Noche de Metal en la capital y sold out en la sala Shoko, para ver un cartel muy atractivo con la presentación de lo nuevo de Hammerfall, acompañado de dos interesantes bandas para abrir fuego, con lo que ello significaba respecto a la temprana hora de comienzo, conociendo los horarios del recinto.
Crónica de José Luis Martín de MariskalRock.com
Sobre las siete de la tarde comenzaban los alemanes Serious Black, aunque realmente son una multinacional por la procedencia de sus miembros, una actuación que nos supo a poco, pues contaron con una justita media hora, para dejarnos claro de que iba su propuesta musical, dentro de la escuela germana del Power Metal de elaborada factura.
Serious Black es una superbanda formada por el vocalista Urban Breed (Trail of murder, Bloodblound, Project Arcadia), los guitarristas Roland Grapow (Helloween, Masterplan) y Dominik Sebastian (Edenbridge, Thirdmoon), el bajista Mario Lochert (Emergency of gate, Vision of Atlantis), el teclista Jan Vacik (Dreamscape) y el baterista Thoman Stauch (Blind Guardian, Iron Savior, Savage Circus). Aunque lamentablemente, tanto Roland por problemas con un oído, como Thomas por una hernia discal cervical, no formaron parte de la banda, siendo sutituidos por Bob Katsionis (Firewind, Outloud), y el batería de Freedom Call, Ramy Ali.
Nos presentaron lo que es su álbum debut ‘As daylight breaks’, con la pegadiza “Temple of sun”, la épica “Akhenaton”, su primer videoclip “High and low” con esos penetrantes teclados introductorios, y “Older and wiser”. Lo mejor fue la voz de Urban, que se mueve en unas tesituras entre Dio, Jon Oliva y Zak Stevens, muy dinámico y elegante, poniendo fin con “Sealing my fate” y “I seek no other life”.
Pocos tiempo después aparecían los también alemanes, Orden Ogan, combo de larga trayectoria puesto que llevan funcionando casi veinte años, aunque con una escasa producción de apenas cinco trabajos discográficos. Su estilo basado en el Power Metal, con toques Folk y grandes coros épicos, ataviados con indumentaria vikinga, causa furor en centroeuropa y los países nórdicos.
Su actuación fue muy entretenida, metiendo algún pequeño comentario entre canción y canción, con un gran ritmo y con unos coros muy bien elaborados por sus componentes.
Comenzaron “Orden Ogan”, declaración de intenciones y nombre de la banda, para continuar con “F.E.V.E.R.” de tenebrosos coros iniciales, “The new shores” of sadness”, la cañera “To the end”, y “The lords of the flies” de tintes progresivos.
La fantástica “Ravenhead” fue una de las que más nos gustaron, donde el grupo se muestra en toda su plenitud, con energía, juegos vocales y bombo a tope. En “We are pirates”, su tema más largo, nos recordaron que a ellos como a Running Wild, también les iba el rollo pirata. “Deaf among the blind” y “The things we believe in”, la más épica y festiva de todas sus canciones pusieron fin a su actuación.
Cuarenta y cinco minutos nos bastaron para darnos cuenta, de que Orden Ogan tienen mucho que decir como banda de referencia en los próximos años, dentro del denostado panorama para algunos del “Power Metal” europeo.
Y llegaba el turno para los suecos Hammerfall, que cuentan con una legión de seguidores en nuestro país como pudimos comprobar en una atestada sala. Respecto a su última visita apreciamos dos sensibles cambios, como la ausencia del baterista Anders Johansson, que dejó la banda hace unos pocos meses por diferencias musicales, después de 15 años de pertenencia, siendo reemplazado por David Wallin, y la baja también de Fredrik Larsson, con permiso parental tras haber sido padre por segunda vez, sustituido al bajo por el antiguo guitarrista de Hammerfall Stefan Elmgren.
Con el nuevo álbum ‘(r)Evolution’ como excusa, y tras su descanso creativo durante 2014, estaban preparados para brindarnos lo mejor de si mismos, como así ocurrió ofreciendo un poderoso ejercicio de Metal de alta escuela, donde los coros con el público jugaron un papel muy destacado.
Desde la inicial “Hector’s hymn”, un auténtico cañonazo de su flamante nuevo disco, tuvieron al público entregado, que les llevó en volandas. Joacim Cans, supo conducir y llevar muy bien con su voz y movimientos el ritmo del concierto, flanqueado a su derecha por un elegante Pontus Norgren (todavía recordamos su paso por Talisman y The Poodles), y por un dinámico Oscar Dronjak, que intercambiaron frenéticos riffs de guitarras.
El repertorio estuvo muy bien elegido, desde “Any means necessary”, pasando por “Renegade”, “B.Y.H.”, “Blood bound”, o “Let the hammer fall”. Su puesta en escena contó con un enorme telón con el castillo de la portada de ‘(r)Evolution’ y otros dos telones más pequeños a ambos lados, junto a un gran número de focos móviles de luz repartidos por todo el set.
Continuaron con “Live life loud”, “400 Meter medley” donde Joacim se retiró, y Pontus y Stefan se intercambiaron la guitarra y el bajo para hacer un mezley instrumental, “Threshold”, “Last man standing”, “Glory to the brave”, y “We won’t back down”. Joacim se mostró muy bromista toda la noche, recurriendo al pique con el público de Barcelona a la hora de animar al público a cantar y levantar los puños.
Su emblemático himno que les da nombre “Hammefall” de aquel primer trabajo ‘Glory to the brave’, fue el elegido para una momentánea despedida ante una sala que coreaba de forma enérgica su estribillo. Volvieron con tres temas más como “Templars of steel”, uno reciente como “Bushido”, y el imprescindible y exitoso “Hearts on fire”, que resulta siempre muy eficaz para clausurar su actuación. Pasaban unos pocos minutos de las diez y media, cuando una abarrotada sala empezó a desalojarse, con grandes sensaciones por parte de un público muy satisfecho.
Setlist de Hammerfall:
- Hector’s hymn
- Any means necessary
- Renegade
- B.Y.H.
- Blood bound
- Heeding the call
- Let the hammer fall
- Live life loud
- 400 Meter medley
- Threshold
- Last man standing
- Glory to the brave
- We won’t back down
- Hammerfall
Bises:
- Templars of steel
- Bushido
- Hearts on fire
Crónica de José Luis Martín de MariskalRock.com