El nuevo lanzamiento del flamante buque insignia del Hard Rock alemán viene envuelto en cierta polémica por la ya conocida decisión de la banda de colgar las botas tras la interminable gira de “Sting In the Tail”. Servidor, que realizó la reseña de aquel disco con lágrimas en los ojos, no se quiso creer ni la mitad de la historia, y aunque ahora haya que reconocer que Scorpions pecaron de falta de honestidad, en cierta manera me alegro de que todo fuera un farol y/o una estrategia comercial.
Crítica de Ángel Silva de Metal4All.net
Es compresible, sin embargo, que gran parte de sus fans se hayan enfadado por esta actitud un tanto capitalista que tan buenos réditos le ha aportado a la banda, todo sea dicho, en estos últimos años. “Sting In The Tail” se vendió como churros, el directo en acústico desde Atenas fue uno de los regalos más demandados en la navidad de 2013 y las fechas de la que fue presentada como la última gira de la banda, fue registrando llenos noche tras noche como se pudo comprobar en 2014 en Madrid, en dos históricas fechas donde la histeria Scorp se manifestó en todo su esplendor. La pregunta que queda en el aire es, ¿se alegran los fans de que sigan en la palestra?…, y antes de que des una respuesta párate un momento y medita que si las intenciones de Scorpions hay que entenderlas siempre al revés, este “regresar para siempre” puede, ahora sí, encender las alarmas.
Cabe reseñar que Scorpions nos han vendido este lanzamiento como una colección de descartes de las sesiones de “Crazy World” y “Savage Amusment” y que tras liarse la manta acabaron sacando una buena colección de temas nuevos. Aquí los únicos descartes son los de “Sting In the Tail” ya que como en aquel, algunos de los cortes vienen firmados por la pareja de productores Martin Hansen y Mikael Nord Anderson, un viejo recurso que ya les diera buenos resultados con Desmon Child en “Humanity – Hour 1”. Esta dejadez de funciones huele a chamusquina comercial que tira de espaldas.
El análisis de “Return to Forever” bien lo podríamos dividir en tres apartados: las canciones rockeras, las baladas y los cuatro temas extra de la edición digipack (que es la que yo he adquirido).
Si es que Scorpions fueron alguna vez realmente heavys, el techo metálico lo alcanzaron con “Face The Heat”, aquel disco del que algunos solamente se acordarán de “Alien Nation” y “No Pain No Gain”. El Hard Rock y el Heavy Metal besaron la lona, como se ha dicho muchas veces, por el puñetazo de un estilo tan fatuo y volátil como fue el Grunge. Tras una etapa en la que buscaron desesperadamente hacerse un hueco en el mercado asiático, pegándose un tiro y medio en el pie con la edición de “Eye II Eye” (con el que llegaron a ser comparados con artistas como Roxette) y el más logrado aunque también vapuleado “Pure Instinct”, la banda volvió al redil metálico aunque ya sin recuperar nunca la energía de antaño.
En “Return To Forever” tenemos una buena colección de temas rockeros, en contra de los que opinan sesgadamente que Scorpions sólo es un grupo de baladas. Es, de hecho, un disco dónde, al igual que “Umbreakable” y “Sting In The Tail”, la apología por el Hard Rock y las vivencias del pasado es lo que manda. Dicen que recordar demasiado lo que uno ha vivido en el pasado es síntoma de no asumir bien la vejez y este “defecto”, cuando viene de gente que lleva 50 años en el negocio de la música tan solo nos hace sentir a todos más humanos. Este cariz festivo y gamberro es lo que ha reinado en los últimos diez años, ya que solamente “Humanity – Hour 1” tenía un algo más de “mensaje” y denuncia social, como también lo fuera en su día el gran “Crazy World”.
El disco comienza con dos aciertos como son “Going Out With A Bang” y el single “We Built This House”, firmados por la pareja de productores. El primero parece provenir de las sesiones de grabación de “Sting In The Tail”, a base de guitarrazos simples pero efectivos pero que difícilmente supera las mejores bazas de su predecesor. El segundo es uno de los cortes que con casi toda seguridad tendrá en honor de entrar en el set list de la gira (aventuro que no serán más de tres temas de este disco). Perfecto en sus 3:53, inicio clásico que nos instala una sonrisa en la cara, trabajo de las líneas melódicas extraordinario y estribillo trabajado que causará furor en directo. El videoclip es todo un guiño a la época ochentera de la banda y a toda una vida amando el Hard Rock. A estas dos le siguen en cuanto a alto nivel, otra de las que tiene credenciales para ser ejecutada en directo, “Rock ´N´Roll Band” (que ya fuera incluido en acústico en el directo de Atenas) y la más cañera “Hard Rockin´The Place”, que es sin duda el corte que más me ha cautivado por ese riff cabalgante y heavy que tanto se echaba de menos en un disco dónde todo está muy (co)medido. En un tercer escalafón tendríamos la guasona aunque repetitiva “Rock My Car”, cortesía de Rudolf Schenker, una “All For One” que con sus 2:58 es demasiada poca cosa para un disco de Hard Rock, “The Scratch”, que difícilmente se quita la estampa de relleno o esa gran patinada que es “Rollin´Home” dónde una base rítmica que parece secuenciada me hace pensar en un James Kottak rompiendo jarrones a testarazos. Un toque moderno y popero que nos retrotrae a la época “Eye II Eye” y que busca agradar a un público muy alejado del Hard Rock que tanto proclaman en el disco. Por supuesto, el invento viene firmado por la pareja de productores, siempre ávidos en convencer a bandas como Scorpions de que tengas ese tema molón que te reste dos puntos al disco.
Las baladas. Veamos, Scorpions han explotado tanto el recurso de las power ballads que difícilmente tenemos aquí alguna que vaya a destacar en su ya gran legado romántico. Dicho sea de paso, se nota que Scorpions no tienen ninguna intención, desde hace años, en pisar ninguno de sus grandes clásicos, y me parece más que correcto. Sin duda, la que más destaca y la que apostaría que sería la tercera elección para la gira es “House Of Cards”, que se ajusta al nivel de las “The Good Die Young” y “The Best Is Yet To Come” del anterior disco, aunque personalmente creo que no las supera y huele también a cara B. Más típicas, si cabe, tenemos las “Eye Of The Storm”, que tiene un algo que recuerda a la época “Pure Instinct” (no está mal si uno se encuentra “motivado”) y una “Gypsy Life” que para nada es una buena despedida para la versión sencilla del disco.
Para los que como yo, han decidido gastarse dos euros más por la versión en digipack, disfrutarán de cuatro temas extra. A cincuenta céntimos por tema, la cosa nos hace pensar que estamos ante los descartables de los descartables. La verdad es que sí podríamos decir eso de “The World We Used To Know”, balada tan sentida como anodina y “Who We Are”, que al igual que la anterior podrían ser parte de un disco en solitario de Klaus Meine. Sin embargo, entre estos bonus track, se esconde uno de los mejores temas de la edición y se trata de otra conocida como es “Dancing With The Moonlight”, que también figuraba en el acústico de Atenas y que aquí en versión eléctrica gana mucho más todavía. Firmada por Matthias Jabs se nota y mucho el trabajo depurado de unas guitarras mucho más divertidas e impregnadas de la personalidad del carismático guitarrista. El otro corte a destacar sería el medio tiempo “When The Truth Is A Lie”, que combina unas guitarras acústicas que suenan geniales con remalazos eléctricos y que me recuerda a lo que a veces hace el hermanísimo Michael Schenker con Gary Barden.
Resumiendo, “Return To Forever” es un disco que conteniendo buenos temas difícilmente se sacará esa etiqueta de disco de descartes y que se sitúa unos peldaños por debajo de los tres discos anteriores. Apenas seis temas correctos de un total de dieciséis parece poca recompensa, pero ya se sabe lo que pasa con los discos de Scorpions, que van calando en el subconsciente sin que casi te des cuenta.
Apéndice I : En no mucho tiempo, a aparte de la gira de 50 aniversario que se extenderá hasta 2016, tendremos a Scorpions en el cine según se nos anuncia en un flyer que incluyen en el digipack. Se trata de un documental dirigido por Katja Von Garnier titulado “Forever And A Day” y nos llevará a conocer de cerca a la banda en un típico día de concierto. Esa clase de documentales musicales, que grabados con la tecnología de hoy en día y con la posibilidad de ser visionado en Cines, se hacen sumamente apetecibles.
Apéndice II : La versión digital Itunes contine el bonus «Delirius», una de esas chapuzadas que se les ocurre a las discográficas para que siempre te falte algo compres la edición que compres. No he escuchado este corte todavía pero en una review extranjera, el redactor la compara con «Alien Nation» y eso quiere decir corte muy heavy. Tendré que pasarme por youtube y esperar a que no me guste, de lo contrario no comprenderé el porqué dos cortes como «Delirius» y «Dancing With The Moonlight» se quedan fuera del track list titular en detrimendo de mediocridades como «Rollin´Home» o «Gypsy Life». Joder, ya me he calentado…
Tracklist:
1.Going Out with a Bang
2.We Built This House
3.Rock My Car
4.House of Cards
5.All for One
6.Rock ‘n’ Roll Band
7.Catch Your Luck and Play
8.Rollin’ Home
9.Hard Rockin’ the Place
10.Eye of the Storm
11.The Scratch
12.Gypsy Life
13.The World We Used To Know
14.Dancing With The Moonlight
15.When The Truth Is A Lie
16.Who We Are
Crítica de Ángel Silva de Metal4All.net