Tarde/noche importante la que se erigía poderosa en la capital este pasado sábado. Es cierto que había otros conciertos de rock en Madrid (77+PL GIRLS, DEMONIK…), ¿y cuándo no?, pero personalmente yo tenía esta fecha reservada para MÄGO y sus compinches desde hacía semanas.
Permitirme una pequeña reflexión previa, aparte de resaltar la propia «resurrección» de unos MÄGO DE OZ con los que no niego que hacía años que mi actitud hacia ellos era de amor/odio, como se suele decir. Incluso reconozco que desde «La ciudad de los árboles» en adelante les había dado totalmente la espalda cual novio despechado. Pero, como con los buenos amigos, lo importante es poder verse años después, reencontrarse y darse un gran abrazo y volver a tener la misma relación que el primer día o, al menos, tratarse con el mismo cariño, respeto y admiración de los mejores tiempos.
Crónica de David Esquitino de RafaBasa.com
Pues bien, tras el placer de escuchar un disco fantástico y 100% MÄGO como es «Hechizos, pócimas y brujería», ahora era el momento por fin de reconciliarme con ellos en directo y volver a ver a la banda grande que nos conquistó años atrás. Y lo hice, y me encantó hacerlo, y sobre todo volver a verles radiantes, felices, ilusionados y mostrando una cara en directo que hacía mucho tiempo que no veía. Y lo resumo con algo que comenté in situ con el jefe Basa: «está claro que tienen que tocar canciones fiesteras, y sus clásicos más conocidos también, pero 3 o 4, no 10″.
Realizaron un set list repasando casi toda su discografía, recuperando canciones antiguas, haciendo sonar las guitarras y que sean protagonistas como hacía mucho tiempo que no lo eran en sus directos, tocando canciones tan complejas y arriesgadas como «La cantata del diablo» y ofreciendo un espectáculo, profesionalidad, calidad y una actitud a la altura del nombre y status que ostentan… Algo que en los últimos tiempos de su etapa ya anterior era obvio que no hicieron, y que se dejaron llevar por la desidia, por lo fácil y por el «da igual», algo que ya no ocurre como pudimos comprobar al 100% en Vistalegre el sábado. Por otro lado, estaba el caso de Zeta, al que yo todavía no había tenido ocasión de ver en directo y que está claro que el sábado era una prueba importante para él. Y mi opinión es un poco la misma que se viene comentando desde el principio, y que no puedo más que corroborar: gran cantante, fantástico para esta nueva etapa de la banda, pero aún le falta bastante como frontman. Tal vez de todos modos no es que le falten aún tablas o experiencia en este sentido sino que es un vocalista muy diferente a José Andrea (o a Leo, o a Carlos Escobedo, o incluso a Patri) en directo. Eso sí, ha mejorado en mucho las prestaciones vocales y la profesionalidad de la banda con respecto a lo que lamentablemente ofreció José Andrea en su último período con MÄGO, eso no lo podemos maquillar.
De cualquier manera, la memoria es malévola a veces, y las comparaciones siempre odiosas, pero creo que todos le van a pedir un extra en directo aparte de cantar muy bien y ser la cara en primera línea de la banda en los conciertos. Y en Vistalegre le noté bastante rígido, un tanto soso incluso por momentos (aunque fue de menos a más) y sin esa chispa y desparpajo que sí transmitían de manera natural los demás vocalistas que vimos esa noche sobre el escenario. El tiempo dirá si él se acabará soltando definitivamente o si sencillamente es el público el que se tiene que acostumbrar a un vocalista menos activo y arrollador en MÄGO, que tampoco es mala opción, pero al menos para mí fue lo único que sí me falló un tanto de la actual formación de la banda… Eso sí, excelente cantante, que nadie me malinterprete, por favor.
Pero no nos adelantemos que la tarde tuvo mucho chicha desde el principio, y eran 4 bandas los que acompañaban a MÄGO en esta «reedición» del Mägo de Oz Fest (que recordemos que ya tuvo una primera etapa en varias ciudades de México en mayo de 2007, y su correspondiente primera parte hace algunas semanas en Bogotá, Colombia junto a RATA BLANCA, KRAKEN o SHERPA entre otros. Comentar, por cierto, que hubo algunos problemas en la entrada al principio (cosas de las nuevas tecnologías que siguen dando problemas a la hora de validar entradas) y una cierta desorganización inicial con esto que provocó que la apertura de puertas y sobre todo la entrada de algunas personas se demorara más de la cuenta, perdiéndose incluso el comienzo del festival que, por razones de tiempo, tenía que empezar (y terminar) totalmente puntual.
ANHKARA
Vamos ya con las bandas y los conciertos en sí, y empezaron los reunidos madrileños con puntualidad leonina a las cinco en punto de la tarde. Y bueno, fue un «típico» concierto de banda que abre un evento como éste: horrible sonido, muy pocas luces, gente aún entrando y los presentes algo fríos todavía (aunque al final de la actuación sí dieron más calor), y repertorio muy corto. A reseñar que en este concierto no les pudo acompañar el guitarrista Alberto Marín, que estaba tocando con HAMLET en Málaga (y tampoco estuvo con BÜRDEL KING obviamente) y fue Víctor de Andrés, el compañero de Pacho Brea de su banda en solitario, el que solventó perfectamente el contratiempo, y eso que estaba «malito» como comentó Pacho desde el escenario.
¡Por cierto, qué buena imagen tienen sobre el escenario tanto él como Cecilio! Lástima del sonido tan malo que sufrimos durante la escasa media hora que nos pudieron ofrecer, y que deslucieron los «No mires atrás», «Un paso más» o ese precioso «Acordes mágicos» que nos regalaron para terminar. Seguro que el 8 de febrero, que grabarán DVD en Madrid como nos anunciaron varias veces, les vemos en mejores condiciones y con el público más entregado.
BÜRDEL KING
Tras una espera más larga de lo esperado, salían BÜRDEL KING a comerse el escenario de la Plaza con todo el morro, gamberrismo, provocación, «nocturnidad» y alevosía, como comentó el propio Rafa Basa en la presentación. Y lo he dicho mil veces y lo vuelvo a decir, y lo defiendo ante el que sea, ¡son un grupazo como la copa de un pino! Vale que esta vez de nuevo el sonido no acompañó, aunque sonaron mejor que ANKHARA, y que llevaban menos parafernalia roquera sobre el escenario que otras veces (aunque ellos mismos eran suficiente atrezzo para escupir suficiente rock n´roll y vicio, y llenar el escenario de leopardo, botas de chúpame la punta y boas de plumas), pero son buenísimos.
Vale que tal vez no sean los mejores músicos del mundo (y también lo discuto porque con gente como Sergio Martínez, Patricia Tapia, Javi Díez o Manu Seoane en la banda, pues eso), y que Txus no sea David Coverdale ni Steven Tyler, pero les sobra morro, calidad, temazos, actitud y soberbia para subirse al escenario y comérselo desde el principio.
¡A mí me encantan!, no puedo decir otra cosa… Por cierto, media formación de MÄGO sobre el escenario, un Txus gamberro, provocador, bromista (incluso riéndose de él mismo y de su banda, algo que no muchos saben hacer con tanto estilo, ni entenderlo) y ejerciendo el papel de frontman perfecto para una banda como ésta (y muy profesional y más que correcto cantando, por si alguien lo duda), y un público receptivo antes unos BÜRDEL KING que sorprendieron a propios y extraños y para mí fueron junto a TO/DIE/FOR la revelación y sorpresa positiva de la noche.
Un temazo como es «Esta noche huele a rock n´roll» daba el pistoletazo a su actuación. Lástima el sonido de nuevo tan malo, que fue mejorando poco a poco, pero ya digo que la banda tiene nivelazo y que si quieres rock n´roll y pasar un rato divertido, déjate de prejuicios absurdos y a por ellos. Rollo hardroquero en «Engaña a tu novio» y «665 el vecino del diablo», bromas y buen humor zafio en «Inmaculada» (con sexy «Mamá Noel» saxofonista incluida… que era Josema de MÄGO disfrazado de stripper navideña de medio pelo,… «es lo que nos podemos permitir con lo que nos pagan los organizadores del festival»… ¡qué tíos!).
Guiño a los MÄGO más roqueros y sencillos con «Mi nombre es rock n´roll» y, tras presentar Txus a la banda, era el punto a medio tiempo del «Sexorcista» el que cerraba la segunda actuación de la noche. Por cierto, nos anunciaron que en marzo habrá segundo disco de la banda y que, si la compañía lo permite, el título traerá cola… que a la Conferencia Episcopal y al sector más conservador del PP le va a encantar, jeje.
TO/DIE/FOR
Ya nos comentaba el Basa en la presentación que la razón de que estuvieran en el cartel es que es una de las bandas favoritas del propio Txus Di Fellatio, y que él quería que la banda estuviera con ellos tocando en Madrid en el festival. Pues dicho y hecho, y lo cierto es que fue todo un acierto pese a que inicialmente podrían parecer un tanto fuera de lugar. Personalmente me engancharon, y eso que no es una banda que conociera demasiado, pero ya digo que fueron una muy agradable sorpresa y de hecho ése era el comentario generalizado con muchos de los que hablé a posteriori. Además, tocaron casi una hora y con un sonido bastante mejor de lo que llevábamos escuchado hasta ese momento (aunque aún regular), así que doble acierto.
Góticos y metaleros a un tiempo pero a su vez muy melódicos y ambientales, con geniales instrumentaciones (aunque a veces las guitarras estaban algo bajas) y un teclista «serpeante» (todo un personaje el amigo Jussi-Mikko Salminen) muy protagonista en el sonido y en las atmósferas de las canciones. Contaron con un sonido oscuro, melancólico, hipnótico y con mucho gancho, ya digo que gustaron a la mayoría y que fueron unos de los triunfadores de la velada sin duda.
Veteranos ya de la escena, y formando parte de esa camada nórdica junto a nombres como SENTENCED o HIM incluso que sacaron la cabeza de manera importante a finales de los 90/principios de 2000, nos engancharon desde el principio con temas fantásticos como «Hollow heart», la maravillosa «Cry for love», todo un temazo, «Años de dolor» o incluso el guiño al «War pigs» de BLACK SABBATH. Pese a su seriedad y ese punto típicamente nórdico de largas melenas teñidas de negro y ellos muy altos y delgados en general, también se gastaban bromas entre ellos y lograron una buena comunión con una audiencia que, en principio, no les conocían demasiado tampoco.
Utilizando incluso algunas bases semielectrónicas en momentos puntuales, como en «Vale of tears» y mezclando esto con un toque más clásico e incluso romántico, le iban dando forma a un repertorio muy interesante en el que me quedé con otros momentos álgidos como «Like never before», otro temazo de impresión, o «In the heat of the night» (con coros femeninos grabados). Ya digo, una interesante sorpresa y una banda que, sin ser de mi estilo necesariamente, me llamaron mucho la atención y prometo prestarles más atención a partir de ahora.
LEO JIMÉNEZ
Sensaciones contrapuestas con el concierto de LEO y su banda en este Mägo de oz Fest. Me explico: buen concierto, fantástica banda, soberbio cantante y buenas sorpresas y colaboraciones… pero no me mataron con un repertorio que creo que no estuvo bien elegido, y además de nuevo destacó el mal sonido reinante (la batería no se escuchó hasta mitad del show, la guitarra de Antonio Pino bajísima, la voz de Leo tampoco estuvo al nivel de volumen habitual… y encima lidiamos con un molesto eco constante que no había manera de borrar de los oídos).
Eso sí, tienen a la gente ganada y Leo es un vocalista/cantante y frontman al nivel de los mejores, sin duda, que tiene un carisma y magnetismo especial y la gente lo percibe rápido. Y eso que no fue la mejor noche que le he escuchado en directo, pero ya está en el siguiente escalafón y se ha ganado el merecido respeto unánime de todos con trabajo duro, pelotas y personalidad, ¡enhorabuena!
Esta noche tocaron unos 45 minutos en los que enfocaron mucho el show a las colaboraciones: que hubo dos temas cantados por Tanque Ruiz, dos por Mero de CUERNOS DE CHIVO y luego dos grandes duelos vocales con dos féminas pequeñitas pero de armas tomar como son Neus Ferri (que se quedó a las puertas de ganar La Voz el año pasado… con recadito incluido de Leo al resultado final) y la propia Patricia Tapia, que cada día es más grande como cantante y que ya se atreve a batirse hasta con los pesos pesados. Y por cierto, Leo sólo tocó la guitarra en el primer tema, y luego le cedió el testigo en ese sentido a su amigo Rufo de DULCAMARA, al que ya anunciaron como segundo guitarrista de la formación a partir de ahora. Y obviamente la banda gana mucho con Leo sólo como cantante, que es un torbellino, y se notó en este sentido, está claro.
Pero insisto en que esta vez a mí me dejaron más frío, y es que creo que dejar fuera «Desde niño» (que estaba en el set inicialmente) para empezar con «Condenado» no fue un acierto, y que una canción tan «particular» como «El tiempo curará» en un repertorio de festival no pega ni con cola (eso sí, es opinión personal), e incluso se me hizo extraña en el set «Impotencia» de STRAVAGANZA.
Por otro lado, es obvio que hubo guiños tanto a 037 con la fantástica «Volar», que Leo y Patri bordaron con una furia y feeling espectacular, como a SARATOGA con la brutal «Resurrección» para terminar, que fueron rotundos triunfos; o el recuperar «Hijo de la luna» (con breve problema previo en la guitarra de Antonio, que se desafinó con el frío) y darle ese punto precioso con Neus haciendo el dueto perfecto con Leo. O la rabia o rotundidad tanto de «No hay más canciones para tí» o «Tu destino», que siempre son apuestas ganadoras. No es el mejor concierto que les he visto pero la gente está con ellos y con Leo, está claro.
MÄGO DE OZ
Y llegaba el momento de los protagonistas de la noche quienes, recién pasadas las 21:30, bajaban el telón y dejaban ver el atractivo escenario que les serviría de fondo esta noche. Quizás el montaje no es tan espectacular ni grandioso como aquel barco pirata de «Gaia I» o la famosa catedral de «Gaia II», pero queda muy resultón, lúgubre y a la vez atractivo, con un gran telón «embrujado» de fondo con un castillo y una luna (que a mí me recordaron a la portada del primer disco de RAINBOW, una de las bandas de cabecera del grupo sin duda), y luego un escenario decorado al modo de bosque encantado del videoclip de «Xanandra», con árboles desvencijados, telas de araña y luego la gran diablesa «satánica» (que han rescatado de la catedral) presidiendo el aquelarre sobre la batería de Txus (en este caso negra y con dos pentagramas rojos dibujados en los bombos). Y además todo ello acompañado de un juego de luces que iba representando muy bien el rollo cada canción y jugando con detalles interesantes en todo momento, pese que mí me pareció un tanto oscuro por momentos… siendo parte del plan entiendo.
En cuanto a la banda, de Zeta ya he hablado, y lo mantengo, tanto lo positivo como los «necesita mejorar» de mi comentario, pero quiero destacar sin duda el puntazo de ver a un tío como Fernando Mainer en directo, tanto a nivel instrumental (que es un bajista excelente) como sobre todo por el buen rollo que transmite, con su eterna sonrisa perenne en el rostro, y sin parar de bailar, disfrutar y mostrar una compenetración excelente con sus compañeros, ¡grande Fer! Lo mismo de Josema, un flautista/multi-instrumentista que está bastante loco sobre el escenario (no hay más que ver su solo para darse cuenta), pero que aporta un punto muy desenfadado, llano y de mucha calidad al sonido más folk de la banda. También quiero destacar a Patri, cada vez más protagonista en la banda, cada vez más asentada en MÄGO y no sólo como corista de excepción sino como segunda voz, bailarina, motor y transmitiendo esa alegría, fuerza y actitud que sólo ella tiene encima del escenario. Y no me olvido de los originales, Moha, Frank, Carlitos y Txus, a los que se les vuelve a notar alegres, sueltos, con una sonrisa de oreja a oreja en directo y disfrutando, que no sufriendo, cada nuevo show del grupo, ¡genial! Y por último el punto de seriedad y de calidad musical que aporta Javi Diez, tanto al teclado, instrumentaciones/orquestaciones, tercera guitarra… Mano derecha musical de Txus desde hace años, por algo será…
Tras la intro de las brujas vertiendo las pócimas en el cántaro de los hechizos y danzando sensualmente, empezaban directamente con caña a ritmo de «El libro de las sombras», mejorando en mucho al sonido general hasta entonces, aunque todavía hubo algunas reservas al respecto (cosas de los técnicos o de la acústica del propio recinto, ¿quién sabe?). Y con Zeta ya demostrando que es un gran cantante, lo que también refrendaría con la primera sorpresa clásica del repertorio, un «Maritormes» que yo no escuchaba en directo desde hacía muchos años y que sin duda hizo las delicias de los que les conocimos hace ya muchos años. «El líder», de «Gaia III – Epílogo» era otra de las sorpresas del repertorio, una canción que de hecho yo ni conocía y que me pareció muy interesante, aunque la voz de Zeta estaba tal vez un tanto más baja aún con respecto al resto de instrumentos. «H2Oz» nos devolvía al fantástico último disco y además retomaba el punto más fiestero y divertido marca de la casa (que no pachanguero, que hay bastante diferencia), con un tema que fue muy bien acogido… Aunque nada que ver con el primer momento álgido de la noche de la mano de ese «Molinos de viento» que puso la plaza patas arriba desde el primer acorde, y además aprovecharon para sacar el hinchable del Quijote de la portada de La Leyenda de la Mancha que les iba a acompañar durante todo el concierto desde un lateral del fondo.
Ya llevábamos una media hora de concierto y yo ya tenía claro que «esto» era «otra cosa», que los MÄGO que echaba de menos los últimos años habían vuelto, y que ahora de nuevo un concierto de la banda vuelve a tener hard rock, heavy metal, mucha calidad musical y no sólo fiesta y demás. Para gustos los colores, está claro, pero creo que este cambio y vuelta a otro tipo de conciertos de MÄGO DE OZ era muy necesario y personalmente me alegré muchísimo de volver a ver un concierto de los MÄGO roqueros y no de la banda generalista y «comercial» a la que muchos habíamos dado de lado en los últimos años… Dicho esto, para muestra un botón, y es que en anteriores giras no hubiera tenido cabida en el set un corte tan elegante, aorero y hardroquero como «Sácale brillo a una pena», que les quedó de lujo. Por cierto, muy guapa la chupa blanca de Zeta con el logo circular de GN´R por detrás…
Y del hard rock al punto más «malvado» y épico de la mano de «Satanael», con la colaboración de lujo de Jero Ramiro a las guitarras y con dos preciosas bailarinas semidesnudas que aportaron el punto provocador pero a la vez muy sensual que transmite la atmósfera de la canción (dibujado además con unas intensas luces rojas que le daban un aspecto cuanto menos inquietante al escenario). Y con Txus haciendo la cruz invertida con las baquetas… a lo Tommy Aldridge invertido, si me permitís la broma. «La danza del fuego» y «Hasta que el cuerpo aguante» nos remitían a «Finisterra» y a ese punto más folk/rock/celta marca de la casa que siempre es un acierto, y al punto divertido y desenfadado que todos los presentes respondieron bailando y coreando dos temas muy queridos del repertorio de MÄGO.
Y después del divertido y gamberro solo de Josema (jugando además a modo de performance burlesca con Patri y tocando con una muleta, una jeringuilla o una regadera), salió Carlos Escobedo a comerse el escenario y a cantar «Sigue la luz», otro de los temas más interesantes del nuevo disco y que gustó mucho… y comentar que en el tema el batería fue Manuel Reyes, batería de SOBER (e hijo del conocido ex batería de MEDINA AZAHARA… y profesor ocasional de batería de Txus, por cierto).
Otra de las emocionantes sorpresas del repertorio es el haber recuperado un temazo como «Hasta que tu muerte nos separe» (único vistazo a los dos primeros discos del grupo, todo sea dicho), y eso que no me sonó tan rotundo como me esperaba pero me encantó escucharla de nuevo en un repertorio de MÄGO… y notar que no fue casualidad que el tema lo terminaran sólo los dos guitarristas, el bajista y el batería sobre el escenario, sin adornos folks ni extras de ningún tipo, significativo sin duda… «Adios Dulcinea» fue el momento demasiado suave de la noche, una balada que personalmente no me dice mucho, todo lo contrario que «El que quiera entender que entienda», otro de los temas que personalmente hacía muchos años que no escuchaba en directo y que me encantó reencontrármela en el repertorio. Por cierto, con Pacho Brea de ANKHARA en este caso y con divertido beso «reivindicativo» entre Pacho y Zeta al principio, dándole ambientación a la letra de la canción… Otro de los momentos soberbios de la noche vino con «Brujas», con Patri comiéndose literalmente el escenario en primera línea y demostrando no sólo que es una de las mejores vocalistas de nuestra historia sino que podía haber asumido perfectamente el rol de vocalista principal de MÄGO sin sonrojar a nadie y sin que chirriase en absoluto la decisión. Pura energía, pura magia, desparpajo y clase, no puedo decir otra cosa…
Tras esto, llegábamos al «final» del concierto con dos de los temas más grandes de la historia de MÄGO DE OZ, y vale que a mí me hubiera encantado escuchar en estas tesituras cosas como «Jesús de Chamberí» o «Requiem», pero lo cierto es que tanto «Hechizos, pócimas y brujería» como «La cantata del diablo» son soberbias. Personalmente me gusta más la «sencillez» y melodiosidad de la primera, pero hay que rendirse a la grandilocuencia de la segunda, contando además con el apoyo vocal de un Leo soberbio a las voces y de la guitarra de Manu Seoane (con momento pirómano Hendrix incluido al final del tema). Y lo tengo que decir: ¡qué buena la camiseta de «Mariscos Recio» (de la serie «La que se avecina») de Leo! Bromas aparte, sensacional interpretación y un momento absolutamente espeluznante, dicho en el mejor sentido, del concierto.
Finalmente, era el momento de los bises y tal vez de la parte más «facilona» y esperada por algunos del concierto, y eso que lamentablemente tuvieron que quitar por tiempo la grandiosa «Xanandra», pero está claro que un concierto de MÄGO DE OZ sin «La costa del silencio» (en este caso con la colaboración vocal de Tete Novoa) y sobre todo «Fiesta pagana» (que obviamente fue la fiesta total, incluso con la «superpolla» hinchable correteando por el escenario) no tendrían razón de ser. Y para rematar la fiesta con una sonrisa, una outro tan «payasa» como «Hola Don Pepito, hola Don José» fue el epílogo entrañable de un concierto fantástico y de un Mägo de Oz Fest que, pese a que no fue tan numeroso en audiencia como tenía que haber sido (los ausentes se lo perdieron, como se suele decir) y que el sonido nos jugó muy malas pasadas en varios momentos de la noche, a nivel de bandas y concierto de los cabeza de cartel fue un éxito.
Y personalmente levanto mi pulgar rotundo con respecto a esta nueva etapa de MÄGO DE OZ, que creo que han superado con nota un momento tan difícil y que han conseguido volver a reclutarnos a muchos sin perder a su vez ese punto de banda grande e inevitablemente generalista que por supuesto tienen desde hace tiempo. De cualquier manera, así sí, amigos, así sí. ¡Gracias y enhorabuena!
Crónica de David Esquitino de RafaBasa.com