. El frente del escenario era un hervidero de fans cuando tras la intro salieron en tromba para interpretar un rápido y penetrante “Avalon”. El inicio fue aclamador, continuó in crescendo con “Heaven Can Wait” y tocó techo con “I Want Out” al que, a mi parecer, sobraron las partes reggae que Kai inyectó en pleno corazón del himno de su etapa en Helloween. La parte más relegada del show de Gamma Ray, que no ineficaz, se dio con “Rebellion In A Dreamland”, “Master Of Confusion” y “Man On A Mission”, que sirvieron como previa al buen final que propusieron la directa “To The Metal” y la festiva “Send Me A Sign”. Buena voz la que aún mantiene Kai Hansen y gran posicionamiento el que siguen teniendo Henjo, Dirk y, el más novel en la banda, el sustituto de Zimmerman a las baquetas, Michael Ehre.
Una de las grandes sorpresas para mí en el festival fue descubrir la eficacia y la personalidad del trío barcelonés Mean Machine. Con la rabia de los directos de Airbourne y el énfasis de los mismísimos Mötorhead, se confiaron a la furia y la velocidad para atraparnos con trallazos como “I Waas Made For Rock n Roll”, “Ain’t No Justice”, “Rock n roll wizad” o “We Want Violence”, todos ellos temas integrados en un álbum, ‘Livi’ Outlaw’, que voy destripando como banda sonora para escribir esta crónica.
Suponía que iban a serlo y lo fueron… Twisted Sister volvieron a ser lo mejor de un festival, aun contando sólo con tres cuartos de hora de concierto, debido al retraso de poco más de media hora que se produjo, al parecer, por culpa de Joey DeMaio, a quien Dee se refirió como jodido “Axl Rose”… Quizá por ello Dee Salió más enchufado que en otras ocasiones, aunque la verdad, en directo nunca ha dejado de estarlo. Como levantado por una inyección de adrenalina en pleno corazón Dee rompió barreras en “Stay Hungry”, “You Can’t Stop Rock n Roll” y “Shoot ‘Em Down”. La cosa necesitaba un respiro y lo tomó tras quitarse su blanco abrigo con ese denso y siniestro “Captain Howdy”. Pero el concierto de Twisted Sister no estaba pensado para la duda y pronto se desató la tormenta “Were Not Gonna Take It”, en la que Dee bromeó con la forma de cantarla en los países hispanos –léase “Huevos con aceite”-, hizo que los puños apuntaran más altos que en ningún otro momento del festival, aunque estos no bajaron ya que ”The Kids Are Back” siguió en la misma línea de “Were Not Gonna Take It”, las gargantas al rojo y una banda dándolo todo es lo que pedimos en un concierto de Heavy Metal. Twisted Sister saben cómo conseguir ese objetivo, estando en forma y dándolo todo a su público. Para ello Dee está más que preparado, en una forma física envidiable, y quiso que lo comprobásemos despojándose de su camiseta y dejando al descubierto su esculpido torso -¿Otro regalito para DeMaio?-. La energía continuó con el tema más crudo de la noche, esa referencia a la salud de Lemmy al que cariñosa y rabiosamente dedicaron un contundente “Born To Raise Hell” que coreamos a la máxima potencia. El tiempo de su permanencia sobre las tablas se le acababa a Twisted Sister, pero no querían despedirse con una balada, por ello “The Price” fue uno de los temas sacrificados del setlist, aunque en su lugar “Burn In Hell” y “I Wanna Rock” llenaron de Heavy Metal el parque de Can Zam y sus kilómetros más inmediatos. Fiesta grande como la que siempre saben proponer unos Twisted Sister con los que espero volver a celebrar esos treinta años del ‘Stay Hungry’ la próxima semana en el alemán Bang Your Head! Triunfadores sin duda alguna, merecieron ser los cabezas de cartel.
Debido a los problemas que pusieron Manowar para el acceso a los fotógrafos, no pude acudir a disfrutar de las versiones de Metallica que desplegaron Seek ‘Em All en la Rock Tent. Al final fueron generosos los neoyorquinos y nos dejaron hacerles todas las fotos que pudiéramos… ¡En 30 segundos!
Con los nervios de tener que hacer buenas fotos en tan breve espacio de tiempo, la verdad es que para nada te sientes cómodo en un foso, pero son los designios de las bandas más caprichosas. Con ese ánimo recibí personalmente un concierto que tuvo ratos de todo… de buen Heavy Metal, de relegación frente a un cine al aire libre, de largos solos, de buenos matices vocales y de repetidas desapariciones entre bastidores, de problemas con el equipo y el sonido y de espectacular pirotecnia.
Manowar siguen siendo esa banda que cree en lo que predica, capaz de hacer lo mejor y también lo peor, pero también de hacer las dos cosas a la vez, caso de este concierto. Si sólo vemos el setlist que desplegaron, diríamos: ¡Wow, vaya conciertazo!, pero si pensamos en que entre tema y tema los minutos se sucedían entre historias cinematográficas que daban pie a, ¿nada?, que el sonido estaba sobresaturado y que a pesar de los esfuerzos del público entregándolo todo cuando la cosa funcionaba, Manowar no se dieron por aludidos y siguieron con su plan, la cosa cambia. Ese plan incluyó momentos estelares como las iniciales “Manowar”, “Blood Of My Enemies”, “Sign Of The Hammer”, “Lords Of Steel” y “ The Dawn Of Battle”, y momentos de perplejidad como las historias encontradas en la pantalla que precedieron a “The Warriors Prayer” y “Blood Of The Kings”, tras ellos, la proyección de un reportaje sobre la regrabación de ‘Kings Of Metal MMXIV’ que precedió a “Kingdom Come” y siguió con “Heart Of Steel”. Perplejos, esperábamos que el parón al que habíamos sido relevados nos devolviera a unos Manowar más efectivos, pero para nada… Un solo cacofónico de Joey rasgó nuestros oídos durante ocho minutos y para rematarlo problemas en el micro de Eric rompieron con la energía de “Wheels Of Fire”. Por fin, el final trajo la parte más entregada del concierto: “Hail And Kill”, “Kings Of Metal”, “Warriors Of The World” y “Black Wind, Fire And Steel” pusieron vendaje a la herida que Manowar se había infligido con sus propias armas. Al final, un largo show pirotécnico en el que a ritmo de “The Crown And The Ring” dio pie a relajarnos un poco.
Para acabar la fiesta con buen sabor de boca me dirigí al espacio de la carpa, en ella iba a actuar la mejor de las formaciones de tributo que pisaron la Rock Tent, Mötorhits. Mötorhits es una formación creada de las raíces de bandas como Dirty Lust, Tralla XXL y Dirty Sabbath –versiones impagables de Black Sabbath-, liderados por los hermanos Lleixá, Xammy “Kilminster” y su hermano Pepón “Dee” y escudados por Jorge Lancharro en las funciones de Phil Campbell. Este trío de ases han hecho mil y un esfuerzos para representar lo más fielmente posible a uno de los incunables del Rock n Roll más directo y visceral. Los temas de Mötorhead se ven sumamente bien reproducidos por la energía y el convencimiento de Mötorhits. Como reza su nombre, los temas ruedan por las carreteras en las que los originales han dejado profundas e indelebles roderas. En esta ocasión disfrutamos dejándonos el resto de fuerzas acumuladas en las enérgicas entregas de “No Class”, “Born To Raise Hell”, “Damage Case”, “Bomber”, “Stay Clean”, “Iron Fist”, “Lock Up Your Daughters”, “Orgasmatron”, “Killed By Death”, un impagable “Ace Of Spades” y un brutal, largo e intenso “Overkill”. Mötorhits propusieron un broche de oro al cierre del festival, dando las gracias a todos los artífices y responsables de que éste haya podido ser una realidad, la que esperamos que el año que viene se supere a sí misma.
La tardía hora y un compromiso de trabajo hicieron que no pudiera quedarme a ver la segunda oportunidad de Rat-zinger en el festival, por lo que les pido mis humildes disculpas; chicos, os debo una crónica…
Crónica de Josep Fleitas de MariskalRock.com