Siempre es una ardua tarea el enfrentarse al análisis de un nuevo disco compuesto por EPICA; tan ardua como satisfactoria, pues de momento llevan seis aciertos de seis… Bien es cierto que ese factor de novedad patente en su primera obra maestra ya no se encuentra, pero desde entonces, el combo holandés ha sabido incrementar su popularidad a base de buenos álbumes, sobre los que este “The Quantum Enigma” destaca.

Crítica de J. José Jiménez de RafaBasa.com

Me ha encantado la preciosa portada, cargada de matices y con el verde predominante, obra de Stefan Heilemann, quien ya hiciera las de “Requiem For The Indifferent” y “Design Your Universe”, rubricando su mejor trabajo para EPICA hasta la fecha, excluyendo esta vez el uso de la figura femenina.

Repitiendo con Joost van den Broek a los mandos, han recreado un sonido que está al servicio de unas composiciones marca de la casa, esta vez firmando su disco más heavy hasta el momento, pues salvo la balada “Canvas Of Life”, estamos ante una colección de temas rabiosos, rápidos y agresivos, sin dejar de lado ese sello tan característico de ellos. Nueve violinistas, cuatro violonchelistas y tres violistas aportan las notas y pasajes orquestales, arropados por un coro de quince cantantes, sobre los que Simone y Mark aportan sus características –y en el caso de la primera, angelical a la par que técnica- voces.

Tras “Originem”,  la intro de rigor, compuesta junto a Bob Katsionis, “The Second Stone” rompe de forma fantástica siendo un tema ultra rápido y con probablemente las guitarras más heavies en la discografía de EPICA; fenomenal inicio del disco y que seguramente abra también los conciertos de la gira venidera. “The Essence Of Silence” incrementa la agresividad gracias a su riff y las voces guturales en su estrofa (y no os perdáis el solo doblado a terceras), siguiendo por idénticos derroteros “Victims of Contingency”, la cual inicia con una melodía orquestada que me retrae a su segundo álbum “Consign To Oblivion” pero continuando con unas guitarras, bajos y ritmos de batería a caballo entre el thrash y el death.

El comienzo desde luego, es inmejorable, pero tras él, viene el momento ante el cual no puedo hacer otra cosa que no sea quitarme el sombrero por la versatilidad  e imaginación compositiva que, tras tantos años de carrera aún consiguen sorprender al oyente: “Sense Without Sanity (The Impervious Code)” ya sólo en su primer minuto y medio deja clara la definición de genio a la hora de componer una canción y dotarla de varios pasajes, ambientes y ritmos que, de tan dispares que puedan resultar a priori entre sí, nadie diría que podrían casar tan magistralmente en una canción que, de comienzo a fin es una delicia. Pero no queda aquí la cosa, porque justo después viene otra maravilla de nombre “Unchain Utopia”, que ya desde que abre con el coro y la guitarra acústica dibujando el que luego será el riff principal es otro gozo para los oídos, resultando además uno de los escasos momentos más accesibles melódicamente hablando.

Tras el interludio “The Fith Guardian” con tintes exóticos orientales (de hecho, me recuerda de lejos al maestro Kitaro, una de mis debilidades en cuanto a música ambiental), “Chemical Insomina” irrumpe poderosamente, de nuevo volviendo a la faceta más agresiva de EPICA, donde no sólo las guitarras están enrabietadas, sino que el uso de la propia orquesta da la sensación de furor.

Nuevo cambio de rumbo gracias a “Living In The Heart”, un tema muy clásico dentro del estilo de la banda, eso sí, con un estribillo estratosférico. Siguiendo en dicha línea encontramos “Omen”, otro temazo donde ya sólo el inicio con los violines interpretando la melodía y cómo los instrumentos de rock les acompañan me parece sublime. ¡Y qué decir de “Canvas Of Life”, el baladón del disco, presidido por una melodía sencilla de guitarra acústica cual cándida nana! Una belleza que va creciendo en intensidad (no llega a acelerarse como “Chasing The Dragon”) durante sus cinco minutos y medio gracias a batería, guitarras y coro, culminando en todo lo alto en cuanto a emotividad. “Natural Corruption” es una nueva muestra de su personalidad musical más tradicional, conjugando melodías, voces y coros con gran acierto.

Por si sabía a poco, no podía faltar como pieza final el tema largo, grandilocuente y ampuloso que, tradicionalmente, supone la canción que da título a la obra. «The Quantum Enigma” son doce minutos de majestuosidad y preciosismo llevados a su máximo exponente, repleto de detalles como el de dejar unas campanitas a un volumen muy bajo una vez terminando la canción emulando el tono de su estribillo.

Estamos pues, ante un grandísimo disco que requiere de muchas horas de dedicación para ir sacándole todo el jugo. Un nuevo ejercicio de grandilocuencia, alargo compositivo, velocidad, energía, melodía y, de forma dosificada, agresividad. Por ponerle un pero: no incluye ningún elemento musical que podamos considerar novedoso, y quizás sí es algo que se eche en falta en las primeras escuchas. Aunque una vez sumergidos dentro del “Enigma Cuántico”, éste nos dejará tan fascinados que no podremos sino disfrutar de una banda que sigue en estado de gracia.

Tracklist:

  1. Originem
  2. The Second Stone
  3. The Essence of Silence
  4. Victims of Contingency
  5. Sense Without Sanity – The Impervious Code
  6. Unchain Utopia
  7. The Fifth Guardian – Interlude
  8. Chemical Insomnia
  9. Reverence – Living in the Heart
  10. Omen – The Ghoulish Malady
  11. Canvas of Life
  12. Natural Corruption
  13. The Quantum Enigma – Kingdom of Heaven part II

Crítica de J. José Jiménez de RafaBasa.com