Al igual que la casa de Sebastian Bach había quedado devastada a consecuencia del paso por New Jersey del huracán Irene, la diosa del metal alemana, Doro Pesch, ha sufrido la misma tragedia. Su residencia en New Jersey, totalmente anegada por el agua y sacudida por las fortísimas tormentas de viento que trajo el huracán, ha quedado reducida a un solar.
“Yo estaba pasando unos días con mi madre en Düsseldorf”– ha explicado la cantante- “y vi por la televisión las noticias sobre el huracán. A partir de ese momento asumí que podría haber pasado lo peor, y así fue. Cuando llegué, el techo había volado, todo estaba inundado de agua, los muebles, la televisión, el frigorífico, todo flotando sobre el agua. Sin electricidad, sin nada, y con cientos de regalos de fans, de discos, de revistas, libros, mucha de mi ropa para los conciertos, recuerdos de toda mi carrera, todo destruido, inservible, perdido…”
En cualquier caso, Doro ha asegurado que esto no afecta a sus planes de gira, que seguirá cumpliendo el plan que tenía para los conciertos de este otoño, y que hasta que pueda comprar una nueva casa, se alojará en un hotel de Manhattan.