La ciudad de Plasencia vivió una jornada profundamente emotiva con la despedida multitudinaria a Robe Iniesta, histórico líder y fundador de Extremoduro. Desde primeras horas del día, miles de personas formaron largas colas para rendir homenaje y dar su último adiós a una de las figuras más influyentes del rock en castellano.
Seguidores llegados de distintos puntos del país se concentraron de manera ordenada y respetuosa, en un ambiente marcado por el silencio, los recuerdos y la emoción compartida. La escena reflejó el enorme impacto cultural y generacional que Robe dejó a lo largo de décadas de trayectoria musical.
Un adiós cargado de respeto y emoción
Durante toda la jornada, el flujo de personas fue constante, demostrando el profundo vínculo entre el artista y su público. Muchos asistentes portaban camisetas, letras de canciones y mensajes de agradecimiento, recordando cómo las composiciones de Extremoduro formaron parte de sus vidas.
El homenaje espontáneo evidenció que Robe Iniesta trascendió el papel de músico para convertirse en un referente emocional y cultural, cuyas letras y actitud marcaron a varias generaciones.
Un legado imborrable en el rock en castellano
Con su forma única de entender la música y la poesía, Robe Iniesta dejó una huella imborrable en la historia del rock estatal. La despedida en Plasencia no solo fue un acto de duelo, sino también una celebración colectiva de su legado artístico.
La respuesta masiva del público confirma que su obra seguirá viva en la memoria y en las canciones que acompañaron a millones de personas durante años.

