Hay algo espiritual en Vita Imana que genera cierta adicción a su música, y algo en su música que hace que nos sintamos cercanos a ella. Quizás sean sus textos y esa sensación de tener el karma a favor escuchando las salvajes voces de Cardoso o el desgarro emocional que supone enfrentarse a su música, pero desde que editasen En Otro Lugar no han hecho otra cosa que emocionarnos y ofrecernos el mejor groove metal (por poner una etiqueta) hecho en nuestro país. Y no sólo en España, porque como bien dije a Cardoso en su día «los Cavalera deberían rendirse a vuestros pies actualmente». Y ahora escuchando Oceanidae me reafirmo en aquella afirmación. Vita Imana son una de las más grandes bandas que podemos escuchar dentro y fuera de nuestras fronteras actualmente.

Crítica de José Rojo de Metal Zone

Seamos claros. Uluh…la banda consigue una identidad absoluta, creando un metal de bases tribales ensambladas con un aura inigualable. Oceanidae…la confirmación y golpe sobre la mesa definitivo.

Grabado en los estudios Sadman por Carlos Santos y mezclado en los Sterling Studios, el tercer trabajo de Vita Imana nos deja sin aliento y contra la pared desde que comienza hasta que finaliza su escucha. Y si Uluh nos sorprendió, siendo un álbum de compleja asimilación con respecto al primero, Oceanidae entra a la primera sin pedir permiso. 9 temas en los que las injusticias, la reivindicación y la sensación de estar escuchando algo grandioso se apodera de nuestros oídos desde el minuto uno. Increíble pero cierto…los madrileños han conseguido superar las enormes sensaciones que ya habían creado durante sus primeros 5 o 6 años de vida.

Sólo con escuchar la preciosa introducción de Depredador para que nuestro pelo se erice, sobre todo cuando la segunda guitarra entra marcando ecos y efectos, en un intenso comienzo que desemboca en un temazo demoledor, con un riff rompecuellos y quizás de lo mejor que podamos escuchar en el género en 2014. La producción es simplemente perfecta, y muy superior incluso a trabajos como el de De La Tierra. Román y Puppy hacen un trabajo increíble a las 6 cuerdas, jugando con efectos y ofreciendo un sonido perfecto cercano al de los mejores Machine Head. Increíble la producción, compacta, potente y muy poderosa…lo esencial para que Oceanidae brille como lo hace. Equilibrio es pura dinamita sónica, con una Miriam desbocada con sus timbales y una base rítmica que masacrará cuellos, con una pegada de Daniel ensordecedora y un bajo marcadísimo de Pepe que marca el ritmo de uno de los mejores y más duros momentos del compacto.

Ese deje quebrantahuesos continúa con Ablepsia, una lección de cómo realizar cambios de ritmo dentro de un género tan complejo como el de Vita Imana. Cardoso impresionante escupiendo el estribillo, y los puentes, de los más trabajados en la trayectoria de la banda. Mar de Cristales es uno de esos momentos más intensos, ambientales y sentidos del trabajo, donde los ecos, y la sensación de estar escuchando algo único no cesan…la conceptualidad y complicidad con el inicio del disco, se hace patente, rompiendo el corte en uno de los menos pesados riffs del trabajo, mucho más experimental que los anteriores trallazos del álbum. Y llegamos a Manos de Sangre, donde Miriam se deja las llemas de sus dedos a toda máquina, en un tema que al más puro estilo «Romper Con Todo», nos dispara uno de los tracks más salvajes y con más punch inicial, no sólo del tercer lp, sino de la carrera de Vita Imana.

Seis Almas vuelve a formas clásicas en su desarrollo, con la velocidad por bandera y un dinamismo bestial en las guitarras de los dos hachas que militan en la banda. La percusión suena extremadamente compenetrada y quizás más presente que en otros temas del disco, dejando mucho protagonismo al lado más tribal de los madrileños. Siguiendo con las formas conceptuales Hydros supone un relax absoluto, en un instrumental de gran calidad alejado de formas metálicas, luciendo únicamente la versatilidad de Puppy y Román, que nos conducen hacia una trabajadísima y perfecta para los shows de la banda, Oxígeno, lo que nos hace pensar que el trabajo contiene más franjas veloces y afincadas en el metal extremo que en las dos anteriores entregas. Como siempre, las sonoridades, atmósferas y espiritualidad se apoderan del final del disco. Oceanidae es una pieza perfecta perfecta para finalizar la escucha, con casi 8 minutos de duración, cierto aire Chaos A.D. en su ambientación, y una multitud de sonoridades que convertirán al tema en uno de los favoritos de la próxima gira.

Gojira, Machine Head, Sepultura o Soulfly…nuestros Vita Imana os lo ponen difícil, ¿eh?. Temblad porque esto es sólo el principio y ya tienen una nueva obra maestra para haceros sombra. Se llama Oceanidae, y como decís los guiris, patea culos como ninguna otra.

Crítica de José Rojo de Metal Zone