Dystopia, el décimo álbum de Iced Earth (Century Media, 2011), marcó el primer capítulo de la cuarta etapa del grupo estadounidense. Hubo quien con la salida de Matt Barlow en marzo de aquel mismo año ya hizo leña del árbol caído y no esperaba un renacimiento de la banda comandada por Jon Schaffer.
Se equivocaban. La entrada de Stu Block, ex vocalista de la banda canadiense Into Eternity vino a cubrir un hueco y trajo savia nueva a una formación que la necesitaba. Hacía mucho tiempo que no se veía en tan buena forma a Iced Earth y el directo Live In Ancient Kourion, registrado en Chipre y publicado el año pasado, vino a dar la razón a quienes les habían dado una nueva oportunidad.
Puntuación: 8,8
Crítica de Chico de plexiglás de HiperSonica.com
Plagues Of Babylon no es su disco más potente desde Something Wicked This Way Comes (Century Media, 1998) tal y como nos aseguran en la nota promocional de su discográfica; creo que a más de uno se le ocurrirán varios antes, pero es indudablemente un buen trabajo, acaso más épico y más redondo que Dystopia.
Temáticamente Schaffer vuelve a recuperar la historia bien conocida por los fans de Something Wicked en seis de los temas, empezando por el corte que da título al disco y el primero que escuchamos. Una historia de horro/ciencia ficción a la antigua usanza. Jon Schaffer ya avisó sobre cómo sería Plagues Of Babylon, que lleva una feísima portada de Eliran Kantor (Testament, Atheist):
«Es un poco diferente para nosotros, porque una mitad se basa en un concepto y la otra son temas independientes. Musicalmente pienso que es otro paso en la dirección correcta. Es realmente heavy, es muy melódico, y transmite esa sensación realmente épica. Si bien no hay como un monstruo, una larga canción épica, la sensación general es que las canciones son muy épicas. Esto quiere decir que no hay un ‘Dante’s Inferno’, o ‘Gettysburg’, o la trilogía ‘Something Wicked’, o algo similar, pero estoy realmente estoy feliz con ellas.»
Iced Earth se trasladaron a Principal Studios de Senden (Alemania) para grabarlo y se mezcló en NHow Studios en Berlín con el propio Jon Schaffer y Kevin Paul encargados de las mezclas y Sascha Buhren de la masterización. Por proximidad, abusan de su amigo Hansi Kürch, cantante de Blind Guardian, con el que Schaffer grabó los dos recomendables discos de Demons & Wizards en 2000 y 2005, en cinco temas.
Stu Block parece mucho más centrado en Plagues Of Babylon, logrando registros vocales mucho más ricos que no había mostrado en Dystopia y haciéndonos por fin olvidar a Matt Barlow. Además, los riffs de Schaffer siguen siendo muy afilados y reconocibles, no tan veloces que antaño, y ese tándem funciona perfectamente en baladas poderosas como ‘If I Could See You’ y ‘Spirit of Times’, un tema brillantemente recuperado del EP de Sons Of Liberty, proyecto de Jon Schaffer, o en cortes típicamente heavy made in Iced Earth como ‘Democide’, ‘Ctulhu’, Among The Living Dead o ‘The Culling’.
La sorpresa llega al final con ‘Highwayman’, una versión candidata a clásica de Jimmy Webb que popularizaron The Hyghwaymen que no eran otros que Willie Nelson, Johnny Cash, Waylon Jennings y Kris Kristofferson. Para la ocasión a Jon y a Stu se les sumaron Russell Allen (Symphony X y Michael Poulsen (Volveat).
Crítica de Chico de plexiglás de HiperSonica.com