Desde que Chris Reifert decidiera retomar la carrera de AUTOPSY en 2008, el cuarteto americano ha dejado clara su firme determinación de consolidarse como uno de los nombres de referencia dentro de la escena extrema internacional. A diferencia de otras bandas de su generación, empeñadas en vivir de rentas y que únicamente editan discos para tener una excusa para salir a la carretera, AUTOPSY demuestran que están atravesando un buen y muy prolífico momento. Si hace escasamente unos meses el cuarteto ponía en circulación «The Headless Ritual», ahora Reifert y sus acólitos regresan a la carga con 12 nuevas composiciones recogidas bajo el descriptivo título de «Tourniquets, Hacksaws And Graves».
Crítica de Alfonso Díaz de RafaBasa.com
Pese al corto lapso de tiempo que separa la edición de ambos trabajos, lo cierto es que las nuevas composiciones marcan un notable distanciamiento con respecto a sus antecesoras, aunque continúan ahondando en la línea involutiva que han seguido sus trabajos de esta segunda época, abogando por un retorno al sonido de sus primeros plásticos. Por un lado, tenemos un puñado de canciones en las que la banda continúa zambulléndose en esas atmósferas densas, crudas y angustiosas, herederas de ese clásico sonido de Florida de inicios de la década de los noventa. Pero también nos encontramos con otros cortes más rabiosos, sucios y abrasivos, en los que la banda continúa exprimiendo al máximo esa influencia punk/Grind que caracterizó álbumes como “Shitfun”.
Quizás la principal diferencia en cuanto a nivel de producción lo podemos encontrar en un sonido más básico, crudo y orgánico, especialmente en lo que respecta a la batería de Chris Reifert, con lo que la banda concede a sus nuevas composiciones un aire más oscuro y tétrico, que evoca a la escena underground de finales de los ochenta y principios de los noventa. Otro aspecto que marca la personalidad de la banda y que se ha acabado convirtiendo en una de sus señas de identidad es la explícita portada, en la que el dibujante Wes Benscoter ha sabido plasmar lo que contiene el plástico: historias de zombis, sangre y putrefacción. En definitiva, todos los elementos que los fans de AUTOPSY y los del death metal en general esperarían encontrar en un plástico del género.
Tal y como mandan los cánones el disco se abre con la poderosa andanada que representa «Savagery», con unas humeantes guitarras siguiendo el descomunal ritmo que imprime la batería de Chris Reifert, quien continúa compatibilizando su labor tras los parches con la de vocalista, manteniendo su característico registro rasgado, incisivo y entendible. Más brutal, oscura y seminal resulta «King Of Flesh Ripped», que nos arrastra sobre unas atmósferas densas y pantanosas, haciéndonos reptar a través de esos sinuosos riffs de escuela sabáticas que acabarán dejando paso a unas guitarras hirientes y afiladas que serán las encargadas de dar ese toque satánico e infernal.
El death metal más clásico también está representado por el dinamismo de piezas como «Tourniquets, Hacksaws And Graves», durante la que se alternan pasajes rápidos y machacones con unos desarrollos más melódicos, que nos acabarán conduciendo sobre unos pasajes lentos y pesadumbrosos en los que los americanos nos muestran su vertiente más doom metalera. Tampoco faltan temas más camaleónicos como el complejo «The Howling Dead», con el que la banda demuestra que aún les quedan nuevos terrenos que explorar, planteando un tema que arranca con unas guitarras atmosféricas y que acabara derivando hacia derroteros más doom, con Reifert ofreciendo diferentes tonalidades vocales para dar una mayor amplitud al estilo de la banda.
La velocidad regresa de manos de la abrasiva «After The Cutting», una nueva demostración de actitud y voracidad metálica, con la banda pisando el acelerador a tope disparando esos incendiarios riffs, casi más propios del thrash, y con Reifert tras los tambores dando una lección magistral de como aporrear su instrumento. Siguiendo una línea similar, pero dando un cariz más brutal a las voces, nos enfrentamos a la demoniaca «Forever Hungry» que intercala poderosas acometidas con pasajes más envolventes y melódicos, en los que las guitarras de Eric Cutler y Danny Collares dejaran su impronta.
Sin duda los amantes de esas cabalgadas machaconas y rotundas tendrán su acostumbrada ración de brutalidad en «Teeth Of The Shadow Horde», con la base rítmica que forman Reifert y Joe Allen creando ese lienzo oscuro y decadente sobre el que las guitarras perfilarán sus crujientes y machacones riffs. La intriga y la angustia se apoderaran de «All Shall Bleed», un breve y experimental pasaje instrumental que se convertirá en el preludio perfecto para «Deep Crimson Dreaming», que se abre con la invocación de Reifert en un intimista pasaje melódico para acabar desembocando en un amenazante medio tiempo con la banda torturando al oyente con su rugosa intensidad.
La recta final del álbum se abre con la volatilidad melódica de «Pasasitic Eye», que cual alud de nieve irá creciendo progresivamente hasta transformarse en una tormenta imparable de decibelios y electricidad, con Reifert volviendo a concentrar toda su ira en sus agresivos guturales. Las influencias sabáticas volverán a hacer acto de presencia durante la oscura y desconcertante «Burial», donde las voces volverán a ese estilo cavernoso y profundo junto a un acompañamiento sonoro más doomy y cadencioso. Más desconcertante resulta «Autopsy», con esas texturas clásicas en las guitarras y ese ambiente netamente underground que se verá potenciado por esas ráfagas desquiciantes lideradas por unas guitarras de esencia punk.
Aunque siempre resulta difícil decantarse por un disco en concreto de una formación de este estilo, personalmente creo que «Tourniquets, Hacksaws And Graves», es el plástico más completo y variado que ha firmado la formación americana, ya que a lo largo de los doce cortes que integran el álbum confluyen todos los elementos y las diferentes influencias que han marcado la trayectoria y la personalidad de una banda que sigue afianzando su posición como uno de los clásicos de la escena extrema.
Tracklist:
- Savagery
- King of Flesh Ripped
- Tourniquets, Hacksaws and Graves
- The Howling Dead
- After the Cutting
- Forever Hungry
- Teeth of the Shadow Horde
- All Shall Bleed
- Deep Crimson Dreaming
- Parasitic Eye
- Burial
- Autopsy
Crítica de Alfonso Díaz de RafaBasa.com