Los germanos RAGE siguen ampliando su extensa discografía con un disco cada año o dos como mucho, y es que es increíble lo prolífica que ha llegado a ser la carrera de la banda formada por Peavy Wagner en su Westfalia natal hace casi 30 años. Evidentemente la trayectoria del grupo ha pasado por varias etapas en su historia, que podemos resumir o definir incluso por el paso de los diferentes guitarristas durante estos años, aunque la base de la última formación permanece muy estable desde hace más de 12 con ese binomio entre Peavy y Victor Smolski que marca indudablemente el sonido de la banda desde 1999.
Puntuacion: 7,25
Crítica de David Esquitino de RafaBasa.com
Como tal, «21» (disco que marca tamaño número de lanzamientos oficiales de la banda entre trabajos de estudio, directos y demás), sigue la senda marcada del grupo en los últimos años, con ese heavy/speed metal melódico marca de la casa, aunque sin olvidar el toque más técnico aportado por Smolski, y un punto de sonido más actual pese a que la base sea siempre 100% RAGE.
De todas formas, en este caso dejan de lado totalmente el punto orquestal y los experimentos más sinfónicos que les gusta utilizar de vez en cuando (ejemplos claros podemos encontrar en el anterior «String to a web», y sobre todo en trabajos como «Speak of the dead», «XIII» y especialmente en el celebérrimo «Lingua mortis» que abrió esta puerta sin duda para la banda ya en 1996), y nos ofrecen un trabajo más rudo, crudo y duro, recuperando el toque más directo y con un sonido incluso más sucio (buscado a propósito) en la onda de su «Carved in stone» de 2008 o «Soundchaser» de 2003, aunque tal vez con menos chispa que estos dos. Es más, creo que han buscado de alguna manera mirar a los primeros años de su carrera, con un sonido de guitarra muy duro y la base rítmica también bastante acelerada y poderosa, pero quizás el no ser ya ese tipo de banda o, más bien, el tener que forzar ciertas maneras de componer que antes les saldrían de manera natural hace que las canciones no tengan el toque especial que deberían haber tenido. Por cierto, sin ser un álbum conceptual como otras veces, sí es cierto que todo el disco gira de alguna manera sobre la idea de la muerte, asesinos en serie, suicidios y cosas así, y esto explica también la naturaleza del sonido general tan duro que sobrevuela por todo el trabajo.
Son muchos discos, una carrera muy larga, un estilo muy marcado y a la vez un listón de calidad muy alto, y no siempre se puede estar a la altura ni sorprender, y lo cierto es que por más que lo escucho «21» me ha dejado más frío de lo que debería (siendo el tipo de álbum que es)… Por otro lado, tiene por supuesto dos o tres temas que me han encantado, y es que estamos hablando de una de las mejores bandas del power/speed metal de la historia en Europa pero, como digo, no siempre se puede estar al máximo nivel. La calidad se presupone, eso sí, y es que Peavy, Victor y André (Hilgers) forman un trío espectacular y además han conseguido una conexión y ensamble con los años realmente difícil de lograr, y mucho más en estos tiempos y teniendo una carrera tan larga detrás. Así, no se puede poner ni una sola pega al trabajo instrumental del disco, y es que una vez más los tres demuestran que son «high class» de sus respectivos instrumentos, y además la voz de Peavy, sin estar ya a su mejor nivel aunque sin fallar en absoluto, sigue siendo inconfundible y sonando con ese feeling de siempre mezclando potencia y melodía como sólo él sabe hacer. También, siguen trabajando con su productor habitual Charlie Bauerfiend, con quién forman un excelente equipo desde hace años, y es que ambas partes se entienden a la perfección tanto cuando tienen que buscar sonidos más excelsos, melódicos y preciosistas como cuando, como en este caso, prima la dureza y el muro sónico.
También, me llama la atención a mí mismo que me haya dejado indiferente un trabajo de RAGE en el que de alguna manera recuperan de nuevo su toque más rudo, cañero y clásico, pero el caso es que cuando los temas no terminan de llegar, es inevitable acordarse de los discos del pasado de la banda (pasado lejano o cercano, que no me refiero a mirar a los principios sin más). Así, por comparación «21» se me queda como un trabajo algo menor dentro de la excelsa discografía del grupo con álbumes tan grandes como «End of all days», «Trapped», «The missing link», «Secrets in a weird world» o el propio «Soundchaser» que decía antes. Tampoco la portada me ha convencido demasiado esta vez, y es que me parece más insulsa de lo habitual en RAGE (y eso que la anterior tampoco era para tirar cohetes), aunque tendrá su público, por supuesto. De hecho, me recuerda casi más a MOTÖRHEAD que a RAGE, pero bueno, esto es sólo una forma de verlo y lo que sí es cierto es que concuerda con el tipo de disco que hay dentro.
Y sí, hay buenos temas como decía al principio, canciones excelentes como las durísimas «Forever dead» (posiblemente el temazo del disco y el que más nos retrotrae a los años de «Black in mind» o «The missing link», aunque el estribillo es más melódico sin duda) o «Serial killer» (en la que además sorprende las partes que tiene casi de black metal y con Peavy haciendo guturales), aunque la tónica de canciones muy rápidas y cañeras se mantiene en general en todo el disco con buenos cortes como «Feel my pain» (muy pesada), «Concrete wall» o «Destiny», que perfectamente podrían encajar en cualquier LP de las primeras etapas de la banda que queramos nombrar. El toque de los RAGE de los últimos años se recupera en la pegadiza «Death romantic» (dura pero más melódica) y en la homónima «Twenty one» (larga, variada y con varias partes diferentes dentro de la misma canción y Smolski explayándose a gusto), para cerrar el disco con el tema que sí es totalmente diferente del resto como es «Eternally», a medio tiempo, ambiental, ensoñadora y bueno, interesante pero para mí bastante fuera de lugar en un disco como éste.
En fin, me resulta extraño que algo tan duro, cañero y con unos RAGE sonando sin duda como en muchos de sus primeros discos me haya dejado indiferente, pero no sé, siempre he dicho que a las mejores bandas hay que exigirles lo máximo y en este caso no me vale sólo con un disco tan matador como es «21». Para mí la magia de RAGE está en esa perfecta mezcla entre caña, melodía y su toque de feeling personal, y en este caso encuentro mucho de lo primero y bastante menos de lo siguiente. Eso sí, por supuesto que ya le gustaría a tantas y tantas bandas de medio pelo de heavy y speed metal editar material la mitad de bueno que cualquiera de los trabajos de RAGE pero, como decía antes, son muchos discos, muchos años, una carrera muy larga… y no siempre se puede acertar al 100%. Eso sí, ésta es sólo una opinión, que seguro que el álbum gusta y mucho, aunque creo que más a los seguidores clásicos de la banda (si le dan una oportunidad) que a los nuevos. Extrañamente yo me encuentro entre esos admiradores absolutos de las dos primeras etapas de la banda (hasta «XIII» por poner un límite temporal, pese a que después haya editado discos excelentes, por supuesto), pero «21» no me ha terminado de entrar como debería, no puedo decir otra cosa. Será cuestión de darle más oportunidades, ¿quién sabe si me acabará atrapando como al final casi siempre me pasa con mis queridos RAGE?
Lista de Temas:
- House Wins (intro)
- Twenty One
- Forever Dead
- Feel My Pain
- Serial Killer
- Psycho Terror
- Destiny
- Death Romantic
- Black And White
- Concrete Wall
- Eternally
Crítica de David Esquitino de RafaBasa.com