Los amantes del buen metal en directo teníamos apuntada una más que atractiva cita desde hace varios meses, con unos SABATON imparables que venían a presentar su último disco “Heroes”, acompañados por unos invitados de lujo como son KORPIKLAANI y TÝR. Doy fe de que el público madrileño, muy joven en su mayoría, respondió, consiguiendo que la sala San Miguel (situada en los aledaños del palacio Vistalegre y que más bien parece una nave industrial “tuneada” para eventos donde los que no somos precisamente altos lo tenemos difícil para ver un concierto en condiciones)  tuviera una muy buena entrada.

Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com

Me sorprendió de primeras ver lo mucho que está calando la idiosincrasia de SABATON, con un alto porcentaje de los asistentes ataviados con pantalones de camuflaje tal y como el combo sueco sale a escena.  Con toda su simbología y leit motiv bélico han conseguido atraer a fans cada vez más numerosos y fieles, algo parecido (salvando las lógicas distancias) a lo que hicieran Manowar décadas atrás. De hecho, al igual que los estadounidenses, sus portadas y diseños para las camisetas son completas obras de arte, cada vez más elaboradas, teniendo una adecuada y eficaz estrategia de marketing detrás. Aunque lo que realmente importa es ¿qué tal son sus directos? Pues bien, en Madrid, una vez más, los de Joakim y Pär salieron victoriosos y dejaron más que satisfecho a un amplio número de personas ávidas por disfrutar de dos horas de puro heavy metal europeo.

Con un alucinante telón de fondo en el que los colores creaban un gran efecto con el no menos espectacular juego de luces, TÝR abrían la noche con cierto retraso. Heri Joensen no tardaría en posicionarse al centro del escenario, haciéndose con las riendas de la actuación, chequeando lo ávido que estaba el público madrileño de degustar su característico viking metal.

“Blood of Heroes” fue super bien recibida, aunque no tanto como la festiva “Hold the Headen Hammer High”, coreadísima en su  estribillo. “Grindavisan” y “Mare of my Night” continuarían la fiesta, pasando a tesituras más heavies gracias a “By the Sword in my Hand” y su épico estribillo.

La veloz “Lady of Slain” y “Shadow of the Swastika” pondrían el broche de oro a una actuación que seguramente se hiciera corta para sus adeptos pero dejó un sensacional sabor de boca y sirvió para abrir fuego frente a la que se nos venía encima.

Había una gran expectación generada en torno a la actuación de KORPIKLAANI e incluso diría que para buena parte de los asistentes eran el plato principal de la velada. Y la verdad que montaron su particular fiesta de folk y metal como sólo ellos saben, cumpliendo con lo esperado y no dejando a nadie indiferente con su particular estética, en especial Jarkko –bajista- y Cane –guitarrista- con un aspecto sureño que bien podría recordar a bandas como ZZ Top y Lynyrd Skynyrd respectivamente.

Momentos para el disfrute como “Tuonelan Tuvilla” o  “Juodaan Viina” no tardarían en poner a todos a bailar y botar con una sonrisa de oreja a oreja. Ofrecerían contrastes como el tono más oscuro gracias al uso del tritono que tiene “Sumussa Hämarän Aamun”. Incluso aprovecharían la ocasión para presentar “Sahti”, un tema nuevo que es puro folk metal 100% clásico dentro del estilo de la banda.

“Kultanainen” con bajo y acordeón como protagonistas, “Vodka” con el coro del público gritando el nombre de la popular bebida alcohólica y el tono country de “Rauta” pondrían el punto y final, dejando a muchos con ganas de más.

Veinte minutos por encima del horario estipulado, debido al retraso acumulado desde el inicio, salían a escena unos SABATON que, ya desde el comienzo, tenían un público entregadísimo, regalándonos además una gran actuación con un buen sonido que sólo en la inicial “Ghost Division” tuvo que ser corregido y ecualizado, pero que de ahí en adelante,  fue como la seda.

El combo sueco es a día de hoy toda una garantía de buen directo. Joakim es un enorme frontman que no sólo aporta una de las voces más características del género en Europa, sino que sabe cómo llevar el peso de una actuación, con esa pose aguerrida tan suya caracterizada por su coraza y las gafas de aviador, las cuales terminó regalando a un fan que celebraba su cumpleaños – ¡qué gran gesto!- siendo a la vez comunicativo, llevando a toda la banda en volandas (siempre bajo la atenta supervisión del bajista Pär Sundström, quien asume todo el peso musical) y consiguiendo que el público disfrute 100% del espectáculo.

Precedidos por el himno de Europe “The Final Countdown”, con las luces y el humo a plena potencia (tanto que apenas se veía el escenario), el quinteto se preparaba para tomar Madrid, desatando el pandemónium tras la frase:  ”Alright Madrid, we are SABATON, we play heavy metal, this is Ghost Division”. De seguido tararearíamos la pegadiza melodía de “To Hell and Back” entre bote y bote de toda la concurrencia, cantando después, puño en alto, “Carolous Rex” y “40:1″.

Un complacido Joakim nos preguntaría si la siguiente canción la preferíamos en inglés o sueco y ante los vítores mayoritarios ante la segunda opción, caería “Gott Mit Uns”. Ampliando el abanico de elecciones, para la siguiente nos preguntó sobre si queríamos escuchar “Soldier of 3 Armies” o “Smoking Snakes” y ante la ausencia de quórum, esta vez tuvimos el privilegio, por primera vez en la gira, de escuchar ambos temas.

“The Art of War” y “7734″ siguieron haciendo las delicias del respetable, recordando el vocalista que no hace tanto tocaban en salas de mucha menor capacidad y agradeciendo a su público todo el apoyo y reconocimiento dado, encarando acto seguido un “Far from the Fame” que contó con un espectacular juego de luces.

Con “Attero Dominatus” jugaron a hacernos cantar la introducción a pleno pulmón, llegando al momento del duelo entre los guitarristas  Chris y Thobbe, pique al que se unió el cantante colgándose las seis cuerdas y tocando fragmentos de “Smoke on the Water” y “Master of Puppets”, para encarar “Resist and Bite” como colofón del momento.

A petición del respetable cayó “Sweedish Pagans”, no sin antes vacilarnos diciendo que esa noche no tocaba, set list en mano. Por su parte “Uprising”, esta vez decidida por un asistente de la primera fila, pondría punto y aparte antes de un bis que devolvería a SABATON a escena por todo lo alto ante un imponente “Night Witches” -¡qué ganas tenía de escucharla y qué temazo es!- el rotundo hit que es “Primo Victoria” –momento apoteósico de la noche como no podría ser de otra manera- y el muy especial “Metal Crüe” como guinda del pastel subiendo a un niño de nombre Rubén a escena (momento que sin duda no olvidará jamás y que pone de manifiesto, una vez más, lo absurdo de la prohibición generalizada sobre la no entrada de menores a conciertos) y despidiendo por todo lo alto una excepcional velada de heavy metal.

Crónica de J. José Jiménez de RafaBasa.com