El que cataloguemos a Anvil como una de las bandas más honestas y auténticas del planeta se lo han ganado a pulso después de todos estos años en la carretera, y sobretodo, después de enseñarnos en su dvd «Anvil: The Story of Anvil» lo complicado de su viaje en el mundo de la música. Seguro que no son la única banda que vive al límite de sus posibilidades y por debajo de lo que merecen, pero sin duda alguna es la primera banda «popular» que desnuda sus miserias sin mantener una pose de éxito y normalidad que no existe en infinidad de casos.
Así que todo lo que rodea a Anvil es lo que hace que estos señores sean entrañables. En este punto por supuesto que también entra la música, y que tengan editados 16 discos es más que una señal de fidelidad por parte del público y una forma de confirmar que algo deben estar haciendo bien.
«Anvil is Anvil» es la nueva muesca en el revolver de los canadienses, una muesca que musicalmente no se diferencia de sus antecesoras. Cada lanzamiento que nos presentan reafirma la fe que estos señores tienen en el heavy metal; reafirmación que viene de la mano de trabajos más o menos destacables, en algunos casos incluso hasta clásicos. Es lo que tiene contar con una carrera tan amplia.
Para este nuevo trabajo la agrupación sigue en plan trío y nos presentan a su nuevo fichaje, Chris Robertson, quien en canciones como «Up, Down», Sideways» o «Zombie Apocalypse» demuestra que no desentona para nada con el par de bestias que tiene de compañeros. Y para este nuevo disco también cuentan por primera vez con la producción del alemán Martin ´Mattes` Pfeiffer, un músico con un incipiente bagaje que ya incluye en su curriculum los últimos trabajos de Udo.
Realmente no hay nada que se pueda cuestionar de la producción de este «Anvil is Anvil». Mattes demuestra que su relativa poca experiencia no le impide poner a sonar como debe a la máquina Anvil, metiendo cañonazos realmente buenos como «Ambushed» o la casi homenaje a Lemmy «Fire on the Highway», la cual tiene una batería en plan «Sacrifice» que hiede a kilómetros. Como bien dice la nota de prensa, «Die for A Lie» es una especie de «Jackhammer» actual e incluso el tema extra «Never Going to Stop» es una avalancha heavy con trasfondo rockandrolero que se convierte en parte de lo mejor de este disco.
Sin embargo, a mi Anvil me han dejado un poco frío en los temas que abordan más el medio tiempo, como por ejemplo su aventura pirata de «Daggers and Rum» o «Gun Control», esta última con un coro que me parece haber escuchado mil veces antes y que personalmente no me ha sorprendido. Otros temas como «Zombie Apocalypse» ganan mucho a través de las escuchas y eso eleva el concepto que el disco da en una primera vuelta, la cual a mi se me hizo irregular, tengo que reconocerlo.
Sin llegar a las cotas de sus clásicos o de su más reciente «Juggernaut of Justice», el nuevo disco de Anvil suena del carajo, sobretodo para aquellos que esperan con ilusión todo lo que lanza esta banda. Se disfruta, a pesar de cierta irregularidad en el arranque del mismo y de contar con una de las portadas menos inspiradas de la banda. Sin duda alguna, Anvil es Anvil, una afirmación cien por ciento verdadera.
Crítica de Manuel Losada González de Metal4All.net