Tras un inicio de carrera cuanto menos ilusionante con dos notables obras en cuyas entrañas parecía encontrarse la simiente de una gran banda de metalcore, pronto TRIVIUM virarían radicalmente para iniciar su particular búsqueda de identidad. Primero fue “The Crusade”, pero pareció que si giro heavy/thrash añejo no contentó a nadie. Después fue “Shogun”, con un regreso temporal al pasado que pese a tener buena aceptación entre prensa y fans, no tendría continuidad tres años después en un “In Waves” con el que nuevamente continuarían experimentando con su sonido.
Crítica de Raúl del Amo de RafaBasa.com
Finalmente, hace dos años lo intentaban con “Vengeance Falls” en un nuevo “desafío estilístico”, según reconocían los de Orlando hace unas pocas semanas, que nuevamente dejaba al personal sin convencimiento alguno. Así las cosas, la banda anunciaba un “vuelco”, una nueva “dirección musical” en su propuesta, con temas que mezclaran el “rock duro con el metal moderno”, sin perderle la cara a sus influencias de siempre, véanse IRON MAIDEN, JUDAS PRIEST, PANTERA o METALLICA. Pues bien lo nuevo de TRIVIUM ya está aquí, se llama “Silence In The Snow”, y rompe absolutamente con todo lo que han venido haciendo anteriormente.
Hace unas semanas, Matt Heafy (vocalista/guitarrista y frontman), anunciaba en redes sociales estar tomando clases de canto. El anuncio en mayor o en menor medida generó un halo de esperanza, si bien nos imaginábamos partes limpias mejor cantadas y growls/screams más intensos para el séptimo trabajo de TRIVIUM. Lo que no podíamos ni imaginar es que, por primera vez en su carrera, los americanos fueran a erradicar todo signo de voz rasgada o agresiva de sus composiciones., como así han hecho. En efecto, todos y cada uno de los fraseos vocales del señor Heafy en “Silence In The Snow” tienen una única obsesión: la entonación. Ya no importa cuanta personalidad o fiereza le pueda otorgar un harsh a una estrofa o estribillo, ahora mismo lo único que preocupa en esta remozada versión de TRIVIUM es que el fraseo esté melodiosamente entonado y que no quede ni el más mínimo signo de desafine. Tan ridículo como cierto. Tanto es así, que en una primera escucha no serán pocos los que en determinados tramos del disco se planteen la identidad del vocalista, camaleónica con su nuevo estilo vocal y en ocasiones irreconocible incluso en timbre. Eso sí, todo desde el punto de vista vocal correctamente cantado, y si la voz no llega, para eso están los arreglos post-producción.
Ante el concentrado esfuerzo de Matt por aclimatar su registro vocal al nuevo estilo, parecía lógico pensar que los fraseos vocales fueran a tener un peso especial por encima de cualquier elemento instrumental. En efecto, la voz en “Silence In The Snow” tiene un peso destacadísimo por encima de riffs, solos, bases rítmicas etc. Es, de hecho, el disco en el que la voz goza de un mayor peso específico, sacrificando por el camino los armónicos, solos e instrumentaciones que tanto caracterizaban a la banda. De hecho, temas como “Dead And Gone” o la propia “Silence In The Snow” prescinden de guitarras para algunos fraseos en estrofas, solo instrumentadas por el bajo y la batería del recién llegado Mat Madiro, quien cumple pero no luce en su debut. Todo en pos de que Mr Heafy saque partido a sus bien pagadas clases de canto y, ya de paso, prosiga en su particular búsqueda de su identidad vocal.
Algunos aventurábamos un nuevo renacer, como ya ocurriera con “Shogun”, tras la salida de David Drainman (DISTURBED), como productor de la banda tras la grabación de “Vengeance Falls”. Lejos de eso, la labor de producción de Baskette (SLASH, ALTER BRIDGE) unida a las buenas mezclas de Josh Wilbur (LAMB OF GOD, GOJIRA) y seguramente el momento de crisis interna han guiado a TRIVIUM al abismo de diez canciones sin alma, vacías de contenidos deudores de casi nada y carentes de casi todo. Canciones en lo general sin fuerza alguna, desprovistas del carácter, energía y vitalidad que años atrás desprendieran a raudales. Temas que te dejan en shock en una primera escucha y que, solo si sobrevives y eres muy fan de la banda, quizá puedas llegar a disfrutar algo en pases posteriores, como ocurre a quien escribe con cortes como “Blind Leading The Blind” (de las más movidas del disco), “The Ghost That’s Haunting You” o “Until The Worls Goes Cold”. El puntual disfrute que podamos experimentar con todos o algunos de los temas, sin embargo, no debería significar la calidad de los mismos, como parece evidente.
A modo de heraldo de la muerte, la portada de “Silence In The Snow” ilustra fielmente tanto lo que musicalmente encierra el disco como la sensación de incertidumbre que nos genera en una primera escucha. Rock/Metal alternativo o moderno como algunos prefieren llamarlo, hiper edulcorado casi siempre y solo a veces endurecido por riffs pesados (“Dead And Gone” o “Until The World Goes Cold”), solos bien y armónicos bien trenzados (el bonus track “Cease All Your Fire”) o temas que parecen querer traernos a los TRIVIUM de épocas mejores (“The Thing That’s Killing Me”). Temas que frecuentemente buscan cobijo en la oscuridad de lo plano y lo lineal y estructuras que se repiten una y otra vez, con estrofas irrelevantes y estribillos, eso sí, pegadizos y muy directos. En palabras un tanto más peyorativas, “pasteleo” rock/metal como el que rezuman “The Ghost That’s Haunting You”, “Pull Me From The Void” , “Rise Above The Tides” o la propia “Silence In The Snow (parece mentira que este tema fuera compuesto en la época del “Shogun”) de forma especial, pero el disco entero en mayor o menor medida en general. Ni la esperanzadora colaboración del mismísimo IHSAHN consigue sacarnos del ensimismamiento, si bien finalmente se ha traducido en una intro que no es sino un enlatado de la melodía del “Silence In The Snow” que viene después.
Lejos de remontar el vuelo, con “Silence In The Snow” TRIVIUM no hacen más acentuar su caída evidenciando una acusadísima crisis de identidad, algo que en los tiempos de “The Crusade” parecía hasta cierto punto lógico dada la corta edad de sus integrantes pero que siete discos es ya preocupante, si bien los americanos pasaban por ser una de las grandes esperanzas del metal en el s.XXI. Así lo entendió Roadrunner, quien firmó al cuarteto fugazmente tras la edición de su debut “Ember To Inferno”. Ahora con su nueva dirección hacia la vertiente más moderna del rock/metal, TRIVIUM parecen buscar el abrazo de una nueva corriente de fans, como ya hicieran IN FLAMES hace un buen puñado de años. Lo cierto es que, si los de Gotemburgo lo lograron con una base de fans más arraigada en el metal clásico, no veo motivos para que TRIVIUM, siempre más afines a lo moderno, no puedan lograrlo igualmente.
Tracklist:
- Snøfall
- Silence In The Snow
- Blind Leading The Blind
- Dead And Gone
- The Ghost That’s Haunting You
- Pull Me From The Void
- Until The World Goes Cold
- Rise Above The Tides
- The Thing That’s Killing Me
- Beneath The Sun
- Breathe In The Flames
- Cease All Your Fire
- The Darkness Of My Mind
Crítica de Raúl del Amo de RafaBasa.com