Los diplomáticos de Noruega asisten a clases de black metal, el subgénero extremo del heavymetal que se ha convertido en un ‘producto de exportación’ del país.
Glaciares, espectaculares fiordos, auroras boreales, eternas noches de sol. Probablemente estas son algunas de las primeras imágenes que suelen venir a la cabeza cuando uno piensa en Noruega. En los últimos años, sin embargo, cada vez más personas han empezado a interesarse por un aspecto mucho menos bucólico de este país: el black metal. Tanto es así que el Ministerio de Exteriores ha decidido incluir un breve curso especializado en este género musical dentro de la carrera diplomática, con el objetivo de evitar que sus enviados al extranjero hagan el ridículo cuando se les pregunte sobre el tema en sus viajes por el mundo.
También conocido como auténtico black metal noruego, esta corriente es un subgénero extremo del heavy metal que se caracteriza por sus letras satánicas y anticristianas, la exaltación de la violencia y una estética inspirada en la muerte. En los años noventa este género vivió su momento álgido en Escandinavia, especialmente en Noruega, donde las principales bandas alcanzaron un alto grado de popularidad, además de verse involucradas en una serie de graves actos criminales y violentos, entre los que figuran asesinatos, suicidios, profanaciones de cementerios y quema de numerosas iglesias. Basta sólo con conocer el título de algunas canciones, como Viola a la humanidad con orgullo, del grupo Mayhem, o Maleficio de destrucción, de Burzum, para hacerse una idea de hasta qué punto la maldad es su principal fuente de inspiración.
Pero a pesar de todo esto, el Gobierno no sólo no ve ningún inconveniente en que sus diplomáticos reciban clases de black metal sino que lo considera incluso una necesidad. “En Italia, Japón o Francia hay gente joven que aprende noruego sólo para descifrar las letras”. De hecho, este género musical “se ha convertido en un producto de exportación, por lo que es importante que los futuros diplomáticos se interesen por él”, explica Steinar Lindberg, director general adjunto del servicio de formación del Ministerio de Exteriores.
Por supuesto que la intención no es ensalzar ni tampoco promover esta tendencia, sino sólo conseguir que los futuros representantes de Noruega dominen la cultura de su país “en toda su diversidad”. En el ámbito musical, esto se materializa conociendo la historia del romanticismo noruego, del que destacan compositores como Edvard Grieg, pero también sabiendo sobre la evolución del black metal. Una primera tanda de treinta alumnos asistió en mayo a la primera clase de black metal y la intención del ministerio es repetir la experiencia en el futuro. Para ello, el Gobierno ha contratado los servicios de Håvard Rem, experto en la materia y autor del libro Gritos nativos. Historia del black metal noruego. Según Rem, “lo que mucha gente de 20, 30 o incluso 40 años conoce sobre Noruega es el black metal. ¿Por qué entonces las embajadas no deberían tener conocimientos sobre este género?”.
Fuente: http://www.lavanguardia.com