El pasado lunes, los amantes del espectáculo, la buena música y sobre todo, del gusto por lo macabro, el cine de terror en blanco y negro abanderado por Universal y la serie B escatológica, teníamos una cita ineludible en La Riviera madrileña con el prolífico ROB ZOMBIE.

Alrededor de tres cuartos de entrada, un lunes, atestiguaban que había deseos de presenciar una descarga y show a los que la única pega que se les puede poner es su escasa duración (hora y media de reloj, de 21:30 a 23:00 exactas), dejando satisfecho al variopinto público, en  gran parte de estética “freaky- spooky” acorde al evento,  y consiguiendo una gran fiesta donde lo pasamos realmente bien de principio a fin.

Crónida de J. José Jiménez de RafaBasa.com

 

He de pedir mis más sinceras disculpas por no haber podido asistir a las actuaciones de las dos primeras bandas, POWERMAN 5000 y DEF CON DOS, los cuales me hubiera encantado poder cubrir.

Lamentablemente, complicaciones de última hora con mi horario y jornada laboral, sumados al tráfico, la complicación de aparcar por la zona y el –quizás- excesivo celo de cierto encargado de vigilar la hora del aparcamiento, hicieron que llegara justo cuando DEF CON DOS ponían punto y final a su actuación.

Siento de verdad el no haber podido asistir y acepto las críticas que de dicha situación se deriven, aunque pido también comprensión, ya que cuando las cosas se tuercen, se tuercen. Decididamente, el lunes no fue mi día… Suerte que con la actuación que presencié y a continuación os relato puedo sacar algo positivo de él.

El escenario pintaba cuál película de terror clásico, repleto de fotografías en blanco y negro enormes de personajes míticos como el monstruo de Frankenstein, mr. Hyde, El Hombre Lobo o un imponente King Kong en la parte central, tras la tarima de la batería, que contrastaban con el colorido de la actuación en cuanto al uso de los focos y la llamativa vestimenta de los músicos.

Los pies de micro eran esculturas humanas con los brazos extendidos hacia atrás por encima de sus cabezas, como si estuvieran encadenadas, los cuales fueron usados por el vocalista como manillares de motocicleta.

Presencié la actuación desde diferentes puntos, principalmente desde el lateral derecho junto a la barra y al fondo, en la zona de merchandising y en todos aprecié un buen sonido, perfectamente ecualizado desde el comienzo, con un “Teenage Nosferatu Pussy” que sirvió para caldear el ambiente. No tardaría en caer el primero de los himnos, un “Superbeast” brutal donde la gente coreó y aupó a la banda, con un vocalista realizando la peculiar coreografía cual arte marcial que presentara en el clásico videoclip de la canción. Una larga introducción a base de batería y Rob animando al respetable (algo que se hizo en demasiadas ocasiones) nos llevó a otro de los imprescindibles, “Living Dead Girl”, tras la que llegaría uno de los momentos más divertidos con el nuevo single “Dead City Radio and the New Gods of Supertown” que puso a toda La Riviera a botar y cantar en su estribillo: “we listen, to the radio”, momento en el que John 5 lucía una guitarra blanca cuyo cuerpo se iluminaba.

Llegó el momento del solo de batería, con partes intercaladas de James Brown y su mítico “I Feel Good”, volviendo la banda para ejecutar el clásico de White Zombie “More Human than  Human” que puso a todos a dar saltos mientras el vocalista se subía a la valla que le separaba de las primeras filas, apoyándose en sus fans para recorrerla de derecha a izquierda sin bajarse de ella. Nueva introducción de Rob, haciendo gritar “rock” a un sector del público, enfrentándolo con el “mother fucker” del opuesto, dando paso a “Sick Bubble-Gum” donde lanzaron unos globos gigantes de colores con los que banda y asistentes juguetearon.  El aire country imperante en “House of 1000 Corpses” dotó el ambiente de una nota de color musical distinta y variada, usando el frontman un pie de micro diferente, esta vez con un esqueleto de seis brazos extendidos hacia el público, en forma de araña.

“Meet the Kreeper” nos traería otro de los clásicos más esperados y bailados y tras “Never Gonna Stop”, Zombie le gritaría a sus músicos “gimme some old school metal“, comenzando ellos con el riff principal del “Am I Evil” de Diamond Head, del cual interpretaron un par de estrofas y estribillos, uniendo a otro de los momentos más esperados, una brutal interpretación de “Thunder Kiss ’65″ que alargaron para el solo de guitarra en el que John 5 demostró en unos minutos la gran técnica y maestría que posee, mientras su jefe se paseaba por toda La Riviera, andando entre el público armado con un foco que usaba para apuntarnos mientras se iba subiendo en cada una de las barras que la sala tiene repartidas. ¡Fue el puntazo de la noche! Una vez realizada la vuelta completa, Zombie vuelve al escenario, se le unen el resto de músicos interpretando un fragmento del “Schools Out” de su admirado Alice Cooper, retomando el final de “Thunder Kiss ’65″, haciendo mutis por vez primera.

El primero de los bises no tardaría en llegar con “Ging Gang Gong De Do Gong De Laga Raga”, tras el que llegó otro de los momentos más deseados, un “Dragula” que nos puso a todos a botar sin parar de sonreír. El segundo encore vino con el clásico de Grand Funk Railroad que ROB ZOMBIE versionó en su último álbum, “We’re an American Band”, donde éste lucía chaqueta y sombrero con la bandera americana, emulando a Uncle Sam. 

La tercera vuelta a escena sí tardaría algo más en llegar, incluso vi gente saliendo por la puerta, pero tras unos fructíferos minutos en los que el público no hacía más que corear el nombre del artista, regresarían por última vez para terminar por todo lo grande con “Scum of the Earth”, tras la que pondrían la guinda a un pastel de hora y media donde disfrutamos, pero nos dejó con ganas de volver a tener a ROB ZOMBIE, su banda y su propuesta artística de nuevo en la Península pronto.

Crónida de J. José Jiménez de RafaBasa.com