Stone Sour – Hydrograd

Presentar a estas alturas a Stone Sour no tendría mucho sentido, sobre todo para aquellos que han seguido la trayectoria de Corey Taylor desde sus inicios, pues por todos es conocido el nombre de una banda que ya existía incluso antes de Slipknot, pero que adquirió fama después de que estos triunfasen tras sus dos demoledores primeros trabajos, todo sea dicho. El éxito de los enmascarados les sirvió para catapultar el nombre de Stone Sour a una relativa fama de la que todavía hoy gozan. Por otra parte, con discos como su segundo Come What(ever) May, no hablamos de un éxito regalado ni muchísimo menos, demostrando que al margen de la banda “madre” eran capaces de entregar buenas obras, continuando la experiencia con un irregular Audio Secrecy, y las dos fenomenales partes de House Of Gold & Bones, no desbancando en calidad a su segundo trabajo de estudio en ningún momento en mi opinión, pero manteniendo altas cotas de calidad.

Su siguiente movimiento, Hydrograd, es el más firme que han dado desde su segundo lp…paso vigoroso, y poderoso, porque hablamos de un álbum en mayúsculas, donde la formación no sólo ofrece más variedad y mejor, sino que alcanzan un sonido impoluto y potente, quizás el más atractivo desde que se formase la banda, manteniendo su espíritu más moderno, pero dejando que algunos retazos suenen clásicos, como los espectaculares solos que se pueden escuchar durante todo el trabajo de la mano de un Christian Martucci realmente inspirado y sembrado.

Hay melodías comercialescas y más familiares como la de ”Taipei Person-Allah Tea” (o más adelante la comercialísima ”Song#3”, en la que juegan peligrosamente con el término “radiofórmula” en el estribillo), donde incluso podemos intuir algo de Slipknot en los registros vocales de Taylor, desgarrando en ciertos puntos, pero sin llegar al extremo que todos conocemos, creando un estribillo muy Stone Sour, muy americanizado, llegando a un puente creado para el headbanging. Pero, igual que podemos saborear ese lado más familiar, también tenemos todo tipo de registros a elegir, como ”Knievel Has Landed”, de marcado bajo, estructuras modernas, y muy cercano a lo que muchos conocían como Nu-metal tiempo trás, sin llegar a esas tesituras, pero con cierto espíritu alternativo además en el estribillo y letra, algo que desaparece en temazos como la propia ”Hydrograd”, que se antoja como una de mis favoritas gracias al entrecortado ritmo de guitarras, el enorme sólo que acompaña al tema, y en general, esa cadencia más pausada general del corte que no lo convierte en medio tiempo, pero que no le deja despegar en términos duros. Se estanca en sus melodías pesadas para crear cierta atmósfera que atrapa fácilmente.

Otros temas como ”Fabuless” podrían haber sido incluídos perfectamente en cualquiera de sus dos anteriores obras, e incluso, en ciertos matices, en algún trabajo de Slipknot, eso sí, sin usar ese componente más machacante que si que emplean los de Iowa. Sin embargo, cortes como ”Rose Red Violent Blue (This Song Is Dumb & So Am I)” descolocarán muchísimo al oyente en primeras escuchas, saliéndose totalmente de la tónica general del Stone Sour Style entrando en terrenos mucho más radiables en todos los ámbitos. No sólo en el estribillo, sino también en lo musical.

Por supuesto, al igual que hubo en el pasado temas pausados como ”Taciturn”, aquí composiciones como ”St. Marie”, están creados para tocar la fibra del oyente, inlcuyendo melodías de slide guitar muy bien llevadas pero que no crean la sensación de sensibilidad que si me dejaron otros temas lentos de la agrupación.

En definitiva, y aunque haya ejemplificado con algunas composiciones del trabajo, hablamos de un disco equilibrado, largo (15 temas nada menos), y en el que podemos disfrutar del gran atractivo de Stone Sour en toda su magnificencia, es decir, un Corey pletórico que sabe cómo llegar a la cima ofreciendo variedad. Es más, dentro de lo atrevido que resulta Hydrograd en su gran abanico, me resulta uno de los trabajos más fáciles de escuchar de Stone Sour, y lo dice un redactor que se tiene bien masticados todos sus movimientos, por lo que solamente me queda recomendar la escucha íntegra del disco. Eso si…quizás por partes, pues no todo el mundo tiene tiempo de asimilar 15 composiciones de una sentada.

Tracklist:

01. “YSIF”
02. “Taipei Person/Allah Tea”
03. “Knievel Has Landed”
04. “Hydrograd”
05. “Song #3″
06. “Fabuless”
07. “The Witness Trees”
08. “Rose Red Violent Blue (This Song Is Dumb & So Am I)”
09. “Thank God It’s Over”
10. “St. Marie”
11. “Mercy”
12. “Whiplash Pants”
13. “Friday Knights”
14. “Somebody Stole My Eyes”
15. “When The Fever Broke”

Crítica de José Rojo de Metal Zone