Por fin teníamos oportunidad de ver la gira regular de salas del último disco de ARCH ENEMY «Khaos Legions», después de más de un año de su edición, con la excepción de su actuación en el festival Sonisphere hace dos ediciones, donde rubricaron una gran actuación.
La Riviera registraba apenas un cuarto de aforo en la noche del viernes. Una sala que se quedó grande pero que otras habituales hubieran resultado demasiado pequeñas e incluso hubieran originado un serio problema de overbooking.
Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com
Un monumental atasco en la M-30 de Madrid, con varios de sus carriles y accesos cortados hizo que me perdiera la actuación de TITANS EVE y llegara justo para recoger mi acreditación y asistir a los primeros acordes de «Voivod», el tema homónimo con el que los canadienses comenzaban su descarga y ya desde el principio pude comprobar el buen sonido que íbamos a tener toda la noche.
Un público en su mayoría joven que aún no estaba al completo e iría llegando a lo largo de su actuación asistía impasible ante la descarga del mítico cuarteto. VOIVOD desplegaron en cuarenta minutos aproximados su thrash metal de corte personal no apto para todos los oídos con una ejecución excelente. A destacar el gran trabajo de Chewy a la guitarra, recogiendo el testigo de Piggy (Denis D’Amour -DEP-) para quien hubo un especial recordatorio casi al final de su actuación.
Con «Ripping Headaches» comenzaba el concierto en su versión más caleidoscópica, siguiendo con «Chaosmöngers» que terminó de desencajar a muchos que estaban deseando meterse en su rollo pero no terminaban de hacerlo.
Aprovecharon para presentar «Target Earth», tema homónimo del que será su nuevo disco, para de seguido rebautizar «Forgotten in Space» como «Forgotten in Spain», conscientes del poco entusiasmo que estaban consiguiendo, si bien hay que ser justos y decir que poco a poco la reacción del público iba mejorando y reaccionando a las mil y una caras y poses a lo monstruo de Frankenstein del frontman Snake y su particular forma de afrontar las tareas vocales.
La ramoniana «The Prow» ayudó bastante a ello, con su ritmo accesible y bailable 100%, encarando la recta final con «Tribal Convictions» y la versión de Pink Floyd «Astronomy Domine» con la que al fin consiguieron que La Riviera estuviera dando palmas al unísono, consiguiendo una digna despedida para una banda a la que le costó conectar pero, qué duda cabe, tocaron bien dentro de su arriesgada y personal propuesta de ver la música.
Poco tuvimos que esperar para la actuación de unos ARCH ENEMY que estuvieron geniales. La banda sigue teniendo un directo brutal y a la vez envidiable en cuanto a ejecución técnica, sin ningún tipo de fisuras. Estuve pendiente en bastantes momentos del nuevo guitarrista Nick Cordle, quien tenía la difícil papeleta de suplir definitivamente al pequeño de los hermanos Amott. Nick estuvo preciso, sin nada que reprocharle e incluso tuvo un par de momentos para ejecutar solos y partes instrumentales dejando patente el porqué está donde está, consiguiendo que en ningún momento echáramos en falta a su predecesor. Sharlee D’Angelo, que por cierto, ¡ha cogido unos cuantos kilos!, sigue en un segundo plano escénico pero dotando a la base rítmica de la solicidez necesaria, a parte de ser un torbellino en aquellos contados momentos en los que sale a primer plano escénico. Daniel Erlandsson me sigue pareciendo un grandísimo batería, piedra angular además del sonido ARCH ENEMY a nivel de composición. Curioso que en dos semanas haya tenido oportunidad de ver en directo a los dos hermanos Erlandsson (a Adrian con Paradise Lost) y sigo creyendo que Daniel gana por goleada; no es sólo un gran batería sino un enorme compositor. Michael Amott sigue llevandose para sí buena parte de las miradas y atenciones del respetable, siendo el alma musical del combo y tocando con un sentimiento del que pocos pueden presumir. Y por último, tenemos el huracán Angela, quien no para en ningún momento, animando y cantando con una potencia que ya no es novedad para sus fans, aunque sigue resultando curioso ver las caras de ciertos trabajadores de la sala ajenos al heavy metal cuando ven a una mujer exhalando esos sonidos por un micrófono.
Si algo hemos de reprochar al concierto es sin duda su escasa duración de apenas hora y cuarto. Siguen con su tónica de intercalar los temas instrumentales que complementan sus discos de estudio con el resto de sus canciones, así como intercalar algún solo como el mencionado de guitarra y el de batería, supongo que para dar merecido descanso a la voz de Angela, aunque al final todo esto consigue que echemos de menos otras, como en este caso me pasó con «Burning Angel» o incluso alguna de sus tres primeros discos, teniendo en cuenta además que varias de ellas han sido regrabadas no hace mucho.
Como es lógico, hubo especial representación de «Khaos Legions» en el set list, del que curiosamente también eché en falta «No Gods, No Masters». No obstante, intercalaron las canciones de su última obra con otras de su pasado reciente. He de decir que, pese a que «Khaos Legions» no me terminó de convencer en su día -lo compré y a las dos escuchas lo dejé bastante abandonado- me encantaron sus canciones en directo y de hecho desde la noche del viernes lo he retomado con bastantes ganas, teniendo una nueva percepción hacia el.
Dos telas laterales con motivos del disco, más una bandera con el símbolo de «Khaos Legions» al lado de la batería colocada por uno de los pipas momentos antes de comenzar y con el apagón de luces nos llegaba una brutal interpretación de «Yesterday is Dead and Gone». «Ravenous» fue la primera vista atrás con un público entregadísimo, para acto seguido Michael tomar el centro del escenario y, con la guitarra apoyada en su rodilla atacar el riff de «My Apocalypse».
Dos pantallas superiores mostraban imágenes y videoclips de la banda mientras las canciones se sucedían. El sonido, como decía arriba, brutal en todos los sentidos y la puesta en escena de la banda sin nada que reprochar. Con todas estas premisas, el público respondió a la perfección, canando cada estrofa, cada estribillo, no perdiendo detalle de lo que los músicos iban haciendo en escena.
«Blood Stained Cross» sonó brutalísima, con esa rapidez inicial donde los instrumentistas lo dan todo. Mención a parte para el interludio melódico hacia su mitad que les quedó brillante. «The Day You Died» se ha consolidado como uno de sus temas clásicos pese a ser relativamente reciente -por cierto, menuda letra- y en cierta forma creo que le ha dado el relevo a «Burning Angel».
Tras el solo de batería, «Unde Black Flags We March» nos devolvería al último álbum con Angela ondeando la bandera central. «Esta tienen que oirla los cabrones de ahí fuera, es hora de comerse al rico», es lo que nos decía Angela para presentar el clásico «Dead Eyes See No Future», dando paso después al single «Revolution Begins», coreadísimo.
El solo de guitarra por parte de Nick dio paso al interludio instrumental «Intermezzo Liberté», con Michael sacando toda la pasión a su guitarra, aunque eso sí, demasiados parones íbamos encadenando en tan poco tiempo.
«Cruelty Without Beauty», con recordatorio especial hacia los que hacen sufrir a los animales, con su duro video proyectado en las pantallas, fue uno de los momentos que más me gustaron de la noche, y es que es alucinante ver el juego de las dos guitarras en este tema. El popular «We Will Rise» ponía aquello patas arriba y suponía la salida de escena antes del bis, para retomar de mano de «Snow Bound» con todo el público coreando la melodía junto a Michael y «Nemesis» con la que, para sorpresa de muchos entre los que me incluyo, pusieron el punto y final pasada apenas la hora y diez desde que habían comenzado a tocar. De hecho es curioso porque en La Riviera a las once de la noche ya tenemos que estar todos fuera y eran menos cinco y ya tenía arrancado mi coche después de salir y despedirme de todos mis conocidos…
En fin, no puedo dejar de considerarlo un buen concierto, pero creo que tan pocas canciones y una duración tan escasa no son de recibo hoy en día. Sí me sirvió para «reconciliarme» con un «Khaos Legions» al que hasta ahora no había cogido el gusto, demostrandome que sus temas son muy apropiados para el directo..
Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com