Resultó todo un privilegio poder asistir al único concierto que la banda liderada por el ex guitarrista de Ozzy Osbourne, había incluido en España correspondiente a su gira denominada Black Label Berzerkus. La actuación resultó del todo convincente aunque hubo un detalle que impidió a los asistentes el poder disfrutar de forma completa de las reconocidas habilidades de Zakk Wilde, el empeño en traspasar el límite de decibelios hasta cotas excesivas.
Crónica de Locky Perez de Musicopolis
Aunque no se llenó, la sala registró una excelente entrada. Cuanto más atrás del escenario menos posibilidades de encontrarse con algún “redneck” puesto en alcohol y gesticulando como un poseso al ritmo de los acordes. Que haberlos, los había y fastidiando al personal, sin reparar en que todos teníamos derecho a presenciar la función sin que algún codo se estampase en nuestro rostro, como le ocurrió a una joven.
Después de que la colocación de un telón añadiese la natural cuota de curiosidad por parte del público de ver qué se “cocía” detrás, la puesta en escena, sin ser impactante, mostraba sus toques de distinción… obligado lienzo en la pared del fondo con el logo del grupo, un desafiante muro de marshalls, tarima para que Zakk pudiese exhibirse desde una perspectiva más elevada y… un pie de micro que habría hecho las delicias de algún coleccionista de fetiches rockeros, con la barra vertical escondida entre cadenas y adornos de madera y rematado con cuatro calaveras en su parte inferior así como un rosario en la parte superior. Además… luz, mucha luz, por una vez, tonos claros y poco rojo (el color maldito para los fotógrafos).
Una vez que Godsized la banda invitada, hubiera dejado los altavoces “humeantes” de tanta presión, el primer tema, “The Beginning… At Last”, sonó algo tenue. Y mientras los oídos se adaptaban a la nueva situación, para satisfacción personal, de nuevo el “sordo” del control de sonido aumentó el volumen hasta saturarlo y fastidiar su calidad. Un mal menor que tuvimos que soportar hasta el final.
Con su melena “rubio vikingo” y su peculiar barba enroscada como una rasta, Zakk, irrumpió en el entarimado ataviado con un sombrero tipo hongo, camiseta sin mangas y chaleco tejano y desde ese mismo momento se erigió como el principal centro de atención dejando al resto de la formación cumpliendo el papel de apoyo. Un apoyo sin duda competente y necesario pero siempre manteniendo las distancias para que el “jefe” atrajera todas las miradas.
La primera parte del concierto se saldó con una tacada de siete temas sin apenas respiro; al mencionado anteriormente le siguieron, “Crazy Horse”, “What’s In You”, “The Rose Petalled Garden”, “Funeral Bell”, “Overlord”, y “Parade Of The Dead”, en un repertorio diseñado para mostrar el lado más vigoroso de la discografía de Black Label Society, con decisivas aportaciones de su último y, por qué no decirlo, brillante álbum Order Of The Black.
Todos los temas sonaron homogéneos, con Zakk alternando sus diversos modelos de guitarra al tiempo que iba encaramándose de vez en cuando en la tarima para exhibir sus genialidades, inundar el escenario de continuos salivazos y golpearse el pecho al “estilo Tarzán” para regocijo de sus seguidores, que, complacientes, vitoreaban cada uno de los temas a pesar del estropicio que causaba el excesivo nivel sonoro.
HOMENAJE A DIMEBAG DARRELL
Con los oídos zumbando, el cerebro castigado pero el espíritu contento, Zakk recompensó a la audiencia con una pausa en lo que respecta a riffs y ritmos desequilibrantes para ofrecer un solo de teclados bastante insustancial, seguidamente ligado a “In This River”, tema con el que, sentado en el teclado, homenajeó al desaparecido Dimebag Darrell desplegando dos telas con la imagen del que fuera guitarrista de Pantera en un emotivo tributo al final del cual señaló a las alturas.
Luego, “Fire It Up” puso de nuevo en marcha las vibraciones guitarreras, canción durante la cual llenaron el local con enormes pelotas inflables con el nombre de la banda, que fueron golpeadas de aquí para allá hasta que los más listillos se las fueron quedando de recuerdo.
Tampoco faltó el solo de guitarra de Zakk, siendo sinceros, cargante por repetitivo y excesivamente largo (ver video). Mas un ejercicio de resistencia para la muñeca que una muestra de habilidades.
Ya en el tramo final, de vuelta a las sacudidas compactas con “Godspeed Hellbound” (de lo mejor de la actuación); algo de tranquilidad con “The Blessed Hellride”, más enérgica que la versión de estudio y una potente “Suicide Messiah”, con una dinámica muy marcada y un “roadie” apoyando en las voces con un megáfono para recrear el mismo efecto que en el disco.
Como remate, “Concrete Jungle” único tema en el que, por unos instantes, el interés se desvió de Zakk hacia la batería debido al brillante aporte de Will Hunt, antes de que se despidieran sin bises con el imprescindible “Stillborn” que también sonó mucho más pletórico que en el disco.
A Zakk Wylde se le notó algo pasado de peso, posiblemente, debido al tratamiento que tiene que llevar por sus problemas de circulación sanguínea aunque, por otra parte, no se privó de “pegarse” sus lingotazos de cerveza. También abría que aconsejarle que escupir tanto, puede que no sea perjudicial pero no deja una buena imagen, además tendría que aprender a hacerlo mejor para que sus propios fluidos no le cayesen encima.
Pudo ser más sobresaliente pero tampoco salió el público decepcionado. Con un mejor graduación del sonido el concierto habría ganado, sino en intensidad, si en calidad.
GODSIZED
Godsized, transmiten una imagen que, engañosamente, parece indicar que se trata de una banda estadounidense cuando, en realidad, es una formación procedente del Reino Unido. Gorras “a lo yankee”, barbas “montañesas” y un deje subliminal de southern metal influyen en tal afirmación.
Al escucharlos en sus grabaciones se pueden apreciar los interesantes matices que desprenden sus grabaciones pero en directo, al menos en esta oportunidad, con la ya mencionada sobrecarga, sonaron como una atronadora maquinaria destructiva. Metal abrupto de aristas inflamadas, difícil de apreciar pero de una desbordante y frenética vitalidad. De entre lo que se pudo apreciar, tocaron “Fight & Survive”, “No Repreve” y “Head-Heavy”, que cerró su presentación. Un grupo para seguirle la pista.
SET LIST
1. THE BEGINNING… AT LAST (Sonic Brew)
2. CRAZY HORSE (Order Or The Black)
3. WHAT’S IN YOU (Mafia)
4. THE ROSE PETALLED GARDEN (Sonic Brew)
5. FUNERAL BELL (The Blessed Hellride)
6. OVERLORD (Order Or The Black)
7. PARADE OF THE DEAD (Order Or The Black)
8. SOLO TECLADOS (Zack)
9. IN THIS RIVER (Zack teclas) (Mafia)
10. FIRE IT UP (Mafia)
11. ZACK SOLO DE GUITARRA
12. GODSPEED HELLBOUND (Order Or The Black)
13. THE BLESSED HELLRIDE (The Blessed Hellride)
14. SUICIDE MESSIAH (Mafia)
15. CONCRETE JUNGLE (Shot To Hell)
16. STILLBORN (The Blessed Hellride)
Crónica de Locky Perez de Musicopolis