Como un recurrente ‘déjà vu’, Jeff Waters enfrenta su enésima etapa al frente de ANNIHILATOR teniendo que comenzar casi de cero tras la marcha de Dave Padden, quien llevaba a las voces y a la guitarra rítmica de la formación canadiense desde 2003. Esto supone un contratiempo inesperado para la banda, aunque si alguien se ha forjado a base de cambios e imprevistos ese es Waters, único remanente de los inicios de la banda. Waters es ANNIHILATOR, luego perdamos el miedo a cambios, marchas o nuevos miembros; mientras Jeff siga al frente del grupo podemos decir bien alto que la banda sigue al pie del cañón.
Crítica de Jorge del Amo Mazarío de RafaBasa.com
Este nuevo inicio, más que un inicio, se me antoja como un regreso al pasado, una vuelta 20 años atrás, a la etapa del “King Of The Kill” y “Refresh The Demon” más concretamente. De hecho, curiosamente para el directo han recuperado al bajista Cam Dixon, quien ya hizo la gira del “King…” entre el 94′ y el 95′. En “Suicide Society”, como en aquellos 2 LP’s, Waters se acompañó tan solo de un batería en las grabaciones y todo lo demás corrió de su cuenta, salvo por las colaboraciones eventuales de Dave Scott Davies a la guitarra en “Refresh…”. Volvemos a encontrarnos un Jeff omnipresente y omnipotente, sin tiempo ni ganas de juntar una formación sólida antes de dar su siguiente paso discográfico, precipitado quizás, no lo niego, pero con un afán de continuar y de demostrar una vez más que puede con todo que suple toda carencia que pueda haber. “Suicide Society” es un trabajo notablemente diferente a “Feast” o a “Annihilator”, tiene una producción menos rimbombante, más retro, más clásica, muy en la línea de sus trabajos de los 90’s precisamente, y en lo musical puedo decir sin miedo que me encuentro ante el trabajo más completo que ha compuesto el guitarrista canadiense en un buen puñado de años. Muchos. Y lo digo yo, que he sido muy crítico con ANNIHILATOR en los últimos tiempos cuando lo he creído conveniente (ya se sabe que sobre gustos…).
Mike Harshaw repite a la batería, y como decía lo demás es obra de un Jeff Waters de quien diría que ha tenido un buen gusto especial en este trabajo a la hora de tender un puente entre el pasado y el presente de su discografía. A las voces, Jeff se desenvuelve como pez en el agua, una faceta que tenía algo olvidada pero que ha recuperado con ganas esta vez. En este punto no pienso abrir un debate con el vocalista saliente, por cierto. Son dos estilos diferentes y dos muy buenas voces, ambas de pleno derecho en ANNIHILATOR, por lo que pienso que todo lo que pueda decirse o escribirse a este respecto alude a gustos personales. Otra historia será en directo, pero eso afortunadamente para nosotros tendremos ocasión de descubrirlo muy pronto en nuestro país. Waters en lo vocal sabe transmitir agresividad cuando toca, sabe darle color a un tema cuando hay un cambio de tempo y toca ponerse melódicos, y desde luego sabe utilizar la voz como un instrumento más (mejor que nadie) cuando hay que acompañar uno de sus famosos riffs locos. Nadie mejor que él para dar con las líneas vocales que mejor encajan en sus fraseos, y parece una tontería, pero los temas funcionan mejor gracias a eso, convencen más.
“Suicide Society” tiene un poco en su justa medida de todos sus predecesores, pero sobre todo recuerda de un modo más global a lo que siempre ha sido ANNIHILATOR, algo que para mí se perdió un poco en su última etapa. El nuevo disco recupera firmemente la identidad más propia de la banda canadiense, y revive mejor que ningún otro ese sonido que todos tenemos en mente cuando escuchamos el nombre del grupo, pero al tiempo supone también una evolución más que interesante de estas bases que les catapultaron al éxito en los últimos suspiros de los 80’s y principalmente a comienzos de la década de los 90’s. Waters brilla sobremanera en todo lo que tiene que ver con las 6 cuerdas, ya sea en armónicos, riffs más crudos, y por supuesto en solos, donde no tiene rival. El disco es todo un acierto compositivo, ya no hay mayoría de temas de relleno (ni uno, yo diría), y aunque pueda sonar a topicazo, va ganando muchísimo conforme nos vamos haciendo con él y vamos profundizando en la riqueza de sus arreglos, melodías, etc…
“Snap”, por ejemplo, es un tema que me recuerda mucho a un trabajo muy especial como fue aquel “Set The World On Fire”, igual que el final de “Narcotic Avenue”, que acaba de un modo magistral y muy diferente a lo que es el resto de este gran corte, o “Every Minute”, un medio tiempo muy del gusto de aquella obra del ’93 que va creciendo poco a poco hasta hacerse gigantesca. “Suicide Society”, a pesar de ser el tema homónimo y apertura del CD, me parece de lo más “normalito” que nos vamos a encontrar, muy lejos musicalmente de maravillas como la trepidante “My Revenge”, muy “Alice/ Never…”, o “Creepin’ Again”, sencillamente espectacular, genial.
No quiero dejar de destacar también otro tema rápido y ‘old-school’ como “The One You Serve”, que me recuerda mucho al “Never Neverland”, como “Break, Enter”, algo más directo todavía. En el camino no dejamos de recoger detalles por parte de un Waters con un plus de inspiración y de nostalgia en sus composiciones, y es que me planteo si no será este el disco que lleva años queriendo hacer…
Un trabajo a la altura de lo que debemos esperar en 2015 de un grande como fue, es y serán ANNIHILATOR. No hay más que decir…
Tracklist:
- Suicide Society
- My Revenge
- Snap
- Creepin’ Again
- Narcotic Avenue
- The One You Serve
- Break, Enter
- Death Scent
- Every Minute
Crítica de Jorge del Amo Mazarío de RafaBasa.com