La banda más exitosa de la historia del metal extremo de nuestro país vuelve a la palestra con ‘Sistema antisocial’, seis años después de su último disco de estudio ‘Cadenas de odio’, y con un EP entre medias que solo se distribuyó en formato digital, ‘Caucho ardiendo’ (2013). Lo hacen con cambios en la formación, ya que se trata del primer plástico de Soziedad Alkohólika con Alfred Berengena a las baquetas, quién llevaba ya desde el 2013 defendiendo dicho puesto en los directos tras la salida definitiva de Roberto por problemas en el hombro (quién ha participado en los coros de algunas canciones del disco).
Esto no ha hecho si no endurecer todavía más el sonido del grupo, sello del quinteto vitoriano desde su creación junto a las letras cargadas de crítica social, algunas de ellas dejadas a la libre interpretación del escuchante. “No olvidamos, 3 de marzo” fue la elegida como single y adelanto del disco, aprovechando que el pasado año se cumplieron cuarenta años de aquel fatídico día para la ciudad de Vitoria. Por si no quedaba clara la temática, introducen en el tema de manera muy acertada las grabaciones de los policías responsables de la carga en la iglesia de San Francisco de Asís. Sin embargo, como ellos mismos me aseguraron en la entrevista, no se trata de un álbum conceptual, sino de canciones independientes, cada una de su madre y de su padre.
En “Alkohol” hacen una oda al consumo de esta sustancia, terminando la canción con el gora gu eta gutarrak (viva nosotros y los nuestros) tan utilizado para brindar en el País Vasco; “Desconocido habitual”, que cierra el disco, trata el tema de los refugiados; en “Farmacroacia” hacen una crítica fehaciente al negocio que mueve en muchas ocasiones esta industria; “Policías en acción”, en la que colabora Mark Barney Greenway de Napalm Death (¡cantando en castellano!), hace lo propio con los agentes de la ley; “Siervo de derechas” no requiere demasiada explicación…
De entre los trece cortes que componen este ‘Sistema antisocial’ me quedo con “Alineado”, cuya letra trata sobre esa gente que no muestra el más mínimo interés por lo que pasa en el mundo (me transportó en cierto modo al “Tranquilo majete” de Celtas Cortos). Su rollo, en cuanto a sonido, se aleja un poco de los demás temas.
Poco más se puede añadir sobre Soziedad Alkohólika, una de las bandas que más masas mueve en nuestro país. Prepárense, porque están de vuelta.
Crítica de Manu Gamarra de MariskalRock.com