Llegué a la sala y ya estaban sonando a todo trapo algunos acordes. No me parecía NEGURA BUNGET y cuando pude ver el escenario, efectivamente, no eran los rumanos. Unos jóvenes chavales estaban dando cera al estilo CHILDREN OF BODOM con una calidad directamente proporcional a su aparente juventud.

Pero, tras informarme que aquella noche habría 5 bandas sobre el escenario y llevarme la sorpresa mayúscula del día (de verdad que a veces me sorprende la poca información que hay con algunos conciertos) decidí poner mi atención en la banda sobre las tablas.

Crónica de Jorge Cárcamo Yagüe de RafaBasa.com


¡Qué calidad! Un sonido bastante decente y una actitud agresiva, aderezado por un poco de poses (las justas) y sobretodo mucha pasión. Poco después se presentaron como WRATH WITHIN una banda valenciana a la que parece obligado prestar atención porque las materia prima considero que la tienen más que de sobra. 30 minutitos y con ganas de algo más, sinceramente. Todo lo contrario que con los que les relevaron, unos HYBAN DRACO, pero más que nada por mis gustos personales. Dieron tralla de la buena al más puro estilo death, (ellos lo bautizaron como blackened death) sin embargo, me pareció que el sonido estaba excesivamente alto, muchísimo. Y creo que todo eso solo acentuó mis ganas de ver a NEGURA BUNGET, que venían de regalo con ROTTING CHRIST y que ansiaba poder ver.

Llegaba el momento en que sonaba ese inicio, «Pămînt» tan atmosférica de los rumanos NEGURA BUNGET donde su imponente txalaparta (una especie de madera que se golpea a martillazo limpio) es la principal protagonista. Pude verles hará casi 5 años en el Wacken y desde entonces me considero un fiel admirador de su black pagano y atmosférico, una banda con mucha calidad y que ha sufrido la separación de sus miembros fundadores pero que ha sabido continuar su propio legado de la mano de «Negru». La gran mayoría de los allí presentes conocían poco o nada a los rumanos pero minutos más tarde su cara de desconocimiento pasó a convertirse en un rostro lleno de sorpresa. Y es que, ya solo ver como Petrică Ionuţescu (con su pelo a lo afro) saca la trompeta o lo que se asemeja a un mega dijeridoo o la flauta de pan (esa formada por mucho tubos de madera de mayor a menor longitud) y como no, la flauta tradicional rumana, la frula; es sintomático de una gran creatividad y originalidad en este tipo de música y sonidos.

Creo que las elegidas fueron «Cunoașterea tăcută», «Curgerea muntelui», «Norilor» y «Dacia hiperboreană» para hacer una breve y concisa representación de su música. Me atrevo a decir que no hay otra banda igual a NEGURA BUNGET y que es terriblemente sintomático (en el aspecto positivo) que a pesar de llevar ya más 25 años en el panorama musical siguen siendo nuevos para muchos admiradores y son muchos los que se enganchan a sus sonidos con cada concierto.

Para mí, lo ganadores en lo que se refiere a los teloneros de la noche, sin duda. Por mi amor personal hacia ellos desde aquel festival, por sus discos que son verdaderas obras de arte tanto a nivel creativo como musical y porque verles en directo con todos sus instrumentos a uno le permite ser realmente consciente de lo que han creado y con qué medios.

Les siguieron la «super banda» TWILIGHT OF THE GODS. Digo super banda porque todos sus miembros gozan de la popularidad y respeto de sus bandas madre: Alan Averill (PRIMORDIAL), Nick Barker (LOCK UP), Patrick Lindgren (THYRFING), Rune Eriksen (AURA NOIR) y Frode Glesnes (EINHERJER). Personalmente, me pareció que fueron por derroteros más heavy que otra cosa, supongo que porque no es lo que más trabaja cada uno de sus miembros en sus bandas, pero ni el público ni un servidor llegaron a encontrar el punto. Se limitaron por completo a su único lanzamiento, «Fire On The Mountain» el cual casi tocaron del tirón. «Nemtheanga» Averill hizo lo que mejor sabe hacer, retar, desafiar y animar al público con su mirada y sus gestos. Pero aquella no parecía la noche en que la banda sería idolatrada, imagino que eso será harina de otro costal si el cartel fuese diferente o si fuese un festival, donde están llamados a arrasar.

De cualquier manera, esa era la noche de ROTTING CHRIST y los que estábamos allí teníamos en los griegos las esperanzas depositadas y los hermanos Tolis no defraudaron desde el minuto cero con «Χξς’ (666)» hasta «Enuma Elish». Es difícil y triste analizar la situación actual de los conciertos en la escena metalera. Las bandas venden pocos discos y giran más, lo que hace que en un mes exista la posibilidad de tener la oportunidad de ver a 4 bandas mínimo. Pero el panorama económico es precario, los fans quieren conciertos pero el dinero es escaso (y si le añadimos la crueldad del IVA sobre la música). Resultado, el hombre de a pie tiene que escoger un puñado de conciertos a los que ir descartando otros, dando como resultado que algunas bandas de reconocimiento internacional no puedan llenar salas como Arena. Que fue lo que pasó esa noche. Una verdadera lástima. Pero los que allí estuvimos viendo a los griegos dimos guerra, eso sí.

Destacaría por encima de todo a George Emmanuel un inagotable, energético y carismático guitarrista de tan solo 23 primaveras que lo tiene absolutamente todo para convertirse en el siguiente Gus G. Su presencia y movimiento sobre las tablas fue arrolladora y su carisma eclipsante. Buen fichaje el de ROTTING CHRIST pueden tener a una joyita en bruto escondida los griegos.

El inicio del concierto lo protagonizaron «Dub-Sag-Ta-Ke», «Athanati Este», «Kata Ton Demona Eaytoy». Fue toda una sorpresa escuchar tan pronto algo de «AEALO» el disco que confirmó mi amor por la banda, si añadimos la posterior «Thou Art Lord» la noche estaba siendo perfecta. Pero era obvio que teníamos que volver con al grandioso último lanzamiento de la banda y «In Yumen – Xibalba» y «Grandis Spiritus Diavolos» serían muy bien recibidas. El susto de la noche vino cuando Sakis dijo que «esta es la última canción» y rápidamente se corrigió «perdón, quise decir el último concierto» y es que la gira se acababa en Madrid. Como curiosidad decir que antes de que comenzaran los griegos a tocar NEGURA BUNGET ya había recogido su merch y me quedé con las ganas de una camiseta de su 25 aniversario por tan solo 10€. En fin, malas decisiones de ellos y demora absurda por mi parte.

Mi experiencia me obligaba a estar atento al reloj porque: muchos teloneros + sala Arena = 1h de concierto de los cabezas de cartel. Y así fue. Era el tramo final con «Enuma Elish» y «Non Serviam» cuando para sorpresa de todos la banda superó por poco la hora de concierto y se retiró para no volver, dejándonos a todos con ganas de más. Lo mismo pasó aquella vez con SEPTICFLESH y como esta vez tenía la suerte de que un colega es amigo de Sakis me pudieron confirmar lo que todos pensábamos pero que nadie creía. La sala les obliga a recogerse a las 23.00 porque luego deben abrir como discoteca de turno. Es lo que tiene no tener salas especializadas para el rock, o más bien, no tener salas de mediana o gran capacidad especializadas para conciertos. Aún así, me pregunto si en esos casos no se dan ordenes de contar con un telonero menos o recortarles tiempo, porque, más pronto no se puede empezar (18.30 creo que estaban tocando WRATH WITHIN).

En definitiva, una gran noche la que nos ofreció ROTTING CHRIST pero que a todos se nos quedó corta, como siempre. Por suerte, los griegos tienen a España como punto de mira siempre en sus giras y podremos disfrutarles durante muchos años, y más, si siguen sacando discos de la calidad que están facturando últimamente.

Crónica de Jorge Cárcamo Yagüe de RafaBasa.com

Rotting Christ Madrid 2013