En Extremadura hace años que se viene diciendo que deberían darle la medalla de Extremadura (máximo reconocimiento de la región) a Robe, teniendo en cuenta la cantidad de años que se la han dado a personajes que quizás no la merecían o a gente de la cultura de dudosa calidad. Este año, tras el premio entregado por políticos extremeños a la banda hace unos meses y el contrato con Extremoduro para publicitar alimentos de Extremadura en la gira, parece que la relación de Robe con el gobierno extremeño ha mejorado.
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No obstante el tan esperado reconocimiento tiene sabor agridulce por venir de manos de un presidente del PP (Monago) que se ha ganado simpatías mostrando una cara progresista de cara a los medios pero que ha recortado salvajemente en Extremadura, cerrado centros sanitarios de atención continuada, que ha negado la Renta Básica (una ayuda social) a 20.000 familias extremeñas, que ha hecho negocios con el gobierno israelí («Israel es el referente para Extremadura»), y que precisamente esta semana se va a gastar 600.000 euros en una fiesta de autobombo llamada Premios Ceres, en el mismo sitio donde le impondrá la medalla a Robe, así como a otras 4 personas e instituciones (entre ellas el cuerpo de policía).
Muchos son los que se preguntan si esto no será más bien otra estrategia propagandística de Monago para mejorar su imagen progresista. Esa noche (7 de septiembre) durante el acto, como viene siendo habitual desde hace años, tras una manifestación, personas y colectivos de toda la región se concentrarán a las puertas del Teatro Romano en contra del gobierno extremeño. Ante todo esto, en Extremadura la gente se pregunta si Robe va a acudir (es probable que sí, estará cerca ya que toca un día antes a sólo 50km) y, si lo hace, que va a hacer y a decir.